Estados Unidos: La mayor oleada de huelgas en 50 años, 900 focos de conflicto activos

Guionistas, actores, trabajadores metalúrgicos, empleados de la compañía postal y el gremio de camioneros son algunos de los sectores que se manifestaron. Julio fue uno de los meses con mayor actividad sindical en tres décadas.

La prensa afirma que el fenómeno se debe, en parte, a que la pandemia atrasó actualizaciones salariales.

La huelga más conocida es la de los actores, guionistas y empleados de Hollywood sindicalizados en el gremio SAG-AFTRA, que comenzó el 14 de julio. 17 mil actores y 11.500 guionistas reclaman por salario y contra el impacto de la Inteligencia Artificial en la industria, entre otras exigencias.

Recientemente se evitó una medida de fuerza de 340 mil empleados de la compañía postal United Parcel Service (UPS), que tendría un impacto de diez días de huelga, con el anuncio de la aprobación de un nuevo contrato nacional de 5 años, acordado por la burocracia que dirige el sindicato International Brotherhood of Teamsters diciendo que es el más favorable para los trabajadores en la historia.

Contiene salarios por debajo del nivel exigido por los trabajadores a tiempo parcial, congela las contribuciones patronales a las pensiones y solo añade 7.500 nuevos puestos de trabajo a tiempo completo en cinco años. El publicitado salario inicial de 21 dólares por hora para los trabajadores a tiempo parcial, (dos tercios de los trabajadores), deja a los trabajadores en la pobreza y se anula en gran medida por el hecho de que muchos ya ganan esa cantidad o más.

Durante meses, la burocracia lanzó una campaña de estar “listos para la huelga” para terminar presentando un contrato favorable a la empresa y que ya había sido elaborado de antemano con la patronal, como producto de la presión de las bases y de una amenaza de huelga. En las negociaciones participó la Administración de Biden. La burocracia empezó a amenazar a los trabajadores con que sufrirían penurias económicas si votaban en contra del acuerdo y se declaraban en huelga.

También Amazon y Mc’Donalds tuvieron este año experiencias similares, aunque menores. Este año pararon baristas, conductores de transportes de los parques nacionales, vendedores de libros, abogados, trabajadores de plantas de locomotoras, productores de crema, amas de llaves de hoteles y trabajadores de cervecerías.

Para septiembre se espera otra gran huelga de unos 150 mil metalúrgicos por la que ya votaron masivamente en los sindicatos locales y en las tres grandes automotrices de la ciudad de Detroit (Ford, Stellantis y General Motors), que reclaman ajustes de dos dígitos en sus salarios. El Gobierno intenta evitar el conflicto antes que caduque el contrato de los trabajadores de las automotrices el 14 de septiembre, ya que el sindicato United Auto Workers (UAW) está profundamente desacreditado y la organización de la oposición en las bases ha crecido más que en otros sectores. Llevan años de descenso del nivel de vida, horarios de trabajo agotadores y beneficios empresariales récord.

La Universidad de Cornell hizo un análisis a principios de agosto de las huelgas en curso, y el estudio arrojó un total de 900 focos de conflicto activos de diversa intensidad en EE.UU. Según la BBC, la tendencia crece desde 2022, reveló que entre 2021 y 2022 hubo un aumento de casi el 50% en el número de trabajadores involucrados en grandes medidas de fuerza. Proyectan para 2023 que la actividad sindical se mantendrá o crecerá.

Hasta agosto se contabilizaron este año 44 grandes movilizaciones con miles de empleados. Bloomberg Law informa que 323 mil empleados participaron de medidas de fuerza en 2023 (el número más alto desde el 2000, a excepción de la ola de huelgas docentes entre 2018 y 2019).

Además de atraso salarial que dejó la pandemia, EEUU soporta una inflación que llegó al 9% en 2022 -la más alta en décadas-, que en junio de 2023 bajó al 3% anual. Los salarios más altos superaron la inflación y alcanzaron un promedio de 33,58 dólares por hora, un aumento anual del 4,4%.

