El programa del FMI exige seguir bajando el “gasto” previsional
Estos son los importes de la jubilación mínima cobrados en diciembre 2023 y febrero 2025. El ajuste fue del 135%. En ese período la inflación oficial fue del 185,9%.
jubilación | bono | total | |
dic-23 | 105.713,00 | 55.000,00 | 160.713,00 |
feb-25 | 273.086,50 | 70.000,00 | 343.086,50 |
Esto quiere decir que se ha perdido un 34%. Si se hubiera ajustado la jubilación por el índice oficial el importe total que cobrarían en febrero debió ser. $459.493. Esto explica el salvaje ajuste que hizo este Gobierno, que se suma a todo el retroceso con los gobiernos anteriores.
Multipliquemos esa diferencia por los millones de jubilados y entenderemos porqué la mayor reducción presupuestaria del Gobierno proviene del ajuste previsional y le sigue la eliminación de la inversión en obra pública.
El poder adquisitivo real de la gran mayoría de jubilados y pensionados se deterioró más por el gasto en medicamentos que no cubre el PAMI. Y más por la composición del gasto, que no mide el INDEC. Hoy el gasto en luz, gas, expensas, transporte, alquileres, es una proporción mucho mayor dentro del presupuesto familiar. El deterioro del poder adquisitivo bajo el gobierno Milei es mucho mayor que el 34% que muestra la estadística oficial.
La fórmula de ajuste que estableció este Gobierno condena a todos los jubilados a no recuperar todo lo perdido bajo los anteriores gobiernos y perder todos los meses una parte del poder adquisitivo que no mide la inflación oficial.
Lo mínimo que se debe percibir de jubilación/pensión es lo que cuesta la canasta familiar. Ni un peso menos. Ajustado cada mes de acuerdo con la evolución real del costo de esa canasta.
La garantía de la movilidad de las jubilaciones y pensiones se encuentra establecida en el art. 14 bis tercer párrafo de la Constitución Nacional reformada en 1957. En agosto de 1958 se dispuso el 82% móvil de las jubilaciones, esto quería decir que el trabajador al jubilarse cobraría ese porcentaje del último mejor salario y que se actualizaría como se actualizaban los salarios. Esta conquista solo sobrevive en cajas provinciales y para regímenes especiales que el gobierno nacional quiere liquidar.
Ya en 1962 se dejó de cumplir con el 82% móvil argumentando que las cajas tenían déficit. Luego Onganía elevó la edad jubilatoria y estableció que el 82% fuera para quienes tuvieran más de 30 años de aportes. Entre 1971 y 1991 la reducción del haber real alcanzó el 50%. Con la reforma de Menem de 1994 se formaliza la baja al 45% del sueldo promedio actualizado de los últimos 10 años. En ese año se crean las AFJP.
A mediados de 2001 De la Rúa resolvió reducir en un 13% las jubilaciones mayores a $300.
Con la reforma de 2010 el Congreso quiso establecer por Ley 26649 una burla a la conquista del 82% móvil, refiriéndolo al salario mínimo para establecer la jubilación mínima, cuando el propósito original era vincular ese porcentaje al salario en actividad. Y Cristina Kirchner lo vetó, no aceptando siquiera ese piso de referencia.
Los ajustes posteriores de la movilidad jubilatoria, con Macri y con Fernández, omitieron el ajuste de algunos meses para reducir el ajuste de los haberes jubilatorios. Hasta llegar a este último golpe que se basa por un lado en desconocer una parte del salto inflacionario de diciembre 2023 como producto de una super devaluación y por otro mantener congelado un bono de $70.000 desde febrero de 2024 (anteriormente de $55.000).
En una nota posterior haremos referencia a cómo el Estado ayudó a desfinanciar el sistema, colocando bonos que se ajustaban por debajo de la inflación, no controlando las contribuciones patronales, exceptuando o eliminándolas, no controlando el trabajo no registrado que llegó al 40% de los trabajadores, promoviendo políticas que desocuparon a millones de trabajadores por largos períodos; permitiendo que las empresas y el propio Estado nacional, provincial o municipal paguen sumas “en negro” a los trabajadores dependientes, etc.
La política permanente de la burguesía y sus gobiernos en los últimos 70 años ha sido reducir bajo distintos métodos el gasto previsional siguiendo las recomendaciones del capital financiero internacional, los programas del FMI. Una política de contrarreformas que se aplica en todo el mundo.
El capitalismo agotado y en descomposición no sólo no puede garantizar un nivel de vida digno para la mayoría oprimida sino que tiene que atacarla todo el tiempo para reducir y anular conquistas y derechos.
(nota de MASAS n°477)