Bolivia: No permitir que el gobierno encarcele al dirigente de la COD de Chuquisaca, Rodrigo Echalar Amorós
Comunicado a la opinión pública, a los explotados y oprimidos
En este momento, la atención de toda la población está dirigida a ver cómo se resuelve la criminal y mezquina pugna politiquera entre el Gobierno del MAS y el civismo racista cruceño capitaneado por el Facho Camacho alrededor de la fecha de realización del CENSO; una disputa imbécil y miserable porque cualquiera con dos dedos de frente sabe que el censo no resolverá nada, no cambiará en forma alguna la condición de atraso del país, ni la miseria generalizada, ni la falta de fuentes de trabajo, ni el entreguismo de nuestros recursos naturales a la rapiña de las transnacionales.
Pero, aprovechando esta situación, cobardemente el masismo en Chuquisaca, a través de su sucia justicia, ha citado al camarada Rodrigo Echalar Amorós a presentarse a las oficinas de la “Fiscalía Especializada de Delitos Anticorrupción, Legitimación de Ganancias Ilícitas, Aduaneros y Tributarios” de la ciudad de Sucre (calle Kilómetro 7 No 282) a prestar declaración informativa dentro de un proceso penal abierto contra él, acusado de “atribuirse los derechos del pueblo, conspiración, atentado contra el presidente, otros mandatarios del Estado e instigación pública a delinquir”, por los acontecimientos de octubre de 2019, este viernes 4 de noviembre a Hrs. 9:00.
Convocamos al pueblo chuquisaqueño, magisterio y todos los sectores afiliados a la Central Obrera Departamental de Chuquisaca a movilizarse para impedir que el Gobierno encarcele a Rodrigo.
¡VIVAN LOS DIRIGENTES REVOLUCIONARIOS QUE NO SE VENDEN AL GOBIERNO NI SE PLIEGAN A LOS AFANES CONSPIRATIVOS DEL FACHO CAMACHO Y LA VIEJA DERECHA RACISTA!
¡ABAJO LA PERSECUSIÓN POLÍTICA MASISTA!
¡VIVA LA INDEPENDENCIA POLÍTICA Y SINDICAL!
¡RESPETO AL FUERO SINDICAL QUE PROTEGE A RODRIGO COMO MIEMBRO DE LA COD CHUQUISACA!
Publicamos a continuación, in extenso, la respuesta de Rodrigo Echalar:
¡DESDE EL BANQUILLO DE LOS ACUSADOS, YO A SU VEZ ACUSO!
CARTA ABIERTA A LOS TRABAJADORES Y AL PUEBLO EXPLOTADO
Rodrigo Echalar Amorós
La acusación:
El Gobierno del MAS utilizando a sus esbirros, ha abierto un proceso penal en mi contra donde se me acusa de atribuirme los derechos del pueblo, conspiración, atentado contra el presidente, otros mandatarios de Estado e instigación pública a delinquir. Este proceso tiene el objetivo inmediato de encarcelarme para anularme como dirigente; pero su objetivo verdadero está orientado a liquidar cualquier voz contestataria, rebelde a las políticas antiobreras y antipopulares del gobierno y la clase dominante, la persecución política busca criminalizar la protesta, pisotear el fuero sindical y acallar a los sindicatos y organizaciones populares que conservan su independencia política frente al oficialismo y a la oposición, es decir, que este es un ataque directo, no a una persona; sino a las organizaciones sindicales y a las ideas que han guiado sus luchas en los últimos años.
Al mismo tiempo los secuaces del gobierno han iniciado un proceso sindical amañado en mi contra y en contra de todo el directorio que encabecé en la Federación del Magisterio Urbano, con el objetivo de quitarnos nuestros derechos sindicales, para que no podamos seguir siendo dirigentes, así pretenden descabezar a la combativa Federación del Magisterio y ponerla a merced del oficialismo. Todos los frentes opositores se han vendido al MAS y en coro repiten la guerra sucia que les dicta el oficialismo, de esta forma pretenden cumplir con lo que no pudieron hacer en las elecciones del magisterio, desplazar a la tendencia revolucionaria de la dirección de la federación.
Estos dos procesos son parte de la persecución política del gobierno en nuestra contra, el primero busca privarnos de nuestra libertad y el segundo de nuestra condición de dirigente sindical para anular nuestro fuero sindical y facilitar nuestro encarcelamiento.
Lo que en realidad pasó:
El MAS se ha inventado la teoría del “golpe de estado” para ocultar lo que realmente pasó el 2019, que no fue otra cosa que una rebelión popular en contra de un gobierno incapaz de transformar el país y de atender las necesidades más apremiantes de la población.
