¡Rechazamos el decreto dictatorial impulsado por el gobierno!
El 19 de diciembre el Poder Ejecutivo Nacional decretó el germen del Estado de Sitio con el Decreto Presidencial “1107/24” que lleva las firmas de Patricia Bullrich, Javier Milei y Luis Petri.
El objetivo de este documento es, primero, permitir al PEN definir a “cualquier bien, instalación o conjunto de instalaciones fijas y las entidades materiales de vital importancia para el ESTADO NACIONAL” como “Objetivo de Valor Estratégico”.
Segundo, que en caso de que esos “objetivos” sean “dañados o parcialmente destruidos”, en caso de “conmoción interna” o, en caso de Estado de Sitio, se permitirá actuar en conjunto y en “cooperación interinstitucional” a las Fuerzas Policiales de todas las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y, a las Fuerzas de Seguridad Federales, bajo el comando de las Fuerzas Armadas (Marina, Aviación y Ejército), a que “resuelvan la situación”. Esto se traduce en la centralización del poder represivo en el Ministerio de Seguridad y del Poder Ejecutivo.
Desde que inició el Gobierno de Milei advertimos desde el POR que inevitablemente iba a convertirse en una Dictadura Civil, que la guerra era contra las masas oprimidas, que no hay otro camino que la fuerza para que la burguesía haga pasar el feroz ajuste que estamos sufriendo.
Es importante señalar que este es un rasgo común a todos los gobiernos burgueses, ya que el Estado es el monopolio de la fuerza que una clase emplea sobre otra para subyugarla. Esto lo hemos vivido bajo el Plan CONINTES de 1958 decretado por Arturo Frondizi, bajo la Dictadura Militar de 1976, e incluso bajo los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner que utilizaron el Proyecto X (Unidad Especial de la Gendarmería Nacional) y aprobaron la Ley Antiterrorista (26.734).
Como vemos no se trata de una cuestión de color político, o de si un gobierno es democrático, autoritario o dictatorial, que no son más que las formas de un régimen, y que para conocer el contenido de clase de un Estado hay que saber qué relación tiene con la propiedad. En nuestro caso, la Argentina es un país capitalista comandado por la burguesía nacional que defiende a balazos la propiedad privada sobre los medios de producción, y encima es completamente servil a los dictámenes del imperialismo norteamericano en descomposición que nos empuja a la guerra, el narcotráfico y la miseria.
La única opción que tenemos los oprimidos por el capitalismo es destruirlo por medio de la revolución de las masas dirigidas por la clase obrera, la única clase capaz de llevar adelante la expropiación de la propiedad privada sobre los grandes medios de producción, y la nacionalización y protección de todos los recursos naturales del país.
Para vencer el decreto dictatorial, las políticas represivas y desmantelar los servicios de inteligencia, la clase obrera debe recurrir a sus métodos históricos de lucha que son los piquetes, los paros, las movilizaciones y el sabotaje de la producción, siendo el caudillo de todas las masas explotadas del país.
(Nota de MASAS n°471)