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El Gobierno de Milei es débil

Las idas y vueltas sobre nombramientos de ministros y funcionarios, mentidas y desmentidas, las idas y vueltas sobre el plan económico, dan una idea de improvisación escandalosa.

La burguesía en general no sabe cómo salir de la extraordinaria crisis y anarquía que creó. Un colosal endeudamiento, impagable, junto a propuestas de mayor endeudamiento. Empresas que fueron rescatadas de su fracasada privatización que quieren volver a privatizar. Querían terminar con la inflación y desatan una tormenta inflacionaria que duplica los indicadores que veníamos soportando. Quieren terminar con el déficit fiscal y al mismo tiempo devaluarán debiendo pagar más pesos por deuda e intereses y bajarán impuestos a las empresas. No tienen un plan, las medidas que tomen agravarán la situación que se vive. Asistimos además a un fuerte enfrentamiento entre poderosos grupos económicos nacionales y extranjeros por controlar el gobierno.

La organización de Milei, La Libertad Avanza es ultravertical, nueva, sin experiencia de mando en el Estado, en minoría en el Congreso y dividida. Sus acompañantes más cercanos se han alejado en disidencia con el nuevo rumbo que está tomando Milei, incorporando funcionarios del macrismo y el menemismo e incluso del gobierno de Fernández. En la Provincia de Buenos Aires su bloque se dividió en 4 partes y los disidentes son mayoría.

Y también se han dividido sus aliados de Juntos por el Cambio ante la integración al nuevo gobierno y qué actitud tomar frente a él. Bullrich debió renunciar a la presidencia del PRO.

La fragmentación del Congreso es una dificultad adicional para sacar las leyes que quisiera alertado sobre el problema de querer gobernar por decreto.

Sus promesas de campaña han quedado a un lado, adoptando planteos diferentes y contradictorios.

Había prometido combatir a la “casta” y especialmente criticaba a Juntos por el Cambio y termina integrando al gobierno a lo peor de esa “casta”. Decía que la política pagará el ajuste, pero el ajuste lo pagará la gran mayoría con desocupación y una carestía infernal: “No hay más alternativa que el ajuste” que va a provocar “desempleo, recesión, caída del salario real, más pobres y más indigentes” (discurso de asunción de Milei). A todos ellos se refiere como “los caídos”, un término militar, que refiere a la política de guerra del capital financiero contra la nación y los oprimidos. Quienes se suman a la campaña del nuevo gobierno repiten a coro “¡hay que sufrir!” lógicamente dirigido a los desposeídos que serán otra vez víctimas de los ajustes, justamente los que quieren dejar de sufrir de una vez por todas.

La dolarización, que fue su bandera, aparentemente ha desaparecido de sus planes, sus ideólogos se han apartado. Lo mismo sobre la idea de explotar el Banco Central a cuyo frente colocó un funcionario procesado hasta ayer por sus maniobras incompatibles con pertenecer al Gobierno de Macri: Santiago Bausili, hombre de Luis Caputo, al que Milei había calificado como “bestia”, “chanta” y “mentiroso” años atrás.

Milei veía a Caputo, su ministro de economía, como un tiro al aire, un timbero irresponsable capaz de cualquier desastre y lo hizo responsable de la fuga de 15.000 millones de dólares en 2018. Emilio Ocampo renunció a ocupar el Banco Central, en desacuerdo con la designación de Caputo, coincidiendo con Carlos Rodríguez del CEMA, quien se alejó como jefe de asesores de Milei, diciendo que Caputo sabe colocar deuda, pero nada de economía. Milei criticó duramente el endeudamiento de Macri y desde hace semanas trata de tomar nueva deuda a cualquier precio.

¿Impondrá nuevamente el impuesto a las ganancias sobre los salarios? Es un reclamo de algunos gobernadores porque ha bajado su recaudación de impuestos por coparticipación. ¿Dejará sin efecto la devolución del IVA para las compras de alimentos y productos de primera necesidad? Si lo hace dejará claro que los impuestos que pretende bajar o eliminar son de las empresas.

Sus políticas chocan con un sector importante de sus votantes:

# No habrá dólares. Los organismos internacionales no le adelantan nada, los inversionistas tampoco. Si hubiera dólares se los llevarán las empresas. 

# La inflación se multiplica, con la excusa de sincerar precios reprimidos. No hay empresas en quiebra porque sus precios no cubran los costos, lo que buscan es la máxima ganancia que pueden, a costa de frenar el consumo. Liberar tarifas y eliminar subsidios dará una fuerte aceleración de la inflación. También acelera la inflación eliminar los cupos de producción que debían garantizarse en el mercado local, permitiendo que se pueda exportar todo, así sólo venderán en el mercado local si los precios son iguales a lo que recaudan exportando.

# Ya se están produciendo miles de despidos por los anuncios del corte de obra pública y apertura de importaciones. Anuncia que hará desaparecer el déficit fiscal y la emisión “provocando recesión”.

Con las mismas políticas que ya se aplicaron, con los mismos políticos, ¿por qué esperar un resultado diferente? No será igual. Será mucho peor.

El fracaso rotundo a la convocatoria popular a su asunción muestra una rápida pérdida de entusiasmo entre sus votantes. ¿De dónde saldrán las bandas para enfrentar a los trabajadores y desocupados que se movilicen?

Un sistema que no puede garantizar trabajo para todos los trabajadores, que no puede garantizar que los trabajadores perciban lo que vale su fuerza de trabajo no tiene derecho a existir, está agotado. La sobrevivencia del capitalismo putrefacto nos empuja aceradamente a la barbarie. Milei es expresión de esa descomposición. Esto no quiere decir que el capitalismo se irá voluntariamente, deberemos derrocarlo, para empezar a ordenar la sociedad sobre otras bases.

(Nota de MASAS n°447)

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