Milei en el Congreso y el boicotismo del FIT-U
Milei logró el objetivo que se había propuesto con la presentación del Presupuesto 2025. Un recinto semivacío, con presencias protocolares de los distintos bloques parlamentarios, con pasmosas muestras de sumisión, rodeado de obsecuentes arengadores y sin ningún tipo de cuestionamientos. Eso permitió que pudiese montar su paso de comedia sin que nadie impidiese la lectura de sus estupideces.
Pocas veces el primer mandatario acude al Congreso Nacional. Solo cuando asume como Presidente y anualmente con el inicio de sesiones legislativas, por lo que resultó una situación inédita la del pasado 15 de septiembre. Javier Milei aprovechó su oportunidad para lanzar su ya conocida cantinela de desvaríos y datos imposibles de verificar en la realidad. Su eje fue la promesa del déficit cero, lo que se traduce en reducción de todas las partidas presupuestarias en función de ese objetivo central. Historia conocida para los oprimidos.
A pesar del bajo rating televisivo (sumado al de las redes sociales) y del poco entusiasmo que generó su intervención, no dejó de ser una transmisión en vivo por Cadena Nacional, lo que significa una enorme repercusión. Sabido es que la oposición patronal, incluida lógicamente Unión x la Patria, rinden un sincero respeto a esa institución repodrida. Dóciles en sus maneras y buscando infundirles a las masas una exagerada confianza en el Parlamento, no estaban dispuestos a sacar los pies del plato.
Los 5 diputados del FIT-U quedaron atrapados en su democratismo rampante. Del Caño, Castillo y Vilca (PTS); Schlotthauer (Izquierda Socialista); y Vanina Biasi (Partido Obrero) explicaron que se ausentarían. Unos sostuvieron que era “en repudio a las políticas antiobreras” (Izquierda Diario-PTS); otros diciendo que “ya lo conocemos… no lo vamos a avalar con nuestra presencia” (El Socialista-IS); y otros, finalmente, por venir “desarrollando una oposición consecuente al gobierno de Milei (Prensa Obrera-PO).
Estas no son más que engañifas sinsentido de un frente totalmente a la deriva en su desorientación política. Los mismos que hicieron campaña por Massa abierta o solapadamente, excusándose de militar su posición política en el Balotaje 2023, no supieron cómo aprovechar las oportunidades legales de intervención para los revolucionarios en las instituciones de la burguesía. El consabido vacío realizado por la oposición patronal debía ser aprovechado por los revolucionarios (en caso de existir entre los diputados).
Estos diputados exhiben su socialdemocratismo parlamentario convirtiéndose en presentadores seriales de proyectos de ley, o reclamando interpelaciones parlamentarias sistemáticamente (como a Bullrich y Pettovello solo por mencionar las últimas semanas). Pero, boicotean las posibilidades de repudiar a Milei cuando éste se presenta en el Congreso. ¿Acaso no es necesario repudiar el Presupuesto que presentó? ¿No hubiese sido útil que todo el país se entere que hay que enfrentarlo cara a cara impidiendo que continúe diciendo sus estupideces, interrumpiéndolo, saboteándolo, provocándolo?
Mientras enumeraba en dónde iría a recortar y para qué fines, solo recibió aplausos. Allí estaba parado la escenificación del ajuste, el que ha impuesto el veto a los aumentos para los jubilados o para las casas universitarias. Allí se había hecho presente el que califica de ñoquis a las decenas de miles de trabajadores despedidos. Allí estaba Javier Milei, pero el FIT-U prefirió verlo por TV o ni verlo, dejando pasar una preciosa chance.
Oportunidades similares han quedado inmortalizadas en la memoria popular. Liborio Justo lanzó un grito que aun resuena en esa cueva de bandidos, con motivo de la presencia de Franklin D. Roosevelt el 1 de diciembre de 1936. Pagó con cárcel su grito de “¡abajo el imperialismo!”, pero le ha rendido un alto honor. Varias décadas después fue el turno de Luis Zamora quien concurrió al Congreso el 5/12/1990 a repudiar la visita del entonces Presidente de Estados Unidos George Bush. Mientras interrumpía con sus gritos el discurso de Duhalde (Vicepresidente), distanciándose del resto de aduladores, fue sacado violentamente a empujones del recinto, ante una férrea resistencia. El propio Bush debió referirse a él minutos después en su discurso en Cadena Nacional, granjeándole una enorme simpatía entre los oprimidos, no solo de Argentina. No se nos escapa que estos han sido solo esporádicos retazos de una actitud a la altura de un revolucionario.
El FIT-U está incapacitado para llevar adelante otra política, solo conoce esos recintos para presentar proyectos de ley, solo asiste a las sesiones para realizar una labor positiva en el Congreso, alimentando -al igual que la oposición patronal- las ilusiones democráticas en esas instituciones putrefactas. Lógicamente el resto de los centristas nada tienen que decir sobre este renunciamiento vergonzante, puesto que son frutos del mismo árbol democratizante y están incapacitados para realizar una crítica revolucionaria a la actividad centrista de los diputados del FIT-U. ¡Qué poco conocen la experiencia histórica del Partido Bolchevique, del Bloque Minero Parlamentario en Bolivia, de los trotskistas chilenos Zapata e Hidalgo! ¡Cuán lejos se ubican de las enseñanzas de los revolucionarios en los parlamentos burgueses!
(nota de MASAS n°465)