India: El movimiento campesino marcha hacia la capital exigiendo la condonación de deudas y una política de precios mínimos para sus productos

Esta semana, tras el fracaso de las negociaciones con el gobierno, las organizaciones que representan a los agricultores en India anunciaron una gran marcha hacia la capital, un movimiento que ha sido bautizado como «Delhi Chalo», para conseguir que el gobierno de Narendra Modi atienda sus demandas, que consisten en la condonación de la deuda y la aprobación de una ley que consolide una política nacional de precios mínimos para la venta de productos agrícolas.

India se caracteriza por tener más del 40% de su mano de obra empleada en el campo. Además, más del 60% de su población sigue viviendo en lo que se consideran zonas rurales. La situación del campesino indio es calamitosa, con enormes deudas, miseria y un alto índice de suicidios. Estos elementos, combinados con la concentración de la tierra en manos de los terratenientes -que refleja las tareas democrático-burguesas no resueltas- y los intentos de inserción del capital monopolista en el campo, condicionan el enorme peso del problema campesino en el país.

A finales de 2020 y durante todo 2021, el movimiento campesino protagonizó una jornada de lucha contra el intento del gobierno de Modi de imponer tres leyes anti-campesinas, que romperían el monopolio de los almacenes estatales que subvencionan los precios de los productos agrícolas, abriendo el camino a la penetración del capital monopolista en la compra y reventa de productos, lo que provocaría una bajada generalizada de los precios y, en consecuencia, la quiebra y el suicidio de miles de pequeños campesinos. Tras una marcha a Delhi el 27 de enero de 2021 y largas jornadas de lucha, el gobierno de Modi dio marcha atrás y retiró las tres leyes anti-campesinas a finales de 2021.

Ante la precaria situación de las masas agrarias, los dirigentes se vieron obligados a reorganizar el movimiento a principios de año. Por otra parte, el gobierno de Modi preparó una gran operación de represión, levantando bloques de hormigón, alambre de púas y rejas de acero en las principales entradas de la capital para impedir que las decenas de miles de campesinos entraran en Delhi. Aunque ya se habían producido episodios de represión policial durante la marcha, los campesinos no se inmutaron y continuaron su marcha hacia la capital.

Los campesinos indios han mostrado una gran voluntad de lucha, expresión de la miseria del campo y de la gran concentración de tierras. Sus reivindicaciones, como una política de precios mínimos y la condonación de deudas, se derivan de su condición de pequeños productores. La burguesía india es incapaz de resolver el problema campesino, ya que mantiene la concentración de la tierra y abre cada vez más espacio a la penetración del capital monopolista. Este problema pasa a manos de la clase obrera que, a través de la alianza obrero-campesina, sentará las bases políticas para el derrocamiento revolucionario del poder burgués y la solución del problema democrático de la reforma agraria, como parte de la expropiación general de la burguesía y la transformación de la gran propiedad privada de los medios de producción en propiedad social.

(POR Brasil – Massas n°708)

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