Milei quiere terminar con las empresas del Estado para entregarlas al capital financiero
Fiel a su definición del Estado dice que “intentará privatizar las 34 empresas estatales” ya que el Estado debe desentenderse de toda actividad que no sea la que él considera esencial. Entre ellas reestructurar y reconvertir YPF para entregar las acciones del Estado al mercado.
Su admiración por Menem-Cavallo es consecuente con sus concepciones políticas. Fueron responsables de la mayor entrega, saqueo y corrupción de la historia.
No solo rechazamos cualquier avance privatista sobre las empresas en manos de Estado sino que somos partidarios de la recuperación de las empresas vitales privatizadas en los 90. Somos partidarios de la estatización bajo control obrero colectivo de todos los monopolios en sectores estratégicos de la economía.
Quiere multiplicar la deuda externa encadenando más fuerte al país
Cuando le preguntan cómo avanzar con las Leliqs que representan una deuda monumental en pesos en poder de los bancos, que hoy asciende a 30 mil millones de dólares, y que es una cuestión central a resolver para poder avanzar con su propuesta de dolarización de la economía, responde que apelará a vender o hipotecar los bonos en poder del Estado.
¿De qué habla? Son bonos emitidos por el Estado en manos del Banco Central. Se suman a la deuda externa porque son emitidos en dólares y al mismo tiempo figuran en el activo porque siguen en manos del Estado. Se trata de 120.000 millones de dólares en bonos. Hoy en día esos bonos no son deuda real con el exterior.
Milei pretende transformarlos en deuda real vendiéndolos en el mercado a su cotización de mercado de 25% para obtener 30.000 millones para cancelar la deuda de Leliqs. Incrementando así la deuda real en 120.000 millones de dólares a 6 años. Un brutal saqueo adicional de nuestros recursos a manos de los capitalistas que quisieran comprar esos bonos.
Aunque es difícil que encuentre fondos de inversión que acepten esta operación, el sólo hecho de planteárselos como negocio muestra su concepción colonial, sin ningún prejuicio respecto al saqueo.
Además de los 30.000 millones para terminar con las Leliqs necesitará otros 10.000 para convertir la base monetaria.
Esta es una cuestión poco discutida en los medios de comunicación porque los otros candidatos también tienen en sus políticas avanzar con el endeudamiento real utilizando esos bonos en la especulación cambiaria para contener el precio de las divisas y facilitar la fuga al exterior. No es lo mismo que los bonos emitidos queden en organismos del Estado a que se vendan a precio de remate en el mercado y queden en manos de los especuladores financieros y que al momento de su vencimiento haya que pagarlos al 100%.
La otra “idea”, de eliminar el Banco Central como parte del proyecto dolarizador, es reemplazarlo en realidad por el Banco Central de EEUU (la FED) que es quien regula la emisión de dólares, sometiéndonos a sus necesidades y decisiones monetarias.
Se debe detener toda forma de nuevo endeudamieno directo o encubierto. Aunque la dolarización parece ser hoy inviable, no descartamos que la desesperación de la burguesía, que no sabe cómo salir de esta situación explosiva que creó, lleve a un agravamiento mayor de la crisis.
(Nota de MASAS Nº442)