Este 7 de agosto, movilizar en unidad con nuestros sindicatos levantando el programa de la clase obrera
La jornada de movilización del miércoles 7 de agosto se da en el marco de un conjunto de luchas a lo largo del país: Paro nacional de petroleros; el plan de lucha impulsado por el SUTNA; el paro en el sector de la pesca contra los despidos; la ocupación de Textilcom en Catamarca; los docentes en varias provincias van a la huelga; la lucha de los aceiteros aprobando en plenario conjunto de los dos sindicatos impulsar un plan de lucha; entre otras.
La marcha de San Cayetano está convocada de manera unitaria por los movimientos sociales y todas las centrales sindicales (CGT y CTA’s) bajo la bandera de “Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo”. La protesta está planteada “contra la recesión, los despidos, la reforma laboral y el impuesto a las ganancias”. Los organizadores afirman que se realizará la tradicional peregrinación de Liniers hacia el centro porteño de manera reducida y el grueso de los manifestantes se concentrarán en Plaza de Mayo. La movilización está convocada sin paro, salvo por algunos sectores, como por ejemplo ATE, donde los trabajadores resisten el vaciamiento del Estado.
Se trata de la primera medida de fuerza unificada tras la aprobación de la Ley Bases. Las masas resisten cómo pueden a un gobierno que les ha declarado la guerra, es esta presión la que actúa sobre la burocracia y la empuja actuar con una acción que será contundente.
El gobierno de Milei está hundiendo en la miseria al conjunto de los trabajadores. Su plan económico destinado a generar superávit fiscal para pagar deuda externa está basado en ajustes y tarifazos brutales. No hay que darle ni un minuto más al plan de entrega y destrucción del salario y el trabajo, esperar es profundizar la miseria. Tenemos que rechazar la idea de darle gobernabilidad, eso significa dejar que pueda implementar su plan.
Los despidos, la desocupación y el deterioro salarial son los principales problemas de los oprimidos. La recesión no tiene freno y ya estiman que este año cerrarán entre 10 mil y 12 mil empresas. A su vez el gobierno fijo el salario mínimo en 270 mil pesos, una miseria absoluta, mientras que la inflación no se detiene.
La represión a quienes nos organizamos para reclamar y resistir es permanente. Hay persecución a los dirigentes, allanamiento a locales y viviendas, armado de causas, permanecen 2 compañeros presos desde la movilización al Congreso contra la Ley Bases. De hecho, la Ley profundiza la penalización contra los piquetes de huelga, las ocupaciones de fábricas y lugares de trabajo.
En este contexto, es correcto dar una respuesta unificada, tenemos que discutirlo en cada lugar de trabajo. Hay que lograr una marcha contundente levantando los reclamos de cada sector, levantando nuestras propias banderas. Para que esta movilización sea parte de un plan de lucha para derrotar el plan del gobierno. Esta política es parte de la lucha contra la burocracia sindical.
Una mención especial merece el llamado del SUTNA a conformar una columna independiente. Desde nuestro punto de vista, esta política atenta contra la unidad de los sindicatos, divide a los trabajadores en los lugares de trabajo. Consideramos que los activistas debemos movilizar y dar batalla en las columnas que nos corresponden. Apuntando a fortalecer la unidad entre los trabajadores y dar la disputa dentro de las filas de nuestros sindicatos. Llevar banderas que expresen la independencia de clase, discutir en nuestros lugares de trabajo los pliegos de reivindicaciones y cómo profundizamos el plan de lucha. Este es el camino para disputar a la burocracia la dirección del movimiento obrero. Aislarnos y dividirnos nos debilita como clase y nos impide desenmascarar la política de colaboración con el gobierno, que lleva adelante la burocracia, al no profundizar las medidas de lucha
Es correcto movilizar contra los despidos, la recesión y la reforma laboral, pero resulta insuficiente si no hay una propuesta de qué hacer con la economía, sin una denuncia del rol del Imperialismo en la política de ajuste contra los oprimidos. No hay forma de frenar los despidos y la recesión pagando la deuda externa y respetando la propiedad privada de los sectores más concentrados de la economía que saquean el país.
Por todo eso este 7 de agosto llenemos las calles, logremos una movilización contundente levantando el programa de la clase obrera. Contra el imperialismo, contra la política de ajuste de Milei, porque sabemos que la plata está, la tienen las mineras, las petroleras, los terratenientes y se la lleva el FMI. Por la estatización de los sectores estratégicos de la economía bajo control obrero, por la estatización del comercio exterior y la banca, por el desconocimiento de la deuda externa, por un plan de obras públicas y el desarrollo industria que de respuesta al problema de la desocupación.
Confiemos sólo en nuestra organización, en nuestros métodos de lucha, en nuestra propia política, sin ninguna ilusión en las próximas elecciones, en el Congreso y en la Justicia, que son terreno de los grandes capitalistas y su politiquería.