Necesitamos recuperar la CGT para los trabajadores, un plan de lucha preparado desde las bases para derrotar la política de Milei
La CGT jugó un papel muy importante en la resistencia a los planes de Milei y los grandes capitales nacionales y extranjeros. Con su convocatoria y participación en varias movilizaciones multitudinarias, con sus dos paros generales, enfrentando el DNU y la Ley Bases logrando bloquear algunos aspectos de las iniciativas del Gobierno.
La situación de catástrofe social exige que la CGT, CTAs y los sindicatos tengan un papel activo centralizando las luchas para que puedan triunfar. Es necesario un plan de lucha general, contra los despidos, en defensa de los salarios y las jubilaciones, para terminar con toda forma de precarización laboral, para proteger a las industrias nacionales frente a la importación indiscriminada, para desconocer la deuda externa e impedir el saqueo del país, en un pliego unificado que reúna los principales reclamos.
No alcanza con dar apoyo a las luchas sectoriales, se debe preparar la lucha de conjunto. Las luchas de los trabajadores de la educación en varias provincias, de los aeronáuticos, estatales, jubilados, aceiteros, neumático, movimientos sociales, etc. son importantes, pero deben coordinarse en una lucha nacional, para golpear todos juntos.
La dirección de las centrales debe independizarse políticamente, defendiendo exclusivamente el interés de los trabajadores, no para mediar, para amortiguar o conciliar con la ofensiva burguesa. No hay cómo conciliar intereses totalmente contrapuestos. Independizarse significa defender consecuente e incondicionalmente los intereses de todos los trabajadores confiar exclusivamente en sus propias fuerzas, en sus métodos de lucha, en su organización, que ha sido la base de todas las conquistas. Organizando las asambleas y reuniones en los lugares de trabajo para preparar la lucha, para ayudar a seleccionar a los mejores delegados y representantes desde la base, en debatir los reclamos sectoriales y generales. Sobre esa base realizar congresos de bases de los delegados y activistas de todos los sectores.
No hay nada que esperar del Congreso, de los gobernadores, de los partidos políticos patronales, todos estás arrodillados, postrados ante la ofensiva del capital financiero.
La burguesía siempre tiene cargos para ofrecer en el Estado, concesiones, negocios, para comprar y corromper a los dirigentes y el látigo para los que no se disciplinan. El movimiento obrero debe poder depurar sus direcciones, no será desde afuera, con leyes o con medidas antisindicales que pueden parecer “democráticas” o “antiburocráticas”.
La dirección de la CGT aparece dividida. Para una parte de la dirección de la CGT esas “concesiones” del Gobierno son suficientes para justificar “mantener el diálogo”, y “no confrontar” y para algunos dirigentes burocráticos mostrarse abiertamente dispuestos a reunirse con el gobierno y negociar como ya hicieron Cavallieri, Lingieri, Martínez, Andrés Rodríguez, etc. Estos son los que en verdad dirigen porque terminan imponiendo su política.
La unidad de la CGT es fundamental, no queremos que se vuelva a dividir, pero queremos una unidad que sirva para luchar e impulsar las luchas, una CGT paralizada es instrumento del Gobierno para bloquear una respuesta colectiva.
Las CTAs se están reunificando. Siempre es mejor que las centrales sindicales permanezcan unidas. Pero es necesario un balance del porqué se rompieron y sobre qué bases se establece nuevamente la unidad. También un balance de la formación de la CTA escindiéndose de la CGT. Las luchas deben librarse adentro de los sindicatos, para recuperar sus direcciones y son las bases, con sus delegados, sus comisiones internas, con sus asambleas, apoyados en la democracia obrera, las que deben marcar el camino de los sindicatos.
Hoy está a la vista la decisión del Gobierno de aplastar las jubilaciones y a los jubilados, de impedir la recomposición salarial de los trabajadores, de arremeter con los tarifazos en todos los terrenos. Es la hora de ganar las calles, de aplastar el protocolo represivo y toda la política nefasta que nos lleva a un desastre de enormes dimensiones.
(nota de MASAS n°465)