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Pocos convenios establecen un salario que cubre lo que cuesta la canasta familiar que es lo mínimo que necesitamos para vivir como personas

Son de aquellos sindicatos que tienen tradición de lucha en defensa del salario, otros sindicatos aceptan sin chistar lo que ofrecen las patronales y el gobierno sin consultar a las bases, para ellos nunca hay una correlación de fuerzas favorable para salir a la lucha.

No es totalmente cierto “que no todos cuentan con la fuerza de negociación de los grandes sindicatos como el de Camioneros o La Bancaria”. Como explican los compañeros de aceiteros la fuerza de negociación la conquistaron peleando y eso no depende del tamaño del sindicato.

Los básicos de los que parte cada negociación son distintos por eso a veces confunden los porcentajes de ajuste cuando no se difunde cuál es el salario real actual. No es lo mismo un 80% sobre salarios que cubren o se acercan a la canasta familiar, que un 80% sobre salarios que no cubren la mitad de la canasta. Por eso decimos que el planteo de empatarle a la inflación es un engaño, por un lado porque la inflación es más elevada para los salarios más bajos, que tienen mayor proporción de consumo de alimentos, cuyos precios suben por encima de la inflación, pero por otro se desconoce el atraso terrible de algunos convenios que fueron perdiendo año tras año poder adquisitivo. Siempre la comparación debe ser con lo que cuesta la canasta familiar que es lo que necesitamos para vivir dignamente. El valor de la fuerza de trabajo debe tener ese piso.

Ni siquiera los trabajadores registrados pudieron equiparar la inflación oficial: “Según el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), la Remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE), en agosto fue 3,6% menor a la de un año atrás y quedó 2,4% por debajo de su valor al finalizar el gobierno de Macrì. Desde marzo de este año, cuando se pronunció la aceleración inflacionaria, su caída ronda el 5%. Por supuesto, peor están los trabajadores informales, y, dentro de los estables, los que trabajan en el sector público”. (Verbitsky en El Cohete a la Luna, citando un informe de un Instituto de la CTA)

Los sectores más combativos, tienen el valor de convertirse en referencia para el conjunto de los trabajadores. Es necesario realizar una campaña de conjunto para arrancar esas mejores condiciones salariales para la totalidad de los trabajadores, afiliados o no afiliados a los sindicatos, registrados o en negro.

Todos saben, y las dirigencias de los sindicatos mejor que nadie, cuánto cuesta la canasta familiar, que hoy supera los $220.000, que nuestros salarios se devalúan cada día con una inflación imparable, y que la única forma de conquistarlo es con los métodos de la clase obrera como lo mostraron los trabajadores del neumático en largos meses de lucha. Los aceiteros se destacan desde hace varios años marcando cuál es el salario mínimo que debemos percibir, partiendo de los conceptos de salario mínimo vital y móvil que dice la Constitución Nacional que se debe garantizar y que gobiernos, empresarios y burócratas dejan a un lado.

Los Bancarios acordaron paritaria anual del 94% sobre el sueldo vigente a diciembre de 2021 incluidos todos los adicionales, más bono de $185 mil. El haber inicial desde septiembre será de 202 mil pesos, $214.000 en octubre y $226.385,63 en noviembre.

La Federación de Aceiteros reclamó que el salario inicial coincida con la medición del Salario Mínimo Vital y Móvil. Plantearon que el número supera los 200 mil pesos en septiembre.

El Sindicato de Choferes de Camiones: Pablo Moyano anunció que se reabrieron las paritarias. El mensaje: si no hay una mejora notoria en los ingresos, Camioneros está decidido a ir a la lucha. El pedido de mejora salarial será cubrir la suba del costo de vida.

Empleados de Comercio: con el ajuste, los sueldos de octubre, en la categoría “A” quedan así: Maestranza y servicio, $129.475,14, Administrativos $130.881,84, aclaramos que las diferencias entre categorías no llegan a $1.000, Cajeros $ 131.350,72, Personal auxiliar $131.350,72, Personal auxiliar especializado $132.476,93, Vendedores $131.350,72.

El personal de seguridad privada UPSRA, el reclamo es establecer un salario básico de $137.000 en octubre; $147.000 en noviembre y 157.000 en diciembre.