Durante años, diferentes sectores populares se fueron desilusionando del MAS y su mal llamado “proceso de cambio” y constataron en carne propia que el gobierno de Evo Morales no era diferente a los gobiernos neoliberales y vendepatrias del pasado. Las movilizaciones contra las políticas antipopulares del gobierno comenzaron a estallar exigiendo respeto a sus conquistas o atención a sus necesidades, al principio, como no podía ser de otra manera, estas movilizaciones eran sectoriales, por lo que eran fácilmente aisladas y el gobierno podía desarmarlas, perseguir a sus dirigentes o crear organizaciones paralelas. Pero el gobierno masista aguijoneado por la crisis económica, comenzó a intensificar sus políticas vendepatrias y antipopulares por lo que las movilizaciones también fueron creciendo en número e intensidad llegando en momentos a generalizarse como ocurrió en 2010 contra el gasolinazo y en el 2018 contra el Código Penal.
Lo que ocurrió el 2019 fue el punto culminante de un proceso largo de acumulación de un malestar creciente en la población contra la incapacidad del gobierno, este proceso finalmente estalló con la constatación del fraude electoral, efectuado por el gobierno para prorrogarse indefinidamente en el poder.
El gobierno al negar la rebelión popular pretende ocultar su incapacidad y su servilismo a la burguesía nacional y transnacional. Y la oposición haciéndole el juego al MAS pretende sembrar la teoría de que la caída del MAS fue producto exclusivo del fraude, negando también todo el proceso previo, pues tampoco quiere admitir que el pueblo se rebeló contra las políticas de derecha del MAS que son también banderas de la oposición.
No hubo ningún golpe de Estado, sino una genuina rebelión popular contra un mal gobierno. Y si la policía y el ejército se sumaron al conflicto fue por la presión de la población, que terminó anulando la capacidad represiva del Estado. No hay que olvidar que el 2012 hubo motines policiales exigiendo mejoras en sus condiciones laborales y salariales y que en 2014 los sargentos y suboficiales del ejército protestaron exigiendo reformas al interior de las fuerzas armadas y acabar con la discriminación, ambas protestas fueron duramente reprimidas por el gobierno; pero no logró anular el malestar subterráneo que fue creciendo en los uniformados de bajo rango que por su forma de vida están más cercanos a la miseria de las grandes masas de explotados y muy lejanos de los privilegios de los altos mandos, este también fue un elemento muy importante en la rebelión popular del 2019 y que no tiene nada que ver con los acuerdos que hizo la cúpula militar y policial con los altos jerarcas del MAS y la oposición para conformar el gobierno de transición.
El gobierno también utiliza la teoría del golpe para meter al mismo saco a todos los que piensan diferente o se movilizan en su contra, pretende ocultar las diferencias abismales que existían entre los actores que se disputaban la dirección de la rebelión del 2019, su objetivo es claro, busca polarizar a la opinión pública nacional e internacional, en un falso dilema que plantea que si no estás con el gobierno del MAS, supuestamente de “izquierda y progresista”, entonces estás con la Vieja Derecha racista y golpista. En resumen: a los trabajadores y al pueblo no les queda otra que cerrar la boca y no molestar al gobierno con reclamos, ni movilizaciones, pues de lo contrario estarían allanando el camino para un “nuevo golpe” y desestabilizando al gobierno. Este es un falso dilema que sólo busca que los hambrientos no reclamen su pan y que los trabajadores no exijan el respeto a sus derechos, pues inmediatamente les lanzarán el mote de “golpistas”.
Los trabajadores y el pueblo chuquisaqueño hemos demostrado que existe una tercera bandera independiente de la nueva derecha masista y de la vieja derecha racista, una tercera opción que desde la política de la clase obrera planteó la unidad del pueblo en torno a una plataforma de lucha con un marcado contenido antiimperialista y opuesto a la política de la clase dominante. Esta tendencia se puede ver claramente expresada en las resoluciones y pronunciamientos del Magisterio Urbano, la COD y el Comité Cívico de Chuquisaca de los últimos años. Yo, como trotskista, decisivamente me adscribo a esta tercera tendencia y en todo momento defendí e impulsé la independencia política y sindical y por esta razón me gané los ataques de los politiqueros del MAS y de la oposición que no dudaron en calumniarme y amenazarme, y en santa alianza han desatado una guerra sucia en mi contra y en contra de las organizaciones a las que representó con el único objetivo de liquidar a la dirección revolucionaria, que es el obstáculo principal que impide que las principales organizaciones chuquisaqueñas caigan en sus garras.
