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Javier Milei, en Corrientes: “El Congreso es un nido de ratas”

El ataque de Milei al Congreso es permanente. Antes trató de traidores a los legisladores que hicieron naufragar su Ley Ómnibus. Y antes los trató a todos de coimeros. El acto de asunción el 10 de diciembre lo realizó de espaldas al Congreso. También trata de traidores a personajes que lo acompañaron hasta hace muy poco como López Murphy.

No quiere dejar dudas que la política que quiere imponer necesita un régimen de dictadura civil, ningún debate, ninguna concesión, ninguna negociación. Aplicar en bloque todo el paquete que preparó el capital financiero para su beneficio y un selecto grupo de corporaciones.

Mientras los partidos políticos lloriquean reclamando por las instituciones y la democracia, por acuerdos parlamentarios para gobernar, Milei les deja claro que va a gobernar por decreto, que ya no se puede quedar limitado a las formas democráticas, que no hay más espacio para políticas de conciliación de clases.

Cuando dice que quiere terminar con el Estado está diciendo que lo que quiere es terminar con todas las formas de amortiguar la lucha de clases, terminar con los controles y regulaciones sobre los precios, terminar con los subsidios al transporte, terminar con los planes, con las ayudas a los más empobrecidos, etc. de esa forma podrá bajar los impuestos a los más ricos y podrá tener un superávit que le permita comprar los dólares para pagar la deuda externa fraudulenta. El Estado en su forma pura y salvaje, esa es la forma del Estado que quiere Milei, que actue según su esencia: órgano de la dictadura de clase de los capitalistas. Y ha vuelto a definir: “el Estado es una asociación ilícita de delincuentes que le chupan la sangre al contribuyente”.

Sólo cuando vuelva a estar amenazado el Estado y la propiedad pueden volver transitoriamente a formas democráticas, de conciliación, para amortiguar los golpes y para engañar a las masas, hacerles creer que están participando en política, que en el Congreso reside la democracia, que ahí están todos representados y se custodian los derechos.

Es necesario desnudar a la dictadura de Milei y también la queja patética de sus opositores que no pueden y no saben cómo derrotar las pretensiones del Gobierno.

No vamos a defender al Congreso. Mostramos cuál es el sentido del duro y persistente ataque que realiza Milei, cabalgando todavía sobre el odio y repugnancia que buena parte de la sociedad tiene por la politiquería burguesa. 

El Congreso es una cueva de bandidos, como hemos señalado permanentemente. De ahí no saldrá ninguna ley que proteja la Nación y los derechos de los trabajadores. De ahí salieron las peores leyes y reformas. El Congreso es cómplice del fraude de la deuda externa. Votó el reconocimiento de la deuda. E impidió que se investigue quiénes se la fugaron.

No vamos a defender el Congreso ni la democracia burguesa. Al contrario, trabajamos para que la mayoría pierda toda ilusión democrática. Por el contrario, SI defendemos incondicionalmente todas las libertades democráticas.

La clase obrera y los oprimidos serán los que ajusten cuentas con esa institución del Estado burgués y todas las instituciones, barriéndolas, tirándolas al basurero de la historia, para construir por primera vez una verdadera democracia, basada en los propios organismos de poder, las asambleas, las coordinadoras, o como se llamen. Cuando la rebelión popular los lleve al poder y construyamos otro Estado para poder empezar a construir el socialismo.

(Nota de MASAS n°452)

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