Recuperar los centros de estudiantes y la FUC para organizar un plan de lucha desde las bases en defensa de la Universidad Pública y Gratuita
La universidad Nacional del Comahue, al igual que el resto de las universidades públicas, atraviesa una crisis presupuestaria que se agrava bajo el Gobierno de Milei. Su política se basa en volver a reforzar el concepto de servicio de la educación, profundizar la autofinanciación, llevar al máximo el proceso de privatización. El congelamiento presupuestario, en un marco inflacionario brutal, no se resuelve profundizando los acuerdos con los gobernadores y sectores privados. Esta política fracasó llevando al deterioro constante de la Universidad Pública.
En Comahue se convocó a la Asamblea General. Una convocatoria que hizo la rectora Beatriz Gentille con un temario en el cual se destaca la declaración de la Universidad como Intercultural, con perspectiva ambiental y de género.
La Asamblea Universitaria es el máximo órgano de gobierno, está constituido por los co-gobiernos de todas las unidades académicas. Es decir, todos los representantes de los distintos claustros, de los consejos directivos y el Consejo Superior, la componen con voz y voto. Es un órgano de gobierno que no se convoca desde hace más de 10 años, cuando se reformaron los estatutos y la composición del Consejo Superior. Luego de los procesos de lucha que resultaron en la toma de la universidad en 2006, por parte del Claustro estudiantil que plantea la democratización de los órganos de cogobierno.
De aquel proceso destacamos por un lado que la reforma no logró transformar el status quo del Gobierno Universitario. La incorporación del voto ponderado, para la elección del rector y decanos, sumado a la composición minoritaria que tiene los estudiantes en los Consejos Directivos de las unidades académicas, habilitan que el poder de conserve en el claustro docente. Continuó siendo un órgano de gobierno reaccionario, no sólo en su composición con minoría estudiantil, si no también por la función que cumplen aplicando el plan neoliberal en el funcionamiento de la Universidad.
Las decisiones que de allí salen profundizan la destrucción de la Autonomía Universitaria mediante la autofinanciación a partir de acuerdos con terceros que incluyen a privados, que fue sostenida por todos los Gobierno desde Menem en adelante, plasmada en la LEN. Es también en la actualidad la política que adopta la actual gestión de Beatriz Gentille. Sus acuerdos con los Gobiernos Provinciales de Neuquén y Río Negro para financiar a la Universidad quedan librados a los arreglos políticos entre ellos y no resuelven la falta de residencias estudiantiles, la falta de comedores y la estructura edilicia, mucho menos la permanencia y egreso estudiantil. Por el contrario, profundizan la vulneración de la Autonomía Universitaria.
Una Universidad que deje de estar al servicio de la colonización, en función de las necesidades de la burguesía y los terratenientes en Argentina, y sirva a la liberación de la opresión imperialista va a ser producto de un cambio revolucionario. La fachada de Interculturalidad que se pretende desde rectorado no reconoce la existencia de la nación Mapuche como tal, más bien la diluye en la idea neoliberal de Interculturalidad, sin ningún proyecto de trabajo serio. Ni siquiera la oficialización del mapuzungun está contenida en esta propuesta. También cabe recordar el desconocimiento sesgado de la rectora y su gestión frente las actividades que se realizan en las cátedras o incluso el seminario que se dicta en Humanidades, por no ser afines a su proyecto político de interculturalidad. Incluso llegan a desconocer al Izamiento de Wenufoye desde el 2020 en la UNCo, que ha recibido ataques furibundos por parte de quien hoy es la vicepresidenta, Victoria Villarruel, a los integrantes de Kizu Inciñ, estudiantes mapuche convocantes a la actividad. Por otra parte, el planteo de ambiente, no denuncia la política de autofinanciación con las empresas petroleras, como por ejemplo el firmado entre Chevron-YPF en el marco de la explotación de Vaca Muerta en 2013. Estos acuerdos de financiación vulneran la Autonomía Universitaria, impactando en la reforma de los planes de estudios, que termina modificándose en función de los intereses de las multinacionales. Y afectando directamente a las comunidades Mapuche de la zona de Añelo.
En un marco de ajuste a las universidades, no ponemos expectativas en la convocatoria a la Asamblea General, que pretende lavar la cara de una universidad en crisis financiera. Hoy más que nunca destacamos al movimiento estudiantil que en el marco de la crisis del 2001 se dispuso a organizar la lucha en defensa de la universidad pública, contra la CONEAU, poniendo al desnudo el carácter antidemocrático y reaccionario de esos órganos de gobierno. En unidad con los obreros de Zanon, el movimiento por los derechos humanos, docentes, desocupados, etc., son experiencias nuestras, que nos contribuyen a retomar el camino de la organización estudiantil desde las bases con asambleas, recuperando el carácter político de los Centros de Estudiantes y la FUC como organizadores de los procesos de lucha, impulsando la unidad con los docentes, trabajadores no docentes, becarios de CONICET, para poner en pie un plan de lucha frente al ataque y el plan de ajuste del Gobierno de Milei.
Este régimen despótico, corrupto y reaccionario de las camarillas se sostiene sin obstáculos gracias a la desorganización actual que vivimos en el movimiento estudiantil. Ya es hora de que los estudiantes reaccionemos ante este calamitoso estado de cosas y convirtamos el malestar en fuerza organizada para expulsar a todas las camarillas, recuperar la autonomía de la universidad y transformar de raíz la educación.
(Nota de Masas n°451)