La inflación de febrero fue del 6,6%

El rubro que más aumentó fue el de “Alimentos y Bebidas” un 9,8%, principalmente por el aumento de la carne y los productos derivados de la leche. Los alquileres en la ciudad de Buenos Aires, aumentaron un 13% solo en un mes. En los últimos doce meses la inflación ya acumula un 102,5%.

Cabe señalar que el INDEC publicó también cuanto necesita una familia para no ser considerada indigente que son $80.483, quedando el salario mínimo por debajo ya no solo de la línea de pobreza oficial, sino también de la indigencia.

En el gremio textil los últimos acuerdo firmados en octubre y noviembre pasado ya quedaron por debajo de la inflación prevista, los básicos están lejísimos de la canasta familiar ($350.000) y en algunas categorías ya son prácticamente de indigencia. Las direcciones de los sindicatos (SOIVA; SETIA; Cortadores) ya están negociando de espaladas a las bases, no informan nunca cuánto solicitan y nunca toman alguna medida de lucha para defender nuestro salario.

La única forma de defender nuestro salario es si se actualiza todos los meses con el aumento de precios. Tenemos que rechazar los acuerdos miserables en varias cuotas que el gobierno y las patronales quieren imponer. Hay que organizarnos en todas las fábricas y talleres por que el salario mínimo cubra el costo de la canasta familiar y se ajuste mes a mes acorde al aumento de precios.

Nuestra Clase, 20/03/2023

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Comunicado de los trabajadores de Algodonera Avellaneda (del Grupo Vicentín) sobre la situación en la fábrica de Buyanor

Lunes 20 de marzo de 2023

En el día de la fecha, queremos compartir una situación que se viene dando, y unos reclamos que nos hicieron llegar compañeros de Buyanor S.A. hartos de los maltratos y otros hechos en esa empresa.

Buyanor es una empresa que está ubicada en el complejo Vicentín, en la ciudad de Avellaneda Santa Fe, y que fabrica entre otras cosas pañales descartables, algodón ESTRELLA BABY.

Sus obreros supieron manifestarse y sumarse a la huelga que realizamos en 2011 y hoy vuelven a levantar la voz.

Hace aproximadamente un mes, los obreros de Buyanor S.A. decidieron hacer un paro que duró más de una hora por varios reclamos. Pero el detonante fue el calor insoportable de más de 40° dentro de la planta ya que no funcionaba el equipo de frío hace más de 45 días y no había ni un solo ventilador porque habían sido llevados a arreglar. Pero a la empresa eso no le importaba, ni tampoco se preocupaba por las condiciones en que los obligaban a trabajar. Como todos sabemos, lo único que les importaba es la PRODUCCION que les genere sus pretendidas ganancias a costa del cuerpo de los trabajadores.

Con ese paro de poco más de una hora, movió de sus sillas y sus despachos de confort a los jerárquicos, y Julián Campos, jefe de personal se presentó con las amenazas de llevar a un escribano y de quitarles las horas extras como si fueran premios a la explotación. También apuntó contra los cambios de turno que hacen los obreros cuando necesitan participar de fiestas de cumpleaños de familiares y otros eventos de importancia que siente cada trabajador.

A pesar de la respuesta soberbia con la que acostumbra a tratar Buyanor a sus empleados, no tardaron un día en traer los ventiladores y hacer funcionar el equipo de frio. Un trabajador nos decía: “llegamos a la conclusión que hay que meterles del dedo en el c…. para que te den bola”. Y el sindicato como siempre brillando por su ausencia. El nuevo secretario Bandeo apareció una vez que todo estaba resuelto.

Pero Julián Campos, lejos de reconocer los reclamos, apunta al apriete y amenaza para sacar información de quiénes decidieron llevar adelante la medida de fuerza. Aprietan también pidiendo producción con máquinas que tienen muchos años y ya no están en condiciones para producir lo que piden.

Desde ya, nos solidarizamos con los trabajadores de Buyanor y apoyamos su lucha que es también la nuestra.

Vamos por la unidad compañeros!

La necesitamos para terminar con toda injusticia tanto en Buyanor, como en Algodonera Avda y todas las empresas que sienten el desprecio y el maltrato de sus patrones.