masas-410

¿Deben los sindicatos levantar la consigna de salario mínimo igual al costo de la canasta familiar?

En los siguientes puntos debatimos sobre algunos de los argumentos presentados por compañeros militantes de diferentes corrientes en torno a nuestra propuesta como Agrupación de que las comisiones directivas levanten esta consigna.

Dicen los compañeros:

“Lo que ustedes piden es de máxima, nosotros tenemos que pedir algo de intermedio que movilice”;

“Ustedes son contradictorios piden salario igual al costo de la canasta familiar, pero quieren preparar la asamblea”;

“¿Ustedes qué quieren, que una compañera gane dos canastas familiares, o negar el derecho a que hagan doble turno?”;

“Hay que poner una consigna que movilice, algo posible”;

“Esto es un sindicato, para hacer la revolución yo milito en el partido”.

 

Nuestras respuestas:

1)       En primer lugar, explicamos que no es nuestra la consigna, es del movimiento obrero y pertenece al Programa de Transición, no es de máxima. Justamente las consignas transicionales tienen el valor de establecer un puente entre las necesidades más básicas de los trabajadores y las consignas políticas. El salario necesario para vivir, es decir igual al costo de la canasta familiar tiene dos objetivos, desde el punto de vista económico plantea que ningún trabajador debe ganar menos de lo necesario para vivir, por otro lado, tiene un rol político de mostrar que las patronales no puede ni siquiera garantizar ese derecho y explica la necesidad de luchar contra el capitalismo.

2)       Como corriente sostenemos que la mejor lucha es la que más se prepara, en la lucha de clases nadie puede predecir con exactitud el ánimo de las masas para una huelga. Sin embargo, como dirección tenemos la responsabilidad de preparar las mejores condiciones para dar la pelea. En este caso de trabajadores estatales, contra el gobierno. No hay una relación entre la fuerza de un sindicato y la consigna, la fuerza determinará cuánto se le puede arrancar a un gobierno.

3)       Cuando nosotros planteamos la consigna salarial va ligada a trabajar un solo turno y en el caso de media 24 horas. A medida que avanzan contra nuestras condiciones laborales, en todas las ramas de industria las patronales en lugar de aumentar los sueldos aumentan la jornada de trabajo, así el obrero hace horas extras, trabaja los sábados, etc. para intentar llegar a fin de mes. En el sindicato docente, por ejemplo en media no se podían tomar más de 24 horas, al aumentar el límite a 36 horas los docentes toman todo lo posible. No debemos naturalizar el doble turno o que se cambie el límite, de hecho hay provincias en las que un docente puede trabajar tres turnos.

4)       Estamos en contra de la idea de que la consigna de la canasta familiar no moviliza, por el contrario, las bases la toman de muy buena manera, y la hacen propia. Son las corrientes que meten porcentajes menores adaptándose a lo posible. Somos una corriente que está ligada a las bases, recorremos escuelas y hablamos con los docentes. Cuando explicamos la consigna las maestras dicen que es correcto pedir un salario que nos alcance para vivir. Si todos estamos de acuerdo en lo que cuesta el costo de vida, ¿por qué exigir menos?

5)       Por último, queremos señalar este aspecto que es vector de nuestra política: en el sindicato llevamos adelante una política revolucionaria. No dividimos una política de la otra, si bien entendemos la diferencia entre un frente de clase y una organización partidaria, no escindimos nuestra intervención. Desde nuestro punto de vista, no es posible una posición clasista que no sea revolucionaria. Desde la política de finanzas públicas, la consigna salarial, sistema único de educación, entre otras, todas nuestras consignas son transicionales. Llegamos al sindicato no para hacer sindicalismo posible, sino para generar conciencia política sobre la causa de nuestros problemas, y en consecuencia para plantear la necesidad de una revolución social.

Seguiremos escribiendo sobre este debate, siempre en términos fraternales, que tanto enriquecen a nuestra experiencia en la arena concreta de la lucha política.

 

(nota de MASAS nº410)

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