Repudio a la persecución política sobre Cristina Fernández Kirchner
23 de Agosto de 2022-
El Fiscal de la causa “Vialidad”, por obras realizadas por Lázaro Báez en la Provincia de Santa Cruz, cuando Cristina Fernández era presidenta, pide una condena de 12 años y la proscripción política (inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos), acusándola de jefa de una Asociación Ilícita y corrupción. Acusa también a funcionarios nacionales y de la Provincia y de los organismos de ejecución y control de las obras.
La defensa acusa a la Justicia de que la causa está montada con pruebas falsas, testigos que en sus alegatos desmintieron las acusaciones y un proceso lleno de irregularidades. Los auditores confirmaron que no hubo sobreprecios y que las obras se llevaron a cabo. La justicia también rechazó el pedido de la expresidenta de ampliar su testimonio.
El show del Fiscal Luciani, difundido por todos los medios gráficos, radiales y televisivos del gran capital asociado al imperialismo tiene por objetivo descalificar, desgastar y sacar del medio a la expresidenta. No importa si en el futuro esta causa judicial muere como tantas otras que fueron fabricadas, ya les es útil ocupando días y semanas con esta campaña dando por juzgados y condenados a los acusados.
La corrupción es parte de todos los gobiernos capitalistas, de cualquier tipo, más en la época actual de descomposición. No es la burguesía la que juzgará sus propios crímenes. Ya que su Justicia asegura la impunidad para su clase. Y es manipulada para atacar políticamente a un sector que pretenden eliminar.
Deja al desnudo una vez más el papel disciplinador de la dictadura del capital a través de la Justicia burguesa colonizada por la cúpula empresaria nacional y el imperialismo. Permanentemente y de forma grotesca pretenden impedir que Cristina Kirchner pueda seguir jugando un papel dirigente. Forma parte de la intromisión permanente de EEUU en la política nacional para imponer sus intereses. Esa misma Justicia garantiza la impunidad de los que endeudan, saquean y cometen crímenes contra los movimientos populares. El uso de la Justicia como ariete del gran capital es un fenómeno que se reproduce en todos los países.
Como ya ha ocurrido tantas veces en la historia las agresiones del gran capital terminan potenciando a las víctimas, que sin esfuerzo aparecen como antagónicas del imperialismo, aparecen como perseguidos por defender el interés nacional. Es tan bestial la opresión que no pueden ni medir cómo potencian a un sector del peronismo con el que terminarán solidarizándose las direcciones políticas y sindicales y un sector importante de los oprimidos.
Las permanentes provocaciones de la Justicia muestran el fracaso de Alberto Fernández y el peronismo en su ilusión de que la Justicia se autodepure, que eliminen sus elementos más corruptos. La Justicia burguesa no se puede reformar, deberá ser barrida junto con todas las instituciones del Estado podrido y en descomposición. Los escándalos de los servicios de inteligencia utilizados para espiar a organizaciones sindicales y sociales y sus dirigentes y también a dirigentes políticos, ha quedado en la impunidad total. No hay cómo reformar un sistema que está descompuesto por todas partes.
Muestra la incapacidad del peronismo para defender el interés nacional y la libertades democráticas. No puede democratizar el Estado. Este avance de la derecha en el terreno político tiene su correlación con el avance en la economía colocando un Ministro y un equipo que garanticen el cumplimiento del programa del FMI que Guzmán no podía.
La única vía para terminar con las persecuciones, conquistar todas las libertades democráticas cercenadas, reconquistar todos los derechos, es la acción directa de masas, la huelga, las movilizaciones, los piquetes, los cortes, las ocupaciones. Por medio de la lucha de clases. Para imponer esta política las masas deben independizarse políticamente, dejar de seguir a direcciones partidarias de la conciliación, cómplices, traidoras. No hay cómo conciliar intereses brutalmente antagónicos.
No alcanza con echar a esta Corte, estos jueces y fiscales vendidos que muestran con total desvergüenza en qué equipo juegan. Pondrán otros que ya fueron comprados o que serán comprados o cooptados por el amo imperial. No alcanza con declaraciones y lamentos.
La clase obrera puede ofrecer una política que termine con esta decadencia y descomposición, terminando con la gran propiedad, esa es la base de todas las agresiones y ataques, de toda la violencia desatada contra nuestros derechos. No tenemos dudas de la corrupción de Lázaro Báez que seguramente asoció a funcionarios, a otros empresarios y también a políticos hoy de oposición.
Solo la clase obrera puede enjuiciar con sus tribunales populares todos los crímenes de la burguesía, de todo tipo, bajo todos sus gobiernos, incluidos los de Kirchner.