 

Los norteamericanos, a favor de la sindicalización 

Según Gallup, en 2022 el 71% de los estadounidenses aprobaban los sindicatos, una cifra que no se veía desde 1965. El apoyo a la sindicalización creció de manera constante desde la denominada Gran Recesión (crisis de 2008) y tuvo un salto durante la pandemia de covid-19. El Washington Post realizó una encuesta entre sus trabajadores no sindicalizados y la mitad se manifestó a favor de que se conforme un gremio.

 

La lucha de guionistas y actores

Se formaron piquetes frente a las oficinas de HBO y Amazon en Nueva York, dos imperios del entretenimiento mundial, por la huelga de actores.

El sindicato lleva recaudados más de 15 millones de dólares para ayudar a “miles de actores” que se enfrentan a dificultades económicas. “Nos hemos preparado económicamente de cara a los próximos seis meses. Y lo cierto es que estamos aquí para ganar”, dijo la presidenta de SAG-AFTRA.

El piquete se hizo con un gran grupo de actores que acompañó a la protagonista de “La Niñera” en una nueva jornada de un reclamo que busca mejores salarios para los trabajadores del sector. Drescher expresó su agradecimiento por el entusiasmo y el compromiso con la huelga, destacando la importancia de mantenerse unidos y firmes en esta negociación. “No podemos volver al pasado, las cosas han cambiado”. El gremio de actores está de huelga desde el 14 de julio y prevé extenderse al menos seis meses, luego del fracaso del acuerdo sobre un nuevo contrato con la AMPTP (que integran Amazon, Disney, Netflix, Sony, Discovery, Apple, NBC Universal, Paramount y Warner Bros).

Drescher presidenta del sindicato de actores de Estados Unidos (SAG-AFTRA) y líder de las manifestaciones rechazó la idea de que todos los actores son ricos y afirmó que la gran mayoría “son trabajadores que intentan ganarse la vida, pagar el alquiler, llevar comida a la mesa y mandar a sus hijos al colegio”. “Todo lo que ves, lo que disfrutas, lo que te entretiene, son escenas llenas de gente que no gana mucho dinero”.

La “doble huelga” de guionistas y actores de Hollywood -la primera desde 1960- ha costado a la industria del entretenimiento y a la economía de California varios millones de dólares al día.

Trabajadores del New York Times inician una huelga masiva por primera vez en 40 años. Reclaman un aumento salarial del 5%.

Más de mil periodistas y empleados del histórico diario llevaron a cabo un cese de tareas por 24 horas. Denuncian que la empresa demoró por dos años la actualización de los haberes.

Desde el sindicato The NewsGuild of New York, que nuclea a 1300 trabajadores de prensa, aseguran que las negociaciones con la empresa se dilataron demasiado y exigen revisar el contrato que venció en marzo de 2021. La patronal ofrece un ajuste promedio de 2,87%, alejado del reclamo del gremio de periodistas. La corresponsal Dana Goldstein, con seis años trabajando para el diario, dijo que el ofrecimiento que hizo la empresa “es desalentador”, sobre todo en un momento de despidos masivos en los medios de comunicación y el aumento del costo de vida.

Otro punto de conflicto es el monto del salario mínimo, que actualmente alcanza los 45.000 dólares por año. El sindicato pidió que la suma aumente por lo menos a 65.000 dólares.

La patronal anunció que no les iban a pagar durante la huelga y les pidió a los trabajadores trabajar horas extra para compensar las horas que durara el paro.

Es muy importante el crecimiento de la actividad sindical en EE.UU. que está obligando al gobierno a recurrir a la burocracia sindical para frenar las luchas, para imponer acuerdos de espaldas a los reclamos de los trabajadores, para impedir o limitar las huelgas, intentando disciplinar a los trabajadores, como hicieron el año pasado para impedir la huelga ferroviaria, mientras se prepara para una guerra militar en mayor escala.

El levantamiento de los trabajadores norteamericanos es de fundamental importancia para frenar y derrotar el militarismo de su gobierno.

Es fundamental la lucha por la independencia política de la clase obrera, recuperando los sindicatos, arrancándolos de la intervención del Gobierno y las patronales, y sobretodo construyendo el partido revolucionario, que exprese la lucha por el poder para la clase obrera, por la revolución social.

(nota de MASAS Nº441)

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