CERCImasas-428

Resolución del CERCI sobre la situación internacional

1. El imperialismo no ha podido cerrar la gran crisis de 2008/9, que se extendió a todo el mundo y se agravó por la pandemia y la actual guerra en Ucrania. Entramos en una nueva etapa de la crisis. Desde los años ´70 explotaron crisis regionales, pero la del 2008 se generalizó y tuvo como centro a EEUU, con una ampliación extraordinaria del parasitismo financiero.

Las potencias imperialistas destinaron varios billones de dólares a socorrer a las empresas para evitar su quiebra. Esa intervención de los Estados más poderosos hizo mucho más ricos a los ya ricos cada vez más concentrados. La tasa de interés cercana a cero durante un largo período estimuló el endeudamiento y sostuvo el consumo.

2. Las potencias capitalistas mostraron su incapacidad y fracaso en preservar la salud de las masas bajo la pandemia, privilegiando sus negocios. Se expresó claramente la guerra comercial, por un lado con la pretensión de los laboratorios farmacéuticos de EEUU de imponer sus vacunas con sus condicionamientos tratando de bloquear el abastecimiento de vacunas por parte de China y Rusia. Por otro la exigencia por parte de esos laboratorios multinacionales para que China abra su mercado

La situación de las masas en todo el mundo es dramática. No deja de crecer el número de los millones de desocupados, de subocupados, de precarizados, hambrientos, migrantes. El capital descarga toda su crisis sobre los más pobres atacando las condiciones de vida y de trabajo.

3. Estamos ante una de las mayores crisis del capitalismo que se expresa en una descomposición irreversible. Ni siquiera la gran destrucción de fuerzas productivas de los últimos años permite su reconstrucción (la guerra es la forma más efectiva de destrucción de fuerzas productivas). La crisis de superproducción de mercancías condiciona toda la economía mundial, mientras el reparto del mundo pactado luego de la Segunda Guerra Mundial está completamente agotado y necesitan un nuevo ordenamiento. Está planteada una lucha feroz por apoderarse de las fuentes de energía, de los minerales raros, del litio, del cobre. La guerra en Ucrania también demuestra que excede el marco regional.

En este cuadro hemos venido caracterizando que se agravó la guerra comercial, dando un salto adelante bajo el gobierno de Trump, especialmente contra China y Europa. La estrategia de “Estados Unidos primero” sintetiza la política de EEUU de restaurar su papel hegemónico en el mercado mundial, y romper los acuerdos bilaterales o multilaterales anteriores. Aplicó fuertes aranceles contra productos chinos y europeos, y modificaciones en sus acuerdos con Canadá y México, pretendiendo por una lado que industrias volvieran a EEUU y por otro frenar el avance tecnológico de China y su creciente influencia en la economía mundial.

Hemos caracterizado que a la par del desarrollo de la guerra comercial también se desataban las tendencias a la guerra bélica, al militarismo.

Como producto de la crisis que no se puede cerrar, ha crecido de forma espectacular el nivel de endeudamiento, de los países, de las empresas, de las familias.

4. La suba de las tasas de interés por parte de EEUU y Europa para contener los altos índices de inflación que se desataron al fin de la pandemia y con el comienzo de la guerra, acelera y potencia el riesgo de esa enorme deuda que puede estallar.

Esa suba de las tasas de interés preanuncia que es inevitable un período de estanflación, de combinación de altas tasas de inflación con una recesión económica. Esta contracción no tendrá nada de saludable para las masas que sufrirán más las consecuencias.

La guerra en Ucrania empujó fuertemente los precios de la energía y los alimentos en todo el mundo, afectando los precios de toda la economía y los mayores déficit de comercio exterior de los países importadores de energía.

