El reclamo salarial de Neuquén fue obstruido por la burocracia y el gobierno
Finalmente y luego de sólo dos asambleas se firmó el acuerdo salarial anual en la provincia, que consta de un aumento al básico de 20% en tres cuotas, más el IPC anual acumulativo. El salario de bolsillo del cargo testigo quedará en $72.643, la mitad de la canasta familiar. Lo primero que se debe decir es que aunque insuficiente, lo poco que se consiguió fue por la presión de las conducciones opositoras. Las primeras ofertas hablaban de una cláusula gatillo anual y se decía que no habría más IPC.
Había condiciones para llevar adelante un plan de lucha, lo demuestran las asambleas que sólo en Capital fueron de más de mil personas. A esto se suma un gobierno con superávit y producción record de petróleo, más una interna importante en el MPN. Sin embargo, desde la conducción provincial se llevaron adelante diferentes maniobras para levantar a como dé lugar el paro que ya había sido votado.
Fue un ensayo de lucha donde quedó demostrado el grado de convivencia del TEP con el Gobierno. Un dato interesante es que hubo asambleas donde dirige la burocracia que rechazaron la propuesta, como ocurrió en Chosmalal, lo que evidencia que la interna del TEP también está presente.
Como Agrupación dimos una interesante batalla para que se tome la consigna de salario mínimo igual al costo de la canasta familiar en un solo cargo. Si bien esta vez ganó la política del centrismo de luchar por lo posible: 50% más IPC, fue significativo que esté el debate presente.
Queda para la oposición el desafío de crecer en el interior para garantizar la democracia sindical y para que llegue la posición política a todas las seccionales.