La lucha popular fue, es y será el camino para liberar a los rehenes de la burguesía y dar por tierra con sus nefastas políticas represivas
Luego de las infames medidas de neto corte fondomonetarista, llevadas adelante por la titular de Desarrollo Social, V. Tolosa Paz (FdT) en los que miles de trabajadores desocupados fueran despojados a lo largo de estos últimos 6 meses del único magro ingreso que representan los Potenciar Trabajo, la Unidad Piquetera dispuso un plan de lucha nacional que tuvo su epicentro represivo en la Pcia. de Mendoza bajo la llamada “doctrina Bullrich”.
Allí dos militantes del Polo Obrero y una Compañera del FOL fueron privados de su libertad por el gobierno de Rodolfo Suárez (FCM) con la complicidad del Poder Judicial local.
¿Las causas?… representar la lucha de los sectores empobrecidos que cargan sobre sus espaldas las permanentes y criminales políticas de ajuste, de hambre y saqueo que dicta el imperialismo.
Ningún “derecho democrático” asiste a quienes pelean dignamente por mejores condiciones de vida, por salarios acordes según se incrementan los precios de los bienes esenciales como el alimento, el transporte, las tarifas de los servicios básicos…
Una provocación sobre otra
En este marco de desfinanciamiento del Estado quitando mayor presupuesto para las políticas sociales, a la educación, a la salud, a la vivienda, al trabajo, vale más para la clase dominante la hipócrita figura que levanta sobre el libre derecho a la circulación que las legítimas razones que impulsan a miles de trabajadores a ganar las calles para no perecer ante el programa irreductible del acuerdo con el FMI y todas sus aciagas consecuencias.
La figura “delictual” de la reiterancia, engendro jurídico elaborado por Bullrich-Cornejo, para los que se quejen frente a la rampante injusticia en Mendoza, y que empieza a tener macabros imitadores en otros puntos del país, fue el “preclaro” argumento para detener a los compañeros e intentar acallar, regimentar, la bronca popular en las calles.
Pero la unidad en la lucha, que el martes 21 se constituyó en piquetes a lo largo y ancho de la Argentina, decretó la derrota de este infeliz experimento a todas luces antiobrero.
¡Unidad de los trabajadores!
En Mendoza, en Buenos Aires, en 100 puntos del país, la masiva movilización que exigió la libertad de Lorena y de Martín, expuso el curso de los acontecimientos, en que oficialistas y “opositores” parecieran desenvainar sus espadas cuando la cosa se les empieza a ir de las manos y dejó en claro que hoy, como ayer, la única garantía de avance para el conjunto de los oprimidos y explotados es la unidad de los desocupados codo a codo con la clase obrera, para derrotar la criminalización de la protesta social, por la defensa de las libertades democráticas frente a los verdugos patronales y a sus dóciles empleados de turno en los gobiernos.