Fracaso de la política económica de Milei, también en sus objetivos reaccionarios
La política del Gobierno empobreció aún más a la mayoría, desencadenó una inflación que destrozó nuestros ingresos, provocó una recesión que dejó cientos de miles de trabajadores despedidos y el cierre de más de 10.000 empresas, paralizó la obra pública y avanza con el saqueo de las empresas del Estado y los recursos. La apertura de importaciones llevará al cierre de más empresas y decenas de miles de trabajadores serán despedidos. En ese sentido no podemos hablar de “fracaso” porque fue una política deliberada de transferencia de ingresos a los sectores más poderosos de la economía.
El Gobierno fracasa en sus objetivos centrales:
1) no logra eliminar la inflación pese a la brutal recesión;
2) las reservas del Banco Central son negativas;
3) mantiene artificialmente baja la cotización del dólar vendiendo reservas para evitar que una nueva devaluación se traslade a precios;
4) no cuenta con los dólares para pagar los vencimientos de la deuda del año próximo, ni la posibilidad de refinanciar esa deuda, el riesgo de default es alto; las empresas agropecuarias no exportan su cosecha, la retienen esperando una devaluación o la eliminación de las retenciones;
5) mantiene el “cepo” que el capital financiero exige que levante liberando la cotización del dólar;
6) el balance del comercio exterior se reduce y empieza a ser negativo con Brasil;
7) el dólar “barato” para importar incentiva las importaciones y el gasto en turismo en el exterior;
8) los ingresos impositivos caen por la caída de la actividad económica, registrándose en agosto el mayor desplome, una baja real del 21,3% respecto al mismo mes del año pasado;
9) no hay signos de que pueda revertirse la situación recesiva de la economía;
10) el principal gasto pasó a ser los intereses de la deuda que llevaron a que el resultado financiero de agosto fuera negativo en $1,92 billones; para mantener el equilibrio fiscal sin tocar los intereses capitalistas deberá realizar nuevos ajustes;
11) el superávit fiscal es mentiroso porque se sostiene con gran crecimiento de la deuda pública que genera intereses extraordinarios.
En el gráfico que sigue puede observarse la tendencia a la caída del ingreso y al crecimiento del gasto.
En el informe de agosto se observa un fuerte incremento del pago de intereses del 55,8% respecto del año pasado.
El Gobierno enfrenta el creciente rechazo popular a sus políticas y también las críticas del capital financiero que ve con preocupación que las cuentas “no cierran”, no compran los discursos de Milei, estudian sus números que muestran una realidad diferente (aunque un puñado reducido de grandes empresarios hace muy buenos negocios).
(nota de MASAS n°465)