Ante la muerte del ex presidente de Uruguay Pepe Mujica
Fue un guerrillero tupamaro y estuvo preso casi 15 años bajo la dictadura. Fue presidente desde 2010 a 2015.
Pertenecía al Movimiento de Participación Popular que es un partido político de izquierda, fundado por exguerrilleros del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. El MPP forma parte del Frente Amplio.
Su ideología es socialdemócrata, de defensa del orden capitalista, partidario de la conciliación de clases, ajeno al marxismo. Su discurso idealista se refirió a los valores humanos, la solidaridad, los cambios éticos, culturales, criticar el consumismo, el egoísmo, el individualismo, la destrucción de la naturaleza, etc. todos los males de una sociedad en decadencia que empezarán a terminarse cuando terminemos con su base material.
En el gobierno no tomó ninguna medida contra la gran propiedad de los medios de producción, sobre las propiedades de las multinacionales, sobre el paraíso fiscal que es Uruguay.
Por eso es reivindicado por los partidos burgueses en todo el mundo, por la enorme mayoría de los medios de comunicación, inclusive derechistas. Para ellos es un modelo de izquierdista aceptable ya que no cuestiona las bases del sistema, apenas sugiere algunas reformas.
No promovió el castigo a los dictadores que mataron, torturaron, encarcelaron, persiguieron a los mejores luchadores, ni al poder económico que ordenó esa represión. Ni a los EEUU que intervinieron directamente en la organización de la represión. Por el contrario, llamó a un pacto de silencio, a la reconciliación, boicoteando la búsqueda de la verdad y la justicia.
Como tantos revolucionarios de los años ´70 es un mal arrepentido de la lucha por la revolución social, por el socialismo. No pudieron aprender de sus errores y terminaron renunciando a la causa, que está más vigente que nunca ante la descomposición y pudrición de un capitalismo agotado en todo el mundo.
Nunca se debe perder de vista el antagonismo esencial en la sociedad entre una minoría que se enriquece, que concentra capital, que explota y una mayoría cada vez más empobrecida, precarizada. Que las guerras y las matanzas en el mundo crecen por la voracidad imperialista.
Es valorada su honestidad, su pobreza, no haber sacado ventaja económica de sus cargos políticos, como exigimos que sean todos los militantes que se reclaman de la causa popular, lo que valió un reconocimiento y cariño por parte de su pueblo, contrastando con la politiquería burguesa y pequeñoburguesa tan corrupta.
Pero esto no debe ocultar su posición política, que expresa a la pequeñoburguesía que defiende este régimen de explotación que debe ser destruido. Por eso no lo reivindicamos.
(Nota de MASAS n°480)