El Congreso revela su INCAPACIDAD
El escándalo de proporciones mundiales en torno a la estafa de la criptomoneda $Libra atravesó las puertas del Congreso. Aunque ese antro de bandidos haya convalidado y dejado pasar desfalcos mucho mayores sin mosquearse, como los de la deuda externa, el endeudamiento de Caputo, o incluso se prepare para someterse a las condiciones leoninas de un nuevo acuerdo con el FMI, sus elementos intentaron meter la cuchara para aprovecharse del escándalo en torno a la promoción de Milei de la “meme coin”.
Existen al menos dos mecanismos principales para la aprobación de un Proyecto de Ley: el más frecuente indica que un Proyecto sea analizado y consiga dictamen desde alguna de las comisiones que funcionan paralelas a las Cámaras (ya sea Diputados o Senadores) y luego sea votado por la totalidad de los integrantes de esa Cámara; la otra, es presentarlo directamente en la propia Cámara (de Senadores, en este caso), buscando una primera votación para tratarlo y una vez aceptado el tratamiento, una segunda votación para aprobarlo.
Con una celeridad casi inédita todo estaba dado para que el “Honorable” Senado de la Nación se lance a clarificar lo sucedido con la creación ad-hoc de una Comisión Investigadora, para probar el grado de involucramiento de Javier Milei en el escándalo de $Libra. La práctica totalidad de los integrantes de las cámaras del Congreso suelen estar vivamente interesados en darle a la institución una impresión de poder resolver los problemas de las masas y mostrarse activa y funcionando: hacer de cuenta que su existencia es necesaria. Todo estaba dado para que ese objetivo finalmente se alcanzase… pero algo sucedió.
El pasado 20 de febrero un grupo de Senadores, encabezado por el radical de Tierra del Fuego Pablo Blanco, había lanzado el proyecto, acompañado de otros 4 senadores radicales, logrando la aprobación para su tratamiento con los 2/3 de los votos exigidos, lo que preanunciaba una casi segura aprobación en la siguiente votación. Pero sin ningún tipo de debate, ni argumentos nuevos, 6 senadores dieron vuelta su voto y rechazaron la creación de la misma, entre ellos, uno de los co-autores del mencionado proyecto: Eduardo Vischi de Corrientes.
Era inútil creer que una Comisión Investigadora del Congreso pudiese avanzar en clarificar en algo el rol de Milei. Como también resulta en algunos casos un infantilismo y en otros un verdadero engaño, depositar la mínima expectativa en los juicios políticos, o causas judiciales para esclarecer los enormes negociados en las propias instituciones de la burguesía y sus integrantes. Pero no deja de ser simbólico la nitidez con la que podemos ver los tejes y manejes en esas cuevas de bandidos, con prebendismo, sobornando a plena luz del día, corrompiendo, extorsionando a Gobernadores para cambiar los votos de sus diputados o senadores, o simplemente comprando voluntades. Esa es la imagen que nos devuelven las instituciones burguesas hoy día.
El lento proceso de maduración política de los oprimidos debe pasar necesariamente por barrer con todas las ilusiones constitucionalistas y legalistas. Enterrar todas las esperanzas en conquistar alguna reivindicación desde las instituciones de la burguesía, enarbolando en contraposición los métodos de acción directa: las huelgas, los piquetes, las movilizaciones, únicos capaces de arrancarle a la fuerza lo que la burguesía no está dispuesta siquiera a negociar. Solo el POR enarbola sin engaños ni falsas expectativas este segundo camino, que es el de la revolución y dictadura proletarias, comprendiendo que, aunque largo y lleno de obstáculos e inconducentes atajos, es la única garantía que tenemos para lograr nuestras conquistas y terminar con este sistema putrefacto.
(Nota de MASAS n°475)