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Las concesiones hidroeléctricas deben pasar a manos de los estados nacional y provinciales

Es inminente el vencimiento de las concesiones hidroeléctricas, que desde ahora y en los próximos años deberán terminarse, como bien alertan Mempo Giardinelli y la Carta del senador Oscar Parrilli a la secretaria de Energía Flavia Royón.

Producto de la reforma menemista, a estas privatizaciones por 30 años les tocan vencimientos a partir del próximo 11 de Agosto, empezando por las más grandes centrales hidroeléctricas de la región del Comahue: El Chocón, Arroyito, Planicie Banderita y Alicurá. Deben volver al único dueño, que es el Estado Nacional con participación de algunas provincias. Parrilli sugiere que la Secretaría informe “con la suficiente anticipación… que al terminar los contratos no habrá renovación, ni nuevas concesiones y que las represas volverán al dominio del Estado nacional tal y como lo indican los contratos”.

Hoy es imperativo el urgente rescate del manejo estatal de la energía, de explotación de esas centrales, con participación mayoritaria del Estado Nacional y las Provincias involucradas, sin intervenciones privadas.

La disputa se intensificará a partir de Agosto y por lo menos durará cuatro años, en que vencerán 17 concesiones en el sector hidroeléctrico, cuya generación representa un 20% del total del Mercado Eléctrico Mayorista.

Parrilli afirma que no hubo inversiones de los concesionarios privados para el mejoramiento y expansión del sistema hidroeléctrico. “Si bien las concesiones generaron abultadas ganancias durante todos los años, esa renta no redundó en inversiones para el mejoramiento y expansión del sistema hidroeléctrico. Más bien ocurrió lo contrario porque la potencia instalada redujo notoriamente su participación en el sistema eléctrico argentino, que pasó del 43 al 25 por ciento, según datos oficiales”. Denuncia que “según los informes del Banco Central estas concesionarias formaron parte de la extraordinaria fuga de divisas acontecida durante el gobierno de Mauricio Macri”.

Sobre las represas del Comahue, Parrilli presentó en noviembre un proyecto de ley para que “al vencimiento de la concesión sean administradas por Enarsa en sociedad con las tres provincias patagónicas”. Dando garantía y seguridad a los trabajadores de su efectivo traspaso a Enarsa y en condiciones, también que se debe contemplar el estado actual de multas, sanciones y demás incumplimientos de las concesionarias (refiriéndose a casos conocidos de pérdidas de agua en la localidad de Neuquén) y reclama que se inicien las negociaciones con los gobiernos provinciales para acordar los términos y mecanismos de la futura administración”.

Habrá que chocar con los intereses privados al servicio de mandantes extranjeros, que tienen sus abogados, medios de comunicación y políticos, y millones de dólares para corromper voluntades. No debemos olvidar su principio, de que el Estado debe estar al margen de cualquier actividad económica, a la que se han subordinado todos los gobiernos. Sólo la intervención decidida de la clase obrera, con sus propios métodos, acaudillando a la mayoría oprimida puede defender este patrimonio contra la voracidad parasitaria del gran capital.

 

(nota de MASAS nº429)

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