El baño de sangre de San Juan – Guillermo Lora (extracto)
Bolivia – 24 de junio de 1967 │ EL BAÑO DE SANGRE DE SAN JUAN
Guillermo Lora (extracto)
Del 9 al 23 de junio la tarea de los dirigentes se circunscribió a preparar el Ampliado Minero, que venía proyectándose como una reunión de varios sectores (fabriles y universitarios aseguraron su asistencia). El objetivo de la actividad represiva gubernamental era por demás concreto: evitar por todos los medios la realización del anunciado Ampliado, porque había el peligro de que en esa reunión se pusiese en pie un poderoso comando del ascendente movimiento revolucionario. Durante estas jornadas Siglo XX y Catavi, de un modo natural, volvieron a jugar el papel de dirección nacional del movimiento obrero.
En vísperas de la masacre llegaron al distrito de Catavi decenas de agentes del DIC, destacados desde La Paz, con la misión de apresara los dirigentes obreros. Circularon rumores alarmantes en sentido de que se pretendía eliminar físicamente a Isaac Camacho, que estaba actuando clandestinamente, a Reyes, a Chacón, a la sazón Secretario General del Sindicato de Siglo XX, y a Valle, este último notorio líder porista del interior de la mina. Los obreros aguzan su vigilancia en ese ambiente electrizado. Cirilo Valle murió más tarde en la región de Cochabamba cuando se desempeñaba como obrero caminero.
La zozobra creció cuando los trabajadores se dieron cuenta que el día 21 el gerente Sahonero (compadre de Barrientos, según el rumor popular) abordó una avioneta de la fuerza aérea para trasladarse a La Paz, de donde retornó al día siguiente. Se dijo que el director técnico de la empresa ultimó con el general Barrientos los detalles del inminente ingreso de las tropas del ejército a los campamentos. “El acompañante del gerente Sahonero fue el actual Superintendente, Carlos del Pozo, puesto creado gracias al favor político y que en la práctica tenía a su cargo la dirección de operaciones de los agentes de policía”.
El Secretario de Relaciones de la FSTMB proporcionó la información que sigue: “El día 23, en las primeras horas de la noche, comenzaron a llegar algunas delegaciones fraternales, como fabriles de Oruro y Cochabamba invitados al ampliado minero. Sorteando la persecución sistemática nos constituimos con anticipación para el verificativo del ampliado en representación de la FSTMB. Correspondió al Secretario de Relaciones que suscribe esta información adoptar las medidas de organización para el examen democrático de los problemas”.
Los militantes porístas proporcionaron datos más amplios y según ellos arribaron ese día a Siglo XX gran parte de las delegaciones mineras, representantes fabriles de Santa Cruz, además de los indicados más arriba, y los universitarios paceños. Mientras tanto, los obreros se disponían a festejar, como siempre lo hacen cada año, la noche de San Juan, festividad tradicional en el campo, los centros mineros y hasta en las
ciudades; para el grueso de las gentes los demás problemas (sindicales y políticos) pasaron a segundo plano.
Poco antes, los trabajadores en asamblea acordaron un pacto político-sindical con los partidos de izquierda (POR, los dos partidos comunistas, PRIN y MNR). Una de las finalidades de este frente era la de luchar por la defensa de los sindicatos y la reposición de sueldos y salarios. Los partidos que intervinieron en el pacto se comprometieron a realizar guardia en el local del sindicato de Siglo XX. En la noche de San Juan le correspondió el turno al Partido Comunista pro-Moscú, lo que explica que uno de sus dirigentes fuese fusilado por las tropas invasoras.
A las ocho de la noche Siglo XX y Catavi cambiaron totalmente de aspecto, a la tremenda tensión social siguió el ambiente de fiesta. Las fogatas agigantaban las sombras de los hombres y de las edificaciones chatas.
“Dos días después de que el presidente René Barrientos dijo a la nación que había sostenido conversaciones satisfactorias con los representantes de los mineros, el choque más serio que se haya producido en los últimos años tuvo lugar entre esos mismos mineros y las Fuerzas Armadas Bolivianas, el sábado 24 de junio” (R. Vásquez Díaz).
Sin que los obreros en fiesta se pudiesen enterar, fracciones del regimiento Rangers ocuparon los dispersos campamentos de Siglo XX. A los pocos minutos las tropas se desplazaron hacia la Plaza del Minero, dominada por un monumento, el local sindical de piedra, donde funcionaba la notable radioemisora “La Voz del Minero”.
“La Patria” sobre estos acontecimientos: “a las 4 y 55 de ayer, las poblaciones mineras de esta zona, amanecieron con un intenso tiroteo. Se escucharon disparos de fusiles, ametralladoras y explosiones de dinamita, cuando las fuerzas del ejército y de la Policía Minera ocupaban los campamentos mineros en sangrienta acción”.
Cayeron asesinados los obreros Emiliano Acho, lsaac Casorla, Cupertino Caballero, Berna de Condori, Rosendo García Maisman., Doroteo Gonzáles, Avelino Laime, Aniceto Inocencio Laíme, Alejandro Mamani, Ponciano Maman¡, Humberto Sanabria, Gilda Sánchez Delgadillo, Nicanor Tórres Barroso, Mario Vargas.
Una de las emergencias de la Masacre de San Juan fue el apresamiento y posterior asesinato del líder minero y revolucionario Isaac Camacho.
(Reproducido en MASAS nº2750 – POR Bolivia)