masas-475

No al monopolio privado de un servicio esencial como son las telecomunicaciones

Telecom y Telefónica deben ser expropiadas y estatizadas

El dominio y control sobre las telecomunicaciones es de importancia vital para el sistema. Esto explica la guerra entre poderosos grupos capitalistas para concentrar la mayor cantidad de medios. Contribuyen a formar la opinión pública promocionando políticas en su beneficio, promoviendo a sus políticos, ocultando denuncias o luchas populares, ocultando a políticos que no se disciplinan, justificando sus negociados, mintiendo sobre la economía, sobre las empresas estatales, extorsionando a los gobiernos, reproduciendo los intereses del capital financiero, la defensa de la gran propiedad, etc. Son un factor de poder extraordinario que les permite potenciar sus otros negocios. Las telecomunicaciones tienen un valor estratégico y deben quedar fuera de toda injerencia privada.

Telecom del Grupo Clarín anunció en estos días la compra por US$ 1.250 millones de Telefónica argentina. Aceleró un proceso de tensión que se había abierto entre el Gobierno y el Grupo Clarín. La lucha por el control de los medios de comunicación tiene varias décadas.

Milei cree que el golpe de efecto de la rápida comprayposesióndelmandoesunajugadaaudazparaprimerearpolíticamenteydejarsinjuegoalGobierno.  Milei estalló de bronca contra Clarín y prometió “ir a fondo”. El Gobierno que propicia los monopolios advirtió que podría exigir a los compradores que se desprendan de la empresa Movistar, a fin de evitar un mercado oligopólico. En un comunicado, dijo que deberán evaluar si “esta operación no constituye la formación de un monopolio”.

Con esta operación Telecom podría alcanzar el 70% del mercado de telecomunicaciones incluyendo servicios de telefonía móvil, internet y televisión por cable. En telefonía celular entre Personal y Movistar, pasaría a tener más de 41 millones de clientes sobre un mercado total de 60 millones.

La Ley de Defensa de la Competencia en Argentina (Ley N.º 25.156) establece regulaciones para “evitar la formación de monopolios y garantizar una competencia justa en los mercados”. Una de sus disposiciones es la obligación de notificar las concentraciones económicas que otorguen a una empresa el control de una porción significativa del mercado. Cualquier operación que implique una participación igual o superior al 25% del mercado debe ser revisada por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), el organismo encargado de evaluar y dictaminar sobre la legalidad de la transacción.

Milei mandató a los funcionarios del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) y de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) a tener preparadas las herramientas para entorpecer la transacción y podría desautorizarla.

La regulación antimonopolio en Argentina también prevé sanciones para las empresas que realicen concentraciones sin la debida autorización o que incurran en prácticas anticompetitivas (aún no fue derogada).

En el pasado se han aplicado restricciones a fusiones y adquisiciones en el sector de las telecomunicaciones para evitar situaciones de monopolio u oligopolio. Un antecedente fue la fusión de Cablevisión y Telecom en 2018, autorizada por Macri, que ya generó un alto grado de concentración en el mercado. La CNDC autorizó la operación, aclarando hipócritamente que cualquier otra fusión de gran escala en el sector sería analizada con mayor rigor.

Anteriormente el temor a que Telefónica se quedara con Telecom -lo inverso a lo que ocurre hoy- desató un gran conflicto societario. Las batallas legales llegaron a la Corte Suprema con escándalos de todo tipo. La pelea por Telecom se convirtió en asunto de Estado. Néstor Kirchner -que en su último día de mandato había firmado el decreto que aprobó la fusión Cablevisión-Multicanal- nunca perdonó a Magnetto-Clarín sus maniobras y ese tema de Telecom fue uno de los motivos de su fuerte enfrentamiento mutuo.