5. La guerra provocada en Ucrania por EEUU y la OTAN tiene como objetivo cercar, amenazar y condicionar a Rusia, debilitarla y si pueden, tirar abajo su régimen. Por eso su política es prolongar la guerra. Suministrar el sofisticado y costoso sistema Patriot a Ucrania tiene ese objetivo. La guerra también tiene por objetivo debilitar Europa. EEUU les impuso la guerra. Romper el suministro de gas y petróleo barato para sus economías por parte de Rusia. Romper el avance de las transnacionales europeas sobre el Este de Europa y sobre Rusia. Sancionar la compra de energía a Rusia es un golpe muy duro a la industria especialmente en Alemania por los precios más elevados que tiene que pagar para reemplazarla y por la imposibilidad práctica de poder resolverlo en un corto tiempo. Los sabotajes a los gasoductos en el mar Báltico estaban orientados en el mismo sentido. La premisa de EE.UU. es no permitir que la UE se estabilice y crezca beneficiándose de sus relaciones con Rusia, ya que limita el espacio de EE.UU. que necesita expandirse. Los EE.UU. necesitan limitar la capacidad de la Unión Europea. La crisis capitalista no deja lugar para la competencia con un mercado como la UE.

La guerra comercial sobre Europa se evidencia en el estímulo de EEUU al brexit en Gran Bretaña, y la presión sobre numerosos países para que rompan con la UE. La política de exigir mayor presupuesto para financiar la OTAN llevó al punto más crítico las relaciones bajo la presidencia de Trump. EEUU arruinó los negocios de Francia en la provisión de submarinos a Australia que pasó a formar del acuerdo Aukus con EEUU y Gran Bretaña.

EEUU ha desarrollado una política de presión sobre países de Europa para que se incorporen a la OTAN pasando por encima de Francia y Alemania que eran partidarios de mantener el compromiso de no expandirla más allá de Alemania después de la caída de la URSS. Inició negociaciones directas con cada país y presiona a todos los integrantes para que incrementen su presupuesto al 4% para sostenerla y que también le compren sus armamentos. La ausencia de resistencia de la UE ante la ofensiva de EEUU, que le impone toda la línea, es una muestra de agotamiento de las relaciones, por lo tanto es de fuerte crisis interna.

La guerra es también un negocio para un sector de empresas vinculadas a la producción de armamentos, que se ha transformado en una de las más rentables junto con las energéticas.

6. La OTAN se expandió a Asia. La decisión de Japón de duplicar el presupuesto militar es una muestra de la escalada militar. Corea del Sur amenaza a Corea del Norte bajo el pretexto de las armas nucleares. Ese antagonismo que viene desde la Segunda Guerra tiende a ser más feroz en las actuales condiciones de guerra en Ucrania y en los preparativos de Estados Unidos contra China. El creciente armamento de Taiwan es una demostración de esos preparativos. La OTAN también busca extenderse en América Latina. EEUU presionará a Brasil para reactivar su proyecto en la base de Alcántara para transformarla en base de la OTAN.

La crisis mundial arrastra a América Latina para el precipicio. Sus gobiernos, aún los más nacionalistas, se muestran incapaces de reaccionar a la ofensiva de EE.UU. en el Continente. La crisis económica y política tiende a agravarse e impulsar la lucha de clases. El enfrentamiento a la escalada militar en todo el mundo, y, en particular en América Latina, exige organizar el movimiento revolucionario anti-imperialista, bajo la dirección del proletariado.

La reciente visita de Macron a Biden en EEUU estuvo dirigida a cuestionar las medidas proteccionistas que afectarán a Francia y Europa por la concentración de la producción de microprocesadores, energía renovable y el extremo proteccionismo de EEUU. Las medidas apuntan directamente a China pero no dejan de golpear a Europa. La política de Biden es continuidad de la aplicada por Trump. Su política es tan extrema que prevé retirar la ciudadanía a quienes trabajen en empresas que rompan el bloqueo. Washington presiona a los fabricantes europeos de microprocesadores para que apoyen su veto a la entrega a China. El Gobierno de los Países Bajos, el país más relevante en el mercado del chip, advirtió a sus fabricantes que las condiciones del mercado se van a endurecer. Además, EEUU dará subsidios por 430.000 millones de dólares para la producción nacional, violando las normas de la OMC.

