Importancia del paro activo de la CGT/CTAs el 24 de enero con movilización al Congreso
Destacamos la importancia política de esta medida. El paro general activo es una de las armas más poderosa de la clase obrera contra la dominación burguesa. Tiene un carácter claramente político. Va dirigida explícitamente contra la política del gobierno de Milei. Pone en cuestionamiento su orden y unifica a todos los trabajadores. Los paros contra Macri no fueron activos, sino pasivos, fueron los activistas con los piquetes los que dieron un carácter activo a sus paros. Cuesta recordar cuándo fue la última vez que la CGT convocó a paro activo.
¿Cómo trabajarlo? Debemos tomarlo en nuestras manos. Prepararlo como parte de un plan de lucha de largo plazo, reuniones, plenarios, asambleas, que discutan el pliego de reivindicaciones y qué actividades previas pueden desarrollarse para fortalecer el paro general. Las direcciones convocantes harán lo mínimo posible para evitar la participación, masificación y politización de la medida, tratarán de limitar su alcance.
La cuestión de la unidad es fundamental
No estamos en el mismo terreno que la burocracia. La burocracia interviene por la presión de las bases, conoce el malestar creciente y es una forma de impedir la evolución independiente de la protesta. No tiene la capacidad para desmovilizar a las decenas de miles que ya ganaron las calles. Pero también tiene intereses propios, como burocracia: la pérdida de los aportes de los trabajadores no afiliados, el traspaso directo de los trabajadores a prepagas abandonando la obra social sindical. El desconocimiento de la ultraactividad como un paso previo a desconocer los convenios colectivos para llevarlos a convenios por empresa y luego a la negociación individual disolviendo completamente la organización sindical. Las limitaciones al derecho a huelga y a protesta también limitan fuertemente la acción de los sindicatos. Todas medidas que rechazamos.
No estamos en el mismo terreno porque no nos subordinamos a sus políticas burguesas de acuerdo con los gobernadores, con el Partido Justicialista o con los legisladores peronistas. Luchamos por la independencia política de la clase obrera, por construir su dirección revolucionaria. Intervenimos en esta lucha con banderas que responden a la urgente y desesperante situación material de los oprimidos. Pero la burocracia es la dirección hoy de los sindicatos, de las centrales sindicales, y es inevitable que les exijamos plan de lucha. Nuestra lucha consecuente desde las bases, con un programa, con métodos, con organización, puede potenciarnos en la lucha por convertirnos en dirección, mostrando el carácter de clase de la burocracia.
– Los reclamos más importantes: el salario y la jubilación deben ser como mínimo el equivalente al costo de la canasta familiar empezando por reclamar un aumento inmediato del 100% de salarios, planes y jubilaciones y el ajuste mensual de los ingresos. Todas las paritarias deben ser reabiertas. Debemos frenar el saqueo masivo a la población, terminar con la transferencia de ingresos hacia los sectores empresarios más poderosos. No a la reforma jubilatoria que tiene como objetivo seguir reduciéndola.
– Debemos parar los despidos, ocupando los lugares de trabajo. La política del gobierno es imponer una fuerte recesión con elevada desocupación para facilitar su ataque contra las masas. Cientos de miles de trabajadores corren peligro de quedarse desocupados en una situación en que no hay empleos. El freno de la obra pública dejará a cientos de miles de trabajadores de la construcción en la calle y la libre importación amenaza a textiles, vestido, metalúrgicos, mecánicos, etc.
-Debemos exigir los presupuestos necesarios para garantizar la escuela y la salud públicas.
– Para combatir la inflación se debe desconocer la deuda externa y el programa del FMI. Impedir los tarifazos en el transporte y la energía.
– Rechazamos la política de permitir exportar todo lo que quieran las empresas sin obligación de abastecer el mercado interno, como también la libre importación que va a terminar de liquidar la industria. El Estado debe monopolizar el comercio exterior y disponer de todas las divisas para poder aplicarlas a las verdaderas necesidades, al desarrollo de la industria nacional. Rechazamos las privatizaciones y el endeudamiento nacional.
– Rechazamos de conjunto los ataques antinacionales y atiobreros contenidos en el MegaDecreto y en la Ley Ómnibus.
Conocemos los intentos de negociar por parte del gobierno y por parte de la burocracia que siempre ha sido oficialista de todos los gobiernos. No nos genera la más mínima confianza, pero la magnitud del ataque no le está dejando espacio para negociar. Se agrega la cuestión del impuesto a las ganancias sobre los trabajadores. Que el gobierno negocia con los gobernadores para que recuperen el porcentaje de la coparticipación que perdieron y también con la burocracia. Son intereses contrapuestos. Ya vimos la actitud de Empleados de Comercio, el gremio más numeroso, de aceptar el cambio en la forma de la indemnización.
Los fallos en la Justicia laboral que suspenden la aplicación del DNU u otros fallos que complican la estrategia judicial del Gobierno, pueden crear la ilusión de que por esa vía se puede derrotar al Gobierno. Desalentemos cualquier ilusión de ese tipo. Es necesario defender la medida del 24, como la que lanzó ATE para el 15 como parte del inicio del plan de lucha. No se puede descartar que el Congreso vote favorablemente el DNU y la Ley Ómnibus, y aunque lo rechazara es necesario mantener la lucha hasta terminar con todas las iniciativas antiobreras y antinacionales que encarna Milei.
Es de suma importancia luchar por la independencia política respecto de los capitalistas, sus partidos, sus instituciones, no esperar nada del Congreso, ni de la Justicia, ni de los gobernadores, ni de la Mesa del PJ. Debatiendo y preparando la organización de las medidas de lucha, codo con codo, hayan votado a quien hayan votado. En cada lugar de trabajo, en cada gremio es necesario discutir cómo intervenir. El paro y movilización serán un duro golpe contra el gobierno de los agentes del capital financiero.
(Nota de Masas n°449)