¡Es ahora! ¡Es con todos los oprimidos! ¡Unitariamente!

Confiando exclusivamente en nuestros propios métodos de lucha, en nuestra propia organización, con una política independiente de la burguesía, de sus instituciones y sus partidos

El gobierno de Milei queda al desnudo mostrando todas las maniobras que hacen los empresarios para defender la Ley Bases, las maniobras con gobernadores y legisladores para tratar de que no naufrague esta nueva versión.

Mientras avanzan las semanas se ve cada vez más claro el desastre que ha provocado en la economía, un caos que derrumba la recaudación impositiva, que diluyó los efectos de la megadevaluación, que incrementa fuertemente el endeudamiento, que paralizó la economía con una caída prolongada peor que en la pandemia. Crece la pobreza, la desocupación, la precarización en todos los terrenos. No hay sector de los oprimidos que no esté sufriendo las consecuencias de esta política.

En este cuadro en que crece la resistencia popular se hace más difícil para los senadores aprobar esta Ley, no tienen cómo defender su aprobación, pero ellos ante todo están subordinados a las presiones de los capitalistas que han redactado la Ley.

Festeja que la inflación “bajó” al 8,8% un registro altísimo con una extraordinaria caída del consumo. Esta situación no se soporta más. El gobierno ha tenido que retroceder con algunos tarifazos, tuvo que enviar dinero a las provincias, aumentar las partidas para la universidad, mostrando la inconsistencia de sus políticas en la que sólo ganan los especuladores financieros.

El gobierno en su debilidad logró aprobar en diputados la Ley Bases, comprando las voluntades de una cantidad de “opositores” que hicieron encendidos discursos en contra pero que votaron a favor.  

La crisis política de la burguesía es muy profunda, no aparece todavía una alternativa para reemplazar a Milei, tienen que construirla.

Los oprimidos están marcando el paso de una resistencia creciente, con huelgas parciales, dos paros generales, imponentes movilizaciones, una lucha nacional que se generaliza, pero es necesario que encuentre su expresión política, en un frente único antiimperialista que unifique a todos los oprimidos bajo la dirección de la clase obrera con la perspectiva de luchar por el poder propio, para impedir que Milei sea reemplazado por otro politiquero que nos lleve a nuevas frustraciones. Esa es la orientación de la burocracia de la CGT/CTA y de los organismos de derechos humanos: prepararse con un gran frente antiMilei para derrotarlo en las urnas.

Insistimos, no es en las urnas, no es votando, no es en el Congreso que podremos derrotar estas políticas. Es necesario que la clase obrera, que nunca gobernó, tome las riendas el país para organizar la economía sobre otras bases, apoyándose en la gran mayoría oprimida. Expropiando los grandes medios de producción, transformándolos en propiedad social. Para que esto sea posible necesitamos construir la dirección revolucionaria, el partido de la clase obrera, que estamos poniendo en pie desde el POR-CERCI.

(nota de MASAS n°457)

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