Cuando me encontraba como presidente del Comité Cívico de Chuquisaca combatí incansablemente contra las intenciones del gobierno y de la oposición de apoderarse de la institución cívica y someterla a sus intereses, esta labor no hubiese sido posible sin el apoyo de muchos dirigentes independientes y sobre todo sin el apoyo decisivo de las bases de las diferentes organizaciones chuquisaqueñas que muchas veces obligaron a sus dirigentes a someterse a la voluntad de las mayorías. Eso permitió que se organicen gigantescas movilizaciones y cabildos, por ejemplo en rechazo al Código Penal, en defensa de Incahuasi y por supuesto en la rebelión popular del 2019 donde la bandera de la independencia ganó presencia en todo el país con la realización del Cabildo Nacional y la Caravana del Sur que expresaron las tendencias más radicales del conflicto bajo la consigna de: ¡ni Evo, ni Mesa, ni el Facho Camacho! por lo tanto es completamente falsa la acusación de que hayamos estado ligados a la vieja derecha oportunista, es más, en Sucre todos conocen que por nuestra negativa de ligarnos a la oposición y las logias del Comité Cívico de Santa Cruz, en su momento fui desconocido, por los grupos de la derecha que incluso falsificaron un documento con mi supuesta renuncia al Comité Cívico en pleno conflicto. Cuando varios sectores campesinos reaccionaron legítimamente contra la presencia de los fachos en el nuevo gobierno de transición, que además habían quemado la whipala, la Caravana del Sur decidió frenar su marcha a La Paz para evitar confrontarse con ellos, ya que tampoco estábamos de acuerdo con la presencia de Añez y Camacho en el poder y nuestra lucha era contra el gobierno burgués del MAS y no contra los hermanos campesinos.
Es innegable que la tendencia que representábamos se apoyó en Chuquisaca en los sectores obreros y de trabajadores lo que permitió combatir efectivamente, durante la primera fase de la movilización, la presión de los grupos de la vieja derecha que buscaban a como dé lugar capturar la dirección del Comité Cívico, pero a nivel nacional la debilidad del movimiento obrero que no logró ponerse en pie con sus propias banderas, permitió que en la clase media se terminen imponiendo las tendencias derechistas gracias a la gran campaña mediática que recibió Camacho que para esas fechas ya contaba con el respaldo de los grandes empresarios y las transnacionales que hasta la víspera habían apoyado a Evo Morales y que ante la evidencia de que este ya no podía contener el conflicto decidieron buscar a un nuevo candidato para defender sus intereses, a esto se sumó la traición de Pumari que rompiendo el Bloque Cívico del Sur se alineó con Camacho, anticipando con esto lo que serían sus futuras candidaturas.
Ante la evidencia de que el conflicto era incontenible, afloró en los dirigentes el oportunismo más descarado, Huarachi en persona apareció sumándose al pedido de renuncia del gobierno, masitas y opositores se dieron la mano para asegurar la salida de Evo del país y repartirse las cuotas de poder en el nuevo gobierno de transición. En Chuquisaca la situación no fue diferente pues la vieja y la nueva derecha se habían repartido pegas a diestra y siniestra. Por mi parte renuncié a la presidencia de CODEINCA, ya que ni yo, ni el pueblo habíamos luchado para servir de escalera política para los politiqueros oportunistas, así salimos del conflicto sin manchar nuestro honor revolucionario, ni traicionar a nuestras bases.
Lo que pasa ahora:
Ahora se repite nuevamente el proceso, otra vez afloran los conflictos de los diferentes sectores frente a la incapacidad del gobierno; pero existen marcadas diferencias con el periodo anterior, primero: el MAS está profundamente dividido, por la angurria de poder y franca confrontación entre los bloques que se han conformado en su interior. Segundo: La crisis económica se profundiza y obliga al gobierno a acentuar su política de descargar todo su peso en las espaldas de los trabajadores y las grandes mayorías del país. Tercero: El pueblo tiene fresco en su memoria el recuerdo de lo que fue el desastroso gobierno de la vieja derecha a la cabeza de Añez y sabe que lo único que les interesa a los derechosos es llegar al poder, pero que una vez en el no harán nada diferente a lo que hace el MAS. Cuarto: El proletariado está dando los primeros indicios de levantar cabeza e iniciar el reencuentro con su tradición revolucionaria lo que le permitirá en el futuro barrer a la burocracia sindical y retomar su papel de caudillo nacional.
