La brusca devaluación del peso ordenada por el FMI potencia el caos de la economía con un desborde inflacionario imparable que destruye nuestros ingresos
Imponer el paro general a la CGT para exigir el inmediato ajuste de salarios y jubilaciones, ¡basta de colaboracionismo con el capital financiero!
El Gobierno sabía perfectamente las consecuencias que traería una brusca devaluación, combinada con el aumento extraordinario de las tasas de interés y ajuste de tarifas. Inmediatamente se reprodujeron las remarcaciones en todos los rubros con aumentos de los precios por encima de la devaluación. Hay sectores que están desabastecidos y paralizados porque no saben hasta dónde pueden seguir escalando los precios.
El dólar negro o blue y los dólares financieros también se multiplicaron por encima del porcentaje de devaluación aplicado a la cotización oficial.
El Gobierno acordó con el FMI antes de las elecciones aplicar estas medidas que se anunciaron el día después de las PASO. Ha perdido completamente el rumbo siguiendo los planes del capital financiero que han provocado desastres en todo el mundo. ¿Qué espera lograr con estas medidas? Congelar las devaluaciones y tarifazos hasta después de las próximas elecciones, cargar todo el peso inflacionario en la primer semana y que después se “tranquilicen” los precios.
Pero lo que no puede esperar un día más es la situación dramática de la mayoría que no puede comprar ni los alimentos más necesarios, ni pagar las tarifas, ni los alquileres. Ni siquiera tienen un peso en el bolsillo para salir a comprar anticipadamente lo más necesario sabiendo que en los próximos días tendrá un gran aumento en el precio. Todos sabemos qué pasa con los precios cuando hay semejantes devaluaciones.
No se puede esperar un solo día a recomponer nuestros ingresos, hay que exigir que nos paguen ya las quincenas y los salarios, que nos paguen semanalmente, y que haya un ajuste inmediato que reponga por lo menos lo que perdimos en estos últimos días. Y un plan de lucha generalizado de todos los trabajadores para imponer un mínimo que cubra el costo de la canasta familiar. Estamos frente a un ataque de conjunto a todos los trabajadores, no se puede resolver sindicato por sindicato, convenio por convenio. Estamos en una emergencia que destruye simultáneamente nuestros ingresos para todos, la respuesta debe ser colectiva, de todos los trabajadores sin excepción, registrados o no, afiliados o no a los sindicatos.
Promovamos asambleas y reuniones en todos los lugares de trabajo y estudio, en los barrios, para debatir cómo llevamos adelante esta lucha, cómo rompemos con las direcciones de los sindicatos y las centrales que nos tienen atados de pies y manos y amordazados para que no reaccionemos ante este ataque en nombre de defender al gobierno y a su candidato, agente del FMI.
¡¡¡BASTA DE COLABORACIONISMO!!! Independencia política y organizativa frente al gobierno, las patronales y las elecciones