Paritaria nacional docente: el salario inicial se elevará un 82% para diciembre. A partir de diciembre maestros y maestras recién iniciados no podrán cobrar menos que $77.137 en diciembre, para este mes es de $70.000. Sobre esa base cada provincia negocia con sus sindicatos. En noviembre se reabre la discusión. En diciembre de 2021 el piso salarial docente era de $40.000 para el recién iniciado, para jornada simple. Los cinco gremios docentes con representación federal aceptaron la oferta del Gobierno para subir el salario mínimo y establecer así el nuevo piso a partir del cual negocian las provincias con sus sindicatos locales.

Los docentes universitarios de la Asociación Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires (AGD UBA) iniciaron una serie de paros -el último miércoles 5 y el jueves 13 y viernes 14 de octubre- con clases públicas en Plaza de Mayo reclamando reabrir paritarias ya que consideran «insuficiente» el 62% firmado para este año. Piden «un 30% de aumento y cláusula gatillo».

UPCN publica las escalas salariales desde el 1 de octubre de 2022: Profesional Inicial C1 $169.850, Técnico Superior D $142.750, Técnico D1 $105.267, Administrativo Superior E $91.683, Administrativo E1 $67.979.

Sindicato Único de Serenos de Buques. Negocian un 64% que suma al 30% ya negociado. El diferencial se pagará en tres tramos entre los meses de octubre y noviembre (25%), diciembre-enero (20%) y febrero-marzo (19%).

La Unión Obreros y Empleados Plásticos (UOYEP)  llevó ya la paritaria al 90% hasta abril de 2023. El ajuste se acompaña con sumas fijas no remunerativas progresivas durante los próximos cuatro meses: 15 mil pesos en octubre, 18 mil en noviembre y diciembre y 25 mil enero de 2023. La actualización del básico se dividirá en dos tramos: 14% en diciembre y 35,1% en febrero de 2023.

La Asociación de Trabajadores de la Sanidad (ATSA) sumó 40% al 45% ya acordado. El pago se repartirá en tres tramos de 23% (septiembre), 7% (octubre) y un 10% (noviembre) y se suma un bono de 30 mil pesos y otro más de 8 mil en el día de los trabajadores de laboratorios farmacéuticos y veterinarias. Esta negociación queda por debajo de la inflación prevista.

La Federación de Petroleros (FASiPeGyBio) acordó, por su parte, un ajuste total del 80% a mayo 2023 para la rama correspondiente a las refinerías. El 50% extra se divide en cuatro tramos en los meses de noviembre (15%), diciembre (15%), febrero (10%) y abril (10%).

El Sindicato de Trabajadores Perfumistas sumaron un 30% en dos tramos llegando al 90%. El ajuste será en noviembre (20%) y marzo de 2023 (10%).

Restan abrir las paritarias de la Alimentación, mineros, papeleros, estibadores portuarios, ferroviarios, navales, madereros, ladrilleros y gráficos. La otra negociación de importancia será la de los mecánicos de SMATA.

Numerosos sectores salen a la lucha reclamando ajustes salariales para hacer frente a la carestía de la vida y que los salarios se ajusten todos los meses. Debemos discutir en los lugares de trabajo, en los barrios, cómo impulsamos una huelga general para golpear como un solo puño, con piquetes, movilizaciones y cortes, hasta imponer el salario igual a la canasta familiar como mínimo para todos los trabajadores, que sea vital y móvil. No hay ninguna causa que justifique percibir salarios de pobreza.

Exigimos a las direcciones sindicales que convoquen, aunque sabemos que están más preocupados por sus negocios, reunirse en la embajada yanqui, las candidaturas del próximo año y acuerdos con el gobierno y en defender el cumplimiento de los acuerdos con el FMI, que defender los intereses de los trabajadores. El camino es imponérselo desde las bases como ha ocurrido en los últimos años.

Los capitalistas no pueden asegurar un puesto de trabajo y un salario para vivir como personas, es una muestra de su agotamiento, no tienen ningún derecho a sobrevivir con su sistema, que nos empuja a la desocupación, subocupación, precarización laboral y salarios miserables.

 

(nota de MASAS nº423)

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