En ese escenario, el gobierno presionado por la crisis y la falta de dinero, busca meter sus sucias manos al bolsillo de los trabajadores con la gestora pública, el DS 4783 y la destrucción de la CNS, apoyado en su política propatronal está destruyendo a las conquistas laborales de los trabajadores y al mismo tiempo ataca la economía familiar reduciendo el presupuesto a las diferentes regiones y municipios imposibilitando de esta manera que se puedan atender las necesidades de la población en los referente a trabajo, salud y educación.
Todo esto no hace más que provocar la reacción de los diferentes sectores que intensifican las movilizaciones, entonces el gobierno debilitado y falto de respaldo popular acentúa sus rasgos fascistas y represivos para intentar cortar de raíz cualquier posibilidad de una nueva rebelión popular, por eso es que arma procesos contra los dirigentes, criminaliza la protesta y pisotea los derechos sindicales, de estas manera busca liquidar a las organizaciones que se rebelan o se independizan de su control. En ese marco arremetió contra los dirigentes del magisterio de Cochabamba, La Paz y Potosí, encarcela a los dirigentes de los Cocaleros de los Yungas y ahora busca procesar sindicalmente a los mineros que se rebelaron contra la burocracia sindical. De todos estos casos el que nos muestra con mayor claridad el camino a seguir es el del magisterio de La Paz que recurriendo a la acción directa, logró la libertad de sus dirigentes y el reconocimiento de su Federación, consiguiendo además el apoyo de varias organizaciones a nivel nacional, manteniendo en todo momento su diferenciación con las movilizaciones impulsadas por la vieja derecha.
El proceso en mi contra es en realidad un ataque a la independencia política de la Federación del Magisterio Urbano, de la Central Obrera Departamental, del Comité Interinstitucional y de todas las organizaciones que agrupan estos entes matrices. Es un ataque a la posibilidad futura de que la política revolucionaria de la clase obrera vuelva a ser la vanguardia de este país y desplace de los sindicatos, federaciones, CODs y CORs a la burocracia masista.
Si el gobierno cree que con la represión logrará acallarnos se equivoca, no le tenemos miedo a los tribunales, ni a la cárcel, los revolucionarios nos templamos en la lucha y si nos liquidan otros ocuparán nuestro lugar y encabezarán la rebelión que ajustará cuentas con la clase dominante y a sus gobiernos serviles, que hoy destruyen las condiciones de vida de las mayorías para asegurar los intereses de la minoría de ricos y poderosos.
La contraacusación:
Desde el banquillo de los acusados, yo a su vez acuso al gobierno por delitos contra los trabajadores y las mayorías explotadas:
- Por haberle mentido al pueblo con su falso proceso de cambio.
- Por disfrazarse de izquierdista cuando en realidad es la nueva derecha.
- Por ser un gobierno vendepatria, que mantiene el entreguismo y por abandonar a las empresas estatales.
- Por mantener el sometimiento de nuestro país a los intereses del imperialismo y aumentar nuestro endeudamiento.
- Por ser un gobierno antiobrero que destruye las conquistas de los trabajadores.
- Por corromper y burocratizar a los sindicatos, destruyendo la democracia sindical y la independencia política de nuestras organizaciones.
- Por pisotear las ilusiones de los pueblos indígenas, profundizar la destrucción de sus territorios y negarles el derecho a su autodeterminación.
- Por profundizar la destrucción de la educación única, fiscal y gratuita y provocar la caída de la calidad educativa.
- Por no garantizar el acceso de las masas empobrecidas al trabajo, la salud y a los servicios básicos.
Por último, hago un llamado al magisterio, a las organizaciones sindicales y al pueblo en general a manifestarse en rechazo a la persecución política contra los dirigentes revolucionarios y a movilizarse para frenar la política represiva del gobierno.
Somos conscientes de que al habernos entregado por completo a la causa revolucionaria y a la lucha por las banderas del proletariado, nuestro destino personal está estrechamente ligado al destino de la clase obrera y del pueblo explotado, a sus triunfos y a sus derrotas, tenemos claro de que sólo podremos librarnos de la persecución política y del peligro de la represión fascista en la medida en que la clase obrera se levante, retome su papel de vanguardia de la nación oprimida y logre poner en pie su propio gobierno, el gobierno de obreros y campesinos, mientras esto no ocurra continuaremos atorados en el lodo de la pugna entre la vieja derecha racista y la nueva derecha masista.
Sucre, 2 de noviembre de 2022
¡VIVA LA INDEPENDENCIA POLÍTICA Y SINDICAL!