En 2011, los Werthein empezaron a vender sus acciones en Telecom a Fintech, un fondo buitre. Los Werthein completaron su salida entre 2014 y 2017. Se estima que multiplicaron al menos por 10 los 125 millones de dólares que habían pagado en 2003. La mayoría de las acciones de Telecom quedó en CV Holding, una sociedad compartida entre Fintech y un grupo de accionistas que también son accionistas del Grupo Clarín. Hace 7 años el negocio era ofrecer el “triple play” (internet, cable y telefonía), hoy el negocio es el 5G. Telecom ya hizo pruebas con Huawei que prevé una disputa por el rechazode EE.UU. a cualquier intervención de la empresa china en la región.

Es llamativo que una empresa que necesita la aprobación de un ente regulador, que advierte que no permitirá oligopolios, más el sistema armado por JP Morgan para definir quién la compraba, anuncie en todos los ámbitos una operación que pudiera ser anulada. Sería un escándalo en el mundo. Seguramente tienen la certeza de que el Gobierno se disciplinará a la decisión de Clarín-Telecom.

Los españoles dejaron vacíos sus lugares y el gerenciamiento se renovará, Telefónica de España cerró de manera rápida la venta que había anunciado en 2019.

En apenas un mes encontró comprador por un monto mayor al esperado. Otros grupos empresarios entusiasmados por quedarse con un negocio millonario quedaron en el camino. Desde Telefónica informaron de manera oficial la venta sin dar detalles de su aceleración.

Es parte de una transformación en el mercado de telecomunicaciones en América Latina, ya que varias empresas quieren desprenderse de sus activos en la región y Telefónica ha estado reduciendo su presencia en varios países. La venta de su filial argentina forma parte de esta estrategia de desinversión para concentrarse en Brasil y Venezuela.

El banco estadounidense JP Morgan se encargó de reunir a los empresarios que esperaban competir por la compra. Informó que hubo cuatro intenciones firmes: América Móvil, del mexicano Carlos Slim y controladora de Claro; DirecTV, de Gerardo Werthein; Telecentro, del empresario argentino Alberto Pierri; y Telecom. El diario Perfil informó que Telecentro fue quien presentó la mejor propuesta, una oferta mayor a la que realizó Telecom.

Milei en fuerte contradicción con su discurso decía: “Los monopolios no son malos. Es más, les diría que los monopolios pueden ser maravillosos si son como consecuencia de que quedó uno. Y si no les gusta que haya uno solo, no se enojen con el que está, enójense con los que no están”. En ese momento, desechó la intervención del Estado.

Hasta ahora los perdedores no han presentado una impugnación. Pero si la operación queda empantanada entre las regulaciones la Justicia ordinaria debería intervenir. En el caso del DNU 690 del 2020, del gobierno de Fernández, que declaró a las TIC como servicios públicos esenciales, las tres empresas llevaron el caso a la justicia. A poco de asumir, Milei lo derogó.

Telecom explica que hicieron una compra a quien quiere irse, para frenar el proceso de desinversión y revertirlo: “ampliar y fortalecer sus redes de fibra, desarrollar su tecnología 5G, optimizar su cartera de productos y servicios, etc. Esto no busca destruir, sino construir y fortalecer algo que se estaba debilitando a pasos agigantados”.

La “inversión” de Clarín no quedará en el país, el precio de las acciones de Telefónica irá a los bolsillos de sus dueños, seguramente no hay ninguno en el país. Telecom recibió dos préstamos internacionales para financiar la compra y ya tomó posesión de Telefónica.

Milei y algunos grupos empresarios tienen miedo del enorme poder que sigue acumulando Clarín, que los condiciona y también porque quisieran que otros actores como Musk y su Starlink puedan ganar terreno en nuestro país.

Los comunistas no nos oponemos a los monopolios, al contrario, consideramos que son la expresión del agotamiento de la libre competencia y de la necesidad de dar paso a una sociedad basada en la propiedad colectiva de los medios de producción.

Las comunicaciones deben estar en manos del Estado, controladas por los propios trabajadores, con participación de los sindicatos, de las universidades, de las organizaciones sociales, son un medio fundamental para educar, para formar e informar, para difundir las mejores expresiones culturales, para garantizar las comunicaciones entre todos al más bajo costo.

(Nota de MASAS n°475)