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El Congreso no sancionó a los legisladores que visitaron a los genocidas y promueven su libertad, aparecen otros sectores trabajando por la impunidad de los represores

Ante la fuerte repercusión negativa que tuvo la visita a la cárcel de Ezeiza y el proyecto para liberar a los genocidas detenidos Milei salió a declarar explícitamente que la libertad de los militares presos no forma parte de su agenda. La vicepresidenta Villarruel tampoco salió a defender la campaña de los diputados.

Ante el impacto negativo, un grupo de represores alojados en la Unidad 34 de Campo de Mayo (Mario Sandoval, Emilio Morello, Christian Von Wernich y Juan Amelong), dirigieron una nota a la Conferencia Episcopal Católica en la que enumeran las visitas recibidas desde 2015 por una docena de obispos entre otros su ex presidente José Arancedo, el cardenal Mario Poli y Alcides Jorge Pedro Casaretto.

“Todas sus visitas se realizaron sin la posterior persecución mediática o política que presenciamos estas últimas semanas. Se realizaron con total normalidad. Hoy, reina la confusión, abundan las críticas y los juzgamientos hacia las personas que nos visitan. ¿Por qué se castiga al Padre Javier Olivera Ravasi por la supuesta gestión de la visita de los diputados a los presos políticos? Si ellos tienen los mismos derechos que los Obispos para visitar LIBREMENTE a los presos, sea cual fuere el motivo de su detención. Ese contexto nos preocupa, porque algunos sectores que ustedes recibieron pretenden aislarnos de la sociedad, y condenarnos a una muerte civil y social”.

Pidieron que se den a conocer aquellas visitas previas y que se coordine “una próxima reunión con Miembros de la Conferencia Episcopal, para compartir con nosotros una jornada de oración, y así demostrar en la acción, que ustedes no nos abandonaron. Debemos continuar con los diálogos iniciados en 2015”.

Terminan con un saludo muy significativo: “Iglesia, FFAA y FFSS estuvimos juntos en todas las gestas patrióticas de nuestra Nación. Nuestro lema sigue siendo Dios, Patria y Familia. No defraudemos el Legado de nuestros Héroes” (citas tomadas de la nota de H. Verbitsky en El Cohete a la Luna).

Esta nota escracha a los obispos que visitaron a los genocidas mostrando el permanente papel activo de la cúpula de la Iglesia acompañando a la dictadura y trabajando por su impunidad. Y es una forma de exigirles que aparezcan también públicamente defendiéndolos, que no dejen solos a los legisladores y al cura Olivera.

La represión genocida no fue obra sólo de los militares. Las cámaras empresarias, los partidos patronales, los medios de comunicación, la cúpula de la Iglesia, intelectuales, etc. fueron responsables ideológicos, fueron los dieron la orden y la bendición a los militares. Todos ellos deben ser castigados.

(nota de MASAS n°465)

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