Defender las libertades democráticas sin defender la democracia burguesa
Verdadera dictadura civil de la gran burguesía, de la oligarquía terrateniente y el imperialismo contra el conjunto de los trabajadores. Es de una necesidad imperiosa para todos los trabajadores tirar abajo o derrotar el DNU de Milei y a las corporaciones que formularon dicho DNU, para establecer todas las reformas de acuerdo a sus necesidades y así crear una nueva base social para moverse con la amplitud que necesita el gran capital nacional e internacional para apoderarse del país, de sus recursos naturales y toda la conquista científica alcanzada y financiada por el Estado nacional y capitales privados que se asociaron al Estado para desarrollar investigación científica y tecnológica.
El Partido debe denunciar todas las maniobras y acuerdos nefastos a los intereses nacionales y de los trabajadores, utilizar los mismos para elevar la conciencia política de las masas trabajadoras y poner de manifiesto la necesidad de organizarnos, como clase, independiente de la burguesía que arrió todas sus banderas nacionalistas y participa de la rapiña que el imperialismo promueve a nivel mundial, como condición para subsistir frente a la crisis que lo carcome. El peronismo, a través de Massa, su candidato presidencial, fue a reunirse con la CGT y dejó trascender que estaba en contra del paro general porque considera “apresurado”. El peronismo impotente ante la crisis capitalista mundial e incapaz de levantar un programa que saque al país de donde lo metieron con su complicidad, quieren condicionar el accionar de las organizaciones sindicales para paralizar toda actividad del movimiento obrero para colaborar con Milei y con el imperialismo para sostener este sistema putrefacto que condena a toda la humanidad a la barbarie.
Es la crisis del sistema capitalista mundial y la bancarrota de las burguesías nacionales que impotentes se someten a los dictados del imperialismo, la causa de esta debacle nacional histórica. Desde el gobierno peronista de Isabel Perón hasta el actual de Javier Milei, no hacen más que entregar las conquistas industriales y tecnológicas al capital concentrado nacional e internacional, incrementando exponencialmente la “deuda externa” para favorecer a grupos nacionales vía creación de activos externos, evasiones fiscales, lavado de dinero proveniente del narcotráfico, etc.
Cómo superar las ilusiones democráticas de las masas trabajadoras y de la mayoría de la sociedad para organizarse en términos de clase y pasar a luchar por el poder político de la Nación como condición para nuestra emancipación nacional y social. Provenimos, como sociedad, de una tragedia histórica que fue la dictadura militar de 1976. Sin la abierta colaboración de Juan Domingo Perón, resulta imposible comprender como fue posible este genocidio social. La sociedad Argentina venía transitando un proceso de luchas sociales que iba incrementándose hasta cuestionar el poder de la burguesía. La burguesía, clase gobernante, pactó con Perón para desmovilizar, confundir, dividir y hacer retroceder a las masas obreras, a los estudiantes, profesionales e intelectuales que se fueron sumando a la lucha.
Su última colaboración fue crear la figura de los infiltrados y todo aquel que estuviera en desacuerdo con el plan económico de su gobierno era un infiltrado y tratado como un traidor enemigo de la patria que querían imponer ideas foráneas. Así creó las premisas para que los militares actuaran con total impunidad desde antes de 1976, la Triple A y Bussi en Tucumán, donde operaban bajo el gobierno Perón y de Isabel. 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos, imprescindibles porque encarnaban la experiencia histórica de lucha del movimiento obrero.
Las perspectivas de las luchas del conjunto de los trabajadores (La Falda, Huerta Grande, el Cordobazo, la CGT de los argentinos, Villa Constitución, Sitrac-Sitram, Las coordinadoras fabriles de 1975) eran conquistar la independencia política, levantar nuestras propias banderas de clase para alcanzar los objetivos que nos planteábamos entonces: La Patria Socialista. Fue el punto más alto alcanzado por el movimiento obrero, que había conquistado la unidad con los estudiantes, con profesionales e intelectuales que ayudaron en formular las ideas de plenarios y congresos obreros.
Los revolucionarios no lloramos (solamente) la caída de nuestros compañeros en combate, sino que tomamos sus banderas para llevarlos a la victoria ¡¡Hasta la victoria siempre compañeros!! La lucha continua hasta conquistar la victoria, y una vez conquistada la victoria, entregarnos de lleno a construir la nueva sociedad por la que luchamos. Lenin nos enseñó, acababa de tomar el poder y lo primero que dijo: “A construir el Socialismo”. Que así lo hagamos.
Actualmente debemos forjar la unidad más amplia posible entre todos los trabajadores, ocupados y desocupados, changarines, cuentapropistas, autónomos inscriptos para conseguir algún trabajo que alimentaran a sus familias. Volver a conquistar la unidad obrera estudiantil, profesionales e intelectuales para retomar la lucha pendiente hasta triunfar. Esta lucha por conquistar la unidad de todos los trabajadores debemos expresarlos movilizándonos al congreso de la Nación por el paro general por 12 horas y movilización declarado por la CGT para el 24 de enero.
(Nota de MASAS n°450)