50 años del asesinato de Silvia Filler por parte de la banda terrorista CNU
Ese crimen quedó en la historia para siempre. Son muy importantes las actividades que se realizan en estos días porque tenemos que ayudar a que no se pierda la Memoria, por Silvia y por nosotros mismos, por la presencia hoy de tendencias ultraderechistas cada vez más amenazantes que prometen arrasar con los derechos que nos quedan.
Silvia Filler simboliza a la juventud estudiosa que se rebela, que se organiza, que se suma a la efervescencia juvenil que se manifiesta especialmente a partir del Cordobazo en Argentina, junto a las luchas de la clase obrera. Luchas que obligaron a la dictadura militar que pretendía instalarse por 20 años en el poder a retirarse en 1973, a levantar la proscripción de 18 años del peronismo.
El fenómeno de creciente movilización de la juventud y la clase obrera era parte de las luchas que recorrían Latinoamérica y el mundo durante los años ´60 (del triunfo de la revolución cubana, de la derrota del imperialismo en Vietnam, del Mayo Francés, el levantamiento de Praga).
El 6 de Diciembre de 1971 una patota del CNU irrumpió violentamente en la asamblea de 350 estudiantes en el aula magna de la Universidad, que debatía la situación de la Universidad, asesinando a Silvia Filler e hiriendo a otros estudiantes. Esos jóvenes estudiantes en asamblea eran parte de ese fenómeno. Aunque no fueran del todo conscientes. Como seguramente no lo éramos los cientos y miles que fuimos convocados a las calles en ese verano ardiente y que protagonizamos más tarde el Marplatazo y tantas luchas. Silvia Filler fue bandera en esas luchas y lo seguirá siendo por siempre.
El Marplatazo del 14 de Junio de 1972 constituyó un hecho único en el país con la CGT convocando a un paro activo por la libertad de los estudiantes presos, testigos de la causa Silvia Filler. En el Plenario de la CGT habló en representación del movimiento estudiantil Ariel Valenti, dirigente de la TERS (organización estudiantil de Política Obrera) de la Facultad de Humanidades.
Aquel atentado de Diciembre 1971 será un anticipo de lo que será el terrorismo de Estado aplicado a gran escala en todo el país un par de años después. Y quien fueron los ejecutantes se sumarán a las bandas de la Triple A, luego se incorporarán formalmente a la represión desde el Estado bajo la dictadura. Unos cuantos se reciclarán luego dentro de los partidos y las instituciones de la democracia.
La represión generalizada fue organizada desde comienzos de los años ´70 a escala continental bajo el denominado “Plan Cóndor”.
Hoy que estamos viviendo un nuevo proceso de rebeliones y revueltas populares en nuestros países contra las consecuencias de las reformas de los últimos 40 años, contra el hambre, la desocupación y cuestionando todos los planes de saqueo y endeudamiento, vemos que también florecen los discursos terroristas que no sólo amenazan por los medios de comunicación a los “zurdos de mierda”, a los “planeros”, que discriminan y odian a los migrantes, a los que piensan; sino que también meten bala, contra los jóvenes, contra los mapuche, o que amenazan como en Bahía Blanca.
Debemos hacer memoria de todo lo vivido, no olvidar nada, para que no se vuelva a repetir el horror. Son los mismos intereses de siempre. Los que financian los discursos y las acciones contra los que luchan.
Es un equívoco reducir el análisis a “izquierdas y derechas” sin ver qué intereses representa cada actor. El terrorismo estatal y paraestatal estuvo dirigido a terminar con lo mejor de la juventud, la clase obrera, los trabajadores, los intelectuales y también religiosos comprometidos con la lucha popular. Necesitaban terminar con sus organizaciones políticas y sociales. Para poder llevar adelante las políticas del capital financiero, con los Rodrigo, Martínez de Hoz, Cavallo y compañía. Y lo mismo en todo Latinoamérica.
Hoy se repite la historia, quieren terminar de liquidar nuestros derechos para preservar los intereses de una minoría más concentrada y enriquecida que hace 50 años, para avanzar con el saqueo de nuestras riquezas. Y alientan la represión. Por eso es tan importante el balance profundo de lo que pasó en las últimas 5 décadas, para que no se repita.