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Terminar con el dominio ideológico de la burguesía

Dejemos de ser rehenes del nacionalismo burgués

El contexto político actual pone de relieve, de sobre-manifiesto, la imperiosa necesidad de la construcción del Partido Revolucionario del proletariado. La falta de independencia política de la clase obrera hace que se demore la respuesta en términos de clase de los trabajadores frente a la bancarrota de la burguesía, que se sobrevive sobre las bases de su dominio ideológico. Es incapaz de desarrollar la economía y defender la soberanía Argentina del río Paraná, entrega nuestros recursos naturales a las mineras que se apropian de nuestro litio, cobre, oro, plata y tierras raras, etc.

El agotamiento histórico del nacionalismo burgués lo expresó dramáticamente el regreso de Perón en los ´70 y su tercer mandato como presidente de la Nación Argentina. Las guerras mundiales dieron lugar a ciertos márgenes políticos para que la burguesía semicolonial pudiera materializar algunas limitadas conquistas nacionales y sociales. Esto pasó con el peronismo que levantó el programa del nacionalismo burgués apoyándose sobre la base de la clase obrera y la débil burguesía nacional. Se desarrollaron pequeñas y medianas industrias de bienes y servicios; se incrementaron los puestos de trabajo y potenció el mercado interno. Esta experiencia histórica le permitió sobrevivir en la memoria colectiva de los trabajadores hasta hoy en medio de su debacle política, económica y social esperando su recreación. Pudo sobrevivir también por el permanente hostigamiento de la oligarquía terrateniente y el imperialismo que contribuyeron a crear la idea de que expresaba la resistencia nacional a la opresión imperialista.  

La clase obrera resistió al golpe militar de 1955, período conocido como “resistencia peronista”. Pasó por un largo proceso de avances y retrocesos hasta que la dictadura militar de Lanusse, luego de 18 años de proscripción política, obligada por las luchas del movimiento obrero, terminó por llamar a Perón para detener el avance histórico de la clase obrera.

Y Perón cumplió con la burguesía, desunió, dividió y desorganizó políticamente a los trabajadores y los reprimió, preparando las condiciones para que la dictadura militar impusiera el mayor retroceso político, económico y social de la Nación y del movimiento obrero, represión centralizada por el imperialismo yanqui a través del plan Cóndor. Los grandes capitales nacionales y extranjeros prepararon el golpe y se beneficiaron con sus políticas.

En ese proceso, de formidable avance organizativo de los trabajadores, especialmente desde el Cordobazo (1969), no alcanzó para construir su instrumento de lucha más importante que era y es la construcción del Partido Obrero Revolucionario. Quedó bajo el dominio ideológico de la burguesía, subordinados a la dirección política de J. D. Perón. Este fue el factor determinante para sufrir la derrota histórica en el ´76 (desde el ´74 golpearon con la Triple A). Luego de más de 30.000 detenidos-desaparecidos, el movimiento obrero permanece entrampado en el peronismo.

La burguesía sobrevive manteniendo a la clase obrera bajo su dirección política. La clase obrera es permanentemente chantajeada por la burguesía nacional para que la apoye con sus planteos de “unidad nacional” ante otros sectores más reaccionarios. Saca todo el provecho posible de esta situación para mantenerla bajo su dominio y que juegue de acuerdo a sus intereses electorales: Macri-Scioli, Macri-A. Fernández, ahora Massa-Milei. Tiene subordinados a su dirección política a la CGT, las CTAs y los movimientos sociales.

El nacionalismo burgués no puede ni podrá materializar ninguna de sus banderas políticas históricas y sobrevive sobre la base de que la clase obrera demore todo lo posible en conquistar su independencia política y se organice como clase para tomar el poder y gobernar el país, empezando a realizar las tareas nacionales y democráticas que la burguesía no pudo, ligadas a sus objetivos socialistas inmediatos como son la expropiación de toda la producción monopolizada, a los terratenientes y grandes productores agropecuarios para reorganizar y planificar la producción de acuerdo a las necesidades de la sociedad y al desarrollo industrial.

Solo después de que la clase obrera expulse a la burguesía y tome el poder, podremos planificar la economía y abrirnos al desarrollo económico, social y cultural permanente, hasta liberarnos de toda necesidad material y poder vivir plenamente libres y realizarnos como seres humanos y como sociedad. 

Demostrado el agotamiento histórico de la burguesía no queda otro rol que cumplir que conquistar la independencia política del movimiento obrero construyendo su Partido Obrero Revolucionario. Unir a la clase obrera dividida en múltiples fracciones políticas, sindicales y sociales agrupando al conjunto de los oprimidos de la ciudad y el campo (Frente Único Antiimperialista), poniendo en pie las asambleas populares, para luchar por expulsar a la burguesía y tomar el poder para reorganizar la sociedad sobre bases socialistas para superar todos los problemas que hoy padecemos y marchar por un sendero de desarrollo y realizaciones individuales y sociales. Una vez que nos liberemos de todas las necesidades materiales para vivir como seres humanos, desarrollar todas nuestras capacidades físicas e intelectuales transformando nuestras vidas, de esfuerzos físicos descomunales para sobrevivir que nos impiden realizar otras tareas recreativas. Son las condiciones de vida que nos impone este sistema social de producción prehistórico, perimido, que sobrevive sobre las bases de su dominio ideológico y político de determinar sobre nuestras vidas, sobre nuestras existencias.

La liberación de la Nación de toda opresión imperialista y de las masas trabajadoras de toda explotación capitalista depende de que tomemos en nuestras manos y resolvamos esta situación de acuerdo a nuestros intereses históricos. El camino es luchar unitariamente codo a codo, por cada uno de nuestros reclamos, confiando exclusivamente en nuestros métodos de lucha, en nuestra organización y perspectiva política.

(Nota de MASAS n°445)

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