Por su parte una delegación de Alemania, con la participación de sus empresas más grandes viajó recientemente a China con el objetivo de mantener el intercambio comercial que es vital en un momento de profunda crisis de su economía que entra en profunda recesión. Han observado que China había impuesto restricciones comerciales en algunas áreas. El mercado Chino es el más importante para su comercio exterior desde hace 6 años.

La OTAN y la cumbre de fines de junio en Madrid es una declaración abierta de una nueva “Guerra Fría” entre Estados Unidos y China. Como Biden declaró formalmente en su documento “Estrategia Nacional de Seguridad”, publicado en octubre: “Rusia es el enemigo inmediato, pero China es la verdadera amenaza”.
La economía China crece a tasas inferiores del período anterior a la pandemia, producto de sus severas medidas anticovid y los desastres económicos que generó el desarrollo inmobiliario. A su vez este menor crecimiento impacta sobre la economía mundial, acostumbrada a que China fuera su locomotora. La política de la burocracia china aparece más proteccionista y preparándose para un largo conflicto con EEUU que ha declarado expresamente que es su enemigo y quiere bloquear su desarrollo económico.

7. La descomposición capitalista ha potenciado a los sectores más derechistas y autoritarios de la burguesía y crece su prédica y sus acciones contra las formas democráticas que no pueden sostenerse debido a la fuerte presión por acabar con los derechos laborales, previsionales, atacando fuertemente las condiciones de vida de las masas. Los gobiernos reformistas, de conciliación de clases, tienen escaso margen para realizar concesiones o para contener los ataques ante la fuerte presión del imperialismo, agotándose rápidamente las ilusiones de las masas y llevando a un choque prematuro de los gobiernos electos con los oprimidos. Este es un fenómeno de la crisis mundial que va desde las provocaciones del nuevo gobierno ultraderechista en Israel y su escalada contra el pueblo palestino y contra Irán, hasta la reciente caída del gobierno de Castillo en Perú.

8. Asistimos a un gran crecimiento de las luchas obreras en Europa especialmente este año, rechazando el elevado costo de vida, reclamando ajustes salariales, protagonizando luchas extraordinarias. Recientemente hubo huelga general en Bélgica y en Grecia. El ataque a las condiciones de vida y de trabajo impacta en todo el mundo y empuja a la lucha. En EEUU la clase obrera viene poniéndose de pie con luchas formidables como la que prepararon los ferroviarios durante largos meses. También en América Latina los explotados se lanzan a la lucha, ganando las calles y chocando con los Estados policiales. Estamos asistiendo a una tendencia creciente de lucha de la clase obrera a nivel internacional. Las masas salen radicalmente a la lucha pese a sus direcciones colaboracionistas y burocráticas.

Es fundamental para la vanguardia la lucha por la unidad de la clase obrera y todos los oprimidos, combatiendo firmemente las políticas de conciliación de clases de la burocracia y las izquierdas reformistas y centristas. Es fundamental aplicar el método y la concepción del Programa de Transición, que partiendo de las condiciones concretas de la lucha de clases, permita tender un puente hacia la estrategia propia de poder. Es necesario dar expresión organizativa y política a ese programa común que unifique a los explotados en todo el mundo haciendo consciente el balance de las recientes luchas de las masas en las metrópolis y en semicolonias frente al capitalismo en descomposición.

Es evidente la terrible crisis de dirección, la necesidad de conquistar la independencia de la clase obrera, política y organizativa, recuperando las organizaciones sindicales pero más importante recuperar su estrategia, construir su partido revolucionario marx-leninista trotskista en cada país como parte de la dirección Internacional, reconstruyendo la IV Internacional, el Partido Mundial de la Revolución Socialista. Cabe al CERCI impulsar esa tarea. No hay ninguna salida progresiva bajo el capitalismo que solo nos depara la barbarie en todas sus formas, estamos frente a una situación de catástrofe social. Sólo la revolución social acaudillada por la clase obrera que instaure la dictadura del proletariado, podrá poner fin a la descomposición capitalista.

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