Significado político del voto en blanco en Tierra del Fuego
Los 22.083 votos (21.59%) en blanco de las elecciones del 14 de mayo en Tierra del Fuego han colocado a la Provincia en el centro de la situación política nacional. Ya en otras ocasiones se habían registrado porcentajes similares para la Legislatura Provincial, siendo ésta la primera oportunidad – desde el comienzo de las elecciones en 1991 – en la que estos porcentajes aparecen para una elección ejecutiva.
El contubernio entre el actual Gobernador Melella (FORJA) para integrarse a Unidos Hacemos Futuro (Frente de Todos provincial) estuvo motivado en desalentar la presentación de posibles candidatos a Gobernador que le pudiesen competir, dándoles como moneda de cambio las elecciones a Intendente en Ushuaia, Río Grande y Tolhuin. Así fue como obtuvo el 51.26% de los votos frente a Stefani, candidato del PRO quien obtuvo 11.05%: 40 puntos menos. Y de igual forma, Unidos Hacemos Futuro conquistó fácilmente las intendencias.
En los cargos a diputados provinciales la tendencia se reforzó y hubo entre votos en blanco y nulos casi 30%. Resultados similares pudieron observarse a lo largo y ancho de la Provincia para los cargos a Intendente y Concejales. Si a esto le sumamos casi el 30% de abstención electoral podemos darnos una magnitud del cuadro general y del significado de los resultados.
Los 700 despidos metalúrgicos en Río Grande en las fábricas Brightstart y Solnik, disfrazados bajo el eufemismo de “no renovación de contratos”, se dieron en el marco del anuncio de las elecciones a delegados de principios de mayo. Algunos de ellos siendo planta permanente fueron igualmente despedidos. A esto se sumaron los 200 despidos en la metalúrgica New San de Ushuaia, obligando a la burocracia de la UOM a convocar un paro de 48 horas para no verse sobrepasados por la bronca de las bases.
No es una novedad el profundo retroceso laboral en la Provincia con los metalúrgicos y textiles viendo terriblemente empeoradas sus condiciones laborales. Los contratos basuras, fundamentalmente en metalúrgicos, constituyen hoy la moneda común, con la connivencia tripartita de burocracia, patronal y Gobierno Provincial. De esta forma podemos darnos una noción aproximada del fenómeno del voto en blanco, con la clase obrera en Tierra del Fuego desarrollando una lucha importantísima, aunque incipiente. También los estatales (ATE) han reclamado la urgente reapertura de paritarias, ante la bronca acumulada en el sector, donde SUTEF (docentes) ha lanzado un paro para el 30 de mayo.
Las masas están comenzando a experimentar en carne propia la incapacidad de las legislaturas y candidatos para resolver cualquiera de sus principales reivindicaciones, y así aparecen estos porcentajes de rechazo altísimos o, en otras ocasiones, la elección a candidatos “anti-sistema”. No reviste ninguna seriedad el análisis de Miguel del Pla que sostiene que estos votos se explican “en gran parte por el sistema electoral de boletas separadas por categoría y la multiplicidad de pequeños partidos que solo se presentaban para concejales o para legisladores. También puede haber sido en parte (¿?) un voto de repudio” (Prensa Obrera 16/05/2023). Como se mencionó, al revisar los números a concejales y legislaturas, se ven porcentajes similares, echando por tierra esta elucubración.
¿A qué se debe este falso análisis? El FIT-U parte de un razonamiento totalmente errado. Desde su lógica, la bronca y las luchas en curso deberían concluir en un supuesto voto a sus candidatos, cuestión que solo excepcionalmente se ha dado en la realidad. La experiencia de las masas con sus diputados y legisladores provinciales ha mostrado que su intervención no ha significado un avance en la conciencia de los explotados o un nuevo punto “para fortalecer la lucha” sino todo lo contrario. El FIT-U es un obstáculo para la unidad en las luchas, un obstáculo para politizar a las masas y, por todo esto, un obstáculo para la independencia política de la clase obrera.
El peligro evidente es que estas luchas terminen siendo derrotadas por su aislamiento o queden diluidas en nuevas expectativas en futuros candidatos, lo que la burguesía ya comienza a planificar con montañas de dinero y propaganda. La única posibilidad que estas luchas e incipiente rechazo político se transformen en conciencia revolucionaria y se desarrolle como una referencia para el país, es si logra entroncar con la dirección política revolucionaria. Como se ha mencionado en otros artículos, la situación está mostrando un terreno favorable para las ideas revolucionarias y la intervención del Partido Obrero Revolucionario.