¿Qué es el capital financiero?
Extractos de Lenin – El imperialismo, fase superior del capitalismo
III. EL CAPITAL FINANCIERO Y LA OLIGARQUÍA FINANCIERA
“Una parte cada día mayor del capital industrial -escribe Hilferding- no pertenece a los industriales que lo utilizan. Pueden disponer del capital únicamente por mediación del banco, que representa, respecto de ellos, al propietario de dicho capital. Por otra parte, el banco también se ve obligado a colocar en la industria una parte cada vez más grande de su capital. Gracias a esto, se convierte, en proporciones crecientes, en capitalista industrial. Este capital bancario, por consiguiente, capital en forma de dinero, que por este procedimiento se trueca de hecho en capital industrial, es lo que llamo capital financiero”. “El capital financiero es el capital que se halla a disposición de los bancos y que es utilizado por los industriales”.
Esta definición no es completa, por cuanto no se indica en ella uno de los hechos más importantes, a saber: el aumento de la concentración de la producción y del capital en un grado tan elevado, que conduce y ha conducido al monopolio. Pero en toda la exposición de Hilferding, en general, y en particular en los dos capítulos que preceden a aquél del cual hemos entresacado esta definición, se subraya el papel de los monopolios capitalistas.
Concentración de la producción; monopolios que se derivan de la misma; fusión o ensambladura de los bancos con la industria: he aquí la historia de la aparición del capital financiero y el contenido de dicho concepto.
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El capital financiero, concentrado en un puño y que goza del monopolio efectivo, obtiene un beneficio enorme, que se acrece sin cesar, de la constitución de sociedades, de la emisión de valores, de los empréstitos del Estado, etc., consolidando la dominación de la oligarquía financiera, imponiendo a toda la sociedad los tributos en provecho de los monopolistas. He aquí uno de los innumerables ejemplos de los “negocios” de los trusts americanos, citado por Hilferding: En 1887, Havemeyer constituyó el trust del azúcar mediante la fusión de 15 pequeñas compañías, cuyo capital total era de 6,5 millones de dólares. Pero el capital del trust, “diluido”, según expresión norteamericana, fue determinado en 50 millones de dólares. La “sobrecapitalización” calculaba de antemano los futuros beneficios monopólicos, del mismo modo que, también en América, el trust del acero calcula los futuros beneficios monopólicos acaparando un número cada vez más considerable de yacimientos de mineral de hierro. Y, en efecto, el trust del azúcar fijó precios de monopolio y percibió tales beneficios, que pudo pagar un dividendo del 10% al capital siete veces «diluido», es decir, ¡casi el 70% del capital aportado efectivamente al ser constituido el trust! En 1909, su capital era de 90 millones de dólares. En veintidós años, había aumentado su capital en más de 10 veces.
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Los beneficios excepcionalmente elevados que proporciona la emisión de valores, como una de las operaciones principales del capital financiero, desempeñan un papel muy importante en el desarrollo y consolidación de la oligarquía financiera. “En el interior del país no hay ningún ‘negocio’ que dé, ni aproximadamente, un beneficio tan elevado como el servir de intermediario para la emisión de los empréstitos extranjeros”, dice la revista alemana “Die Bank”.
(Nota de MASAS n°479)