La extrema derecha vuelve a ganar las elecciones en Rumania
Las elecciones de noviembre de 2024 se anularon por el alto tribunal acusando injerencia rusa en favor de Calin Georgescu esperando que los próximos tuvieran un resultado diferente. La decisión sin precedentes, potenció su peor crisis política en décadas.
Aquella victoria con el 23% no se diluyó, sino que tomó aún más fuerza. El presidente de AUR, George Simion, tomó las banderas de Georgescu y obtuvo una victoria contundente con el 40,96% de los votos y obtuvo una diferencia de casi 20% respecto al alcalde de Bucarest, Nicusor Dan. El oficialista Crin Antonescu terminó en tercer lugar con el 20,07%. Este 4 de mayo la participación fue del 53.21%.
El vencedor apareció junto a Georgescu, prometiendo nombrarlo primer ministro.
Como consecuencia del fracaso electoral de su coalición, que quedó en tercer lugar, el primer ministro de Rumania Marcel Ciolacu renunció, declarando que la coalición ahora “carece de cualquier credibilidad”. Estaba compuesta por el izquierdista PSD, el Partido Nacional Liberal de centro-derecha, el pequeño partido étnico húngaro UDMR y minorías nacionales.
La segunda vuelta está prevista para el 18 de mayo.
Las elecciones revelan el profundo hartazgo político que atraviesa el país, un fuerte “sentimiento anti-establishment” alimentado por la fuerte inflación, un gran déficit presupuestario y una economía que no crece.
En 2019, Simion fundó el partido AUR, que ganó prominencia en las elecciones parlamentarias de 2020 proclamando defender “familia, nación, fe y libertad”. Es el segundo partido más grande de Rumania en la legislatura.
Su opositor para la segunda vuelta, Dan, fundó el partido Unión Salvar Rumania en 2016, se postuló con una plataforma pro-UE.
El resultado repercutió también en varios países de Europa y señaló un castigo a los partidos tradicionales. Rumania es miembro de la Unión Europea y de la OTAN y tiene tropas de la alianza atlántica apostadas en el país y forma parte de la estrategia militar del bloque. Su elección representaría otro revés para Bruselas, que tendría que lidiar con una nueva voz que no acepta la relación con la UE, al lado de los primeros ministros de Hungría y Eslovaquia, Viktor Orbán y Robert Fico.
El cargo de presidente en Rumania influye en política exterior, con sus 19 millones de habitantes, que ha cobrado una importancia estratégica para la OTAN desde la guerra en Ucrania. El presidente rumano comanda las fuerzas armadas y preside el Consejo de Seguridad Nacional, que decide sobre la ayuda militar. También puede vetar decisiones clave de la UE y nombrar al primer ministro.
Este fenómeno es similar al que se reproduce en otros países de Europa ante el fracaso de sus políticas de sometimiento colonial a los dictámenes de la OTAN y de la UE comandada por Alemania y Francia. La unidad de Europa se conquistará por medio del triunfo de la revolución social que ponga en pié los Estados Unidos Socialistas de Europa que habrá de expulsar a la OTAN y las bases militares norteamericanas y expropiar a las poderosas multinacionales que aprovechan su mercado para enriquecerse en primer lugar los grandes bancos. Para que pueda ser posible es necesario construir partidos revolucionarios en cada país como parte del Partido Mundial de la Revolución Socialista reconstruido (IV Internacional), trabajo en que estamos empeñados desde el CERCI.
(Nota de MASAS n°479)