Neuquén: Educación Especial, una larga historia de lucha y resistencia

Otro ataque a la educación especial, NO dejemos que avance

En el marco del ataque general a la educación por parte del gobierno nacional y del provincial, desde la Dirección de la Modalidad de Educación Especial, con Carina Lamperti a la cabeza, ha salido la disposición n° 1/24, en la cual se resuelve de forma inconsulta el cambio de nombre de la modalidad, por MAITED (Modalidad de Inclusión). Ese cambio nominal implica un ataque a las condiciones laborales, de quienes pasan a ser acompañantes de las trayectorias de personas con discapacidad. El rol docente, así como el rol de los equipos de apoyo, se desdibuja, pues ya la tarea principal no es educar, sino acompañar. Sumado a esto, el recurso humano de las escuelas especiales sigue siendo el mismo para una población más amplia que sostener en inclusión y con un radio mayor.

Esta disposición se da en el marco de las reformas educativas que se vienen llevando adelante en materia educativa en la provincia y en particular en Educación Especial a partir de la resolución 1256/17, que se intentó implementar en el año 2019 con el Anteproyecto de inclusión educativa. En ese momento resistimos porque vulneraba las condiciones laborales y desmantelaba la escuela especial. Como parte del mismo método de hacer entrar las políticas de ajuste por las buenas o por las malas, se intentó en el año 2021 modificar las disposiciones n° 10/2006 y 20/2008, las cuales refieren a las funciones específicas de los trabajadores de las escuelas especiales.

Finalmente, en el año 2022, tanto el gobierno como la burocracia sindical les dieron forma a todos estos intentos de vaciamiento de la escuela especial neuquina, bajo el Proyecto de Inclusión, en el que diseñaron 5 jornadas de carácter pseudo democrático. Allí definieron una mesa chica de trabajo alejada de las aulas. Desde ATEN Capital denominamos a toda esta reforma como Inclusión Excluyente, ya que de manera forzada se pretende incluir a los estudiantes con discapacidad sin proponerse cambiar nada de forma radical dentro del sistema económico que los excluye.

Maestras flexibilizadas de distintos niveles y modalidades dijeron basta en innumerables jornadas, escribieron y elevaron el rechazo a esta reforma. Sin embargo, no fueron escuchadas. Todo esto en contradicción al discurso de “respeto hacia las diferencias”, que portan tanto el gobierno como la burocracia sindical. Mientras avanza la privatización, las familias que pueden, al no tener respuestas desde la educación pública, pagan a través de las obras sociales o directamente con su sueldo docentes para poder garantizar la escolaridad en las escuelas. Es la primera vez que en las escuelas públicas convivimos con trabajadoras tercerizadas.

Para derribar esta última Disposición, una vez más debemos organizarnos en unidad todas las escuelas especiales. Las voces de los trabajadores de la educación especial, también son las voces de los estudiantes con discapacidad, quienes tienen derecho a que se respete su derecho a la educación, a que se priorice su singularidad sin que el ajuste económico a nivel nacional y provincial recaiga sobre ellos. Una vez más, defendemos las escuelas especiales y luchamos para que cada escuela común tenga duplas pedagógicas, grupos de estudiantes reducidos, y equipo de apoyo en cada establecimiento. No se trata de sacarle todo a las especiales, se trata de que las escuelas comunes tengan los mismos recursos que las escuelas especiales.

(Nota de MASAS n°455)

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