Rechazar el Pacto de Mayo basado en la defensa incondicional de la dictadura del capital y el estatus colonial de la Nación
En las próximas prensas abordaremos el análisis de cada uno de los 10 puntos que forman parte del libreto del capital financiero internacional y que denominan “nuevo orden económico argentino”. Un verdadero Pacto antinacional que firmaron 18 gobernadores en Tucumán.
Fue presentado el 1° de marzo y originalmente iba a ser firmado el 25 de mayo en Córdoba. Se pospuso porque no se había aprobado la Ley Bases.
El primer punto es “La inviolabilidad de la propiedad privada”. En la Constitución argentina se garantiza en el artículo 17: “La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley”.
Este punto es resaltado permanentemente por Milei. Al punto de reivindicar a los capitalistas que eluden los impuestos, que fugan sus capitales, que contrabandean, porque estarían defendiendo su propiedad amenazada por los impuestos que pretende cobrar el Estado. Para Milei, la propiedad es sagrada, está por encima de todos los derechos, y son justificables todos los medios que se utilicen para defenderla y multiplicarla.
Se refiere a la propiedad sobre los grandes medios de producción, la propiedad de la tierra en manos de la oligarquía, los bancos, yacimientos, usinas, puertos, medios de comunicación, las siderúrgicas, telefónicas, etc. ¿Quiénes son los propietarios? Un número insignificante de personas y empresas, algunas de las cuales ni siquiera residen en el país. Son ellos los que mandan, tienen el poder económico, son los que deciden. Una minoría que no supera el 1% de la población. Son ellos los que redactaron el DNU y la Ley Bases, sus estudios de abogados, ni siquiera los legisladores sabían lo que decían sus leyes.
Milei y los gobernadores colocan como primer punto de este Pacto refundacional la defensa de la propiedad privada, su inviolabilidad.
No es terminar con la pobreza, crear puestos de trabajo genuino, industrializar el país, que salarios y jubilaciones alcancen para vivir, resolver el drama de la vivienda. NO. El primer punto es garantizar la propiedad de la ultraminoría privilegiada.
La gran mayoría queremos terminar justamente con esa propiedad privada que bloquea el desarrollo de las fuerzas productivas. Queremos estatizarlas bajo control obrero para ponerlas al servicio de la mayoría. Todas las empresas monopólicas que ocupan sectores vitales de la economía serán expropiadas. Vamos a expropiar a los expropiadores.
Las petroleras o las mineras se apoderaron de nuestros recursos y luego nos lo venden como si los trajeran del exterior, como si ellos fueran los dueños, apenas si pagan una regalía, unas monedas, para disfrazar la explotación que hacen. Y ahora ni siquiera tendrán obligación de ingresar todas las divisas que generan sus ventas.
Cuando decimos que defendemos el patrimonio nacional también decimos que desconocemos toda la deuda externa y también la deuda pública, mecanismos utilizados para expropiar nuestros ingresos, nuestros recursos.
A Milei, los gobernadores y sus legisladores solo les interesa defender a esa ultraminoría poderosa en contra del interés de la mayoría. Tenemos que acabar con todos estos parásitos miserables cuanto antes.
(Nota de MASAS N°460)