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Impedir el saqueo del oro: Los lingotes deben retornar inmediatamente de Inglaterra al tesoro del Banco Central

El envío de oro a Inglaterra fue hecho a las escondidas, sin que se informara oficialmente. Son legítimas todas las sospechas de que pueda haber una conducta criminal en esta operación. Sólo cuando apareció la denuncia de la Asociación Bancaria y su secretario general Palazzo trascendió a los medios la noticia.

Los medios especializados en finanzas, que siguen al minuto todos los movimientos financieros, no revelaron esta medida. Formalmente ni las autoridades del Banco Central ni el Ministro de Economía informan sobre esta medida.

La sospecha es que los días 7 y 28 de junio salieron camiones de caudales de la empresa Lumil trasladando el oro de la bóveda del BCRA al aeropuerto internacional Ezeiza y la aerolínea británica British Airways los habría llevado al Banco Central de Inglaterra. Al principal enemigo de la Nación, que mantiene usurpadas las Islas Malvinas.

El gremio pide saber “qué cantidad, por qué monto y en qué moneda se ha realizado, bajo qué características comerciales o de otra índole, a qué destino”. También se exige conocer cómo se resolvió, en qué reunión de Directorio del Banco, quién autorizó esta medida.

El BCRA cuenta con 1.98 millón de onzas troy de oro, que estaban valuadas en unos 4.500 millones de dólares, según el último dato oficial publicado por la entidad monetaria.

Caputo reconoció los envíos de lingotes de oro de las reservas y consideró que “es una movida muy positiva, porque hoy tenés oro en el BCRA que es como si tuvieras un inmueble adentro que no se puede usar para nada. Si lo tenés afuera podés obtener retornos”. Nada concreto sobre qué operación está realizando. ¿Es posible que se envíe el oro sin que tenga concretada la operación? ¿Cuál es el costo del flete, de los seguros, del almacenamiento? ¿Cuál sería el beneficio en dólares?

Es probable que utilicen el oro como garantía para conseguir algún préstamo, ya que nadie le presta un dólar a la Argentina. El riesgo es que con esos dólares que necesita desesperadamente el Gobierno pase lo que ya conocemos, que lleguen los dólares y se los fuguen inmediatamente los especuladores y nos quede la deuda. Y cuando haya que devolver el préstamo no haya dólares suficientes para cancelarlo y los acreedores se queden con el oro hipotecado. Si el objetivo fuera tomar un nuevo préstamo la operación debió ser aprobada por el Congreso y previsto cuál es el destino específico de esos dólares.

El gobierno necesita desesperadamente dólares para intervenir en el mercado, aumentar la oferta para tratar de bajar su cotización. Sabe que si no reduce la cotización de los paralelos esas cotizaciones impulsarán una nueva remarcación de todos los precios.

Enviar oro afuera es una decisión de gran riesgo ya que Argentina enfrenta juicios en el exterior por parte de fondos buitre y pueden originarse pedidos de embargo que impidan su recuperación. Ya ocurrió con el intento de embargar la Fragata Libertad en 2012.

Caputo y Bausili (Presidente del Banco Central) atentan contra el interés nacional en defensa del capital financiero.

(Nota de MASAS n°461)

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