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Enfrentar la persecución política a Cristina Kirchner con los métodos de la clase obrera

¡Huelga general para defender las libertades democráticas!

¡Abajo la dictadura civil de Milei y el FMI!

El imperialismo dio la orden de meter presa a Cristina Kirchner. Ha instruido desde hace tiempo a sus jueces para que armen las causas necesarias para culparla, sentenciarla y si es posible meterla presa para por esa vía proscribir su candidatura. La propuesta de una ley de “ficha limpia” en el Congreso tenía la misma función. Hay sobradas pruebas de cómo se manipulan las causas para determinar en qué jueces deben caer, en qué fechas se realizan las audiencias, en qué fechas se anuncian las condenas. Es lo que se llamó “justicia creativa”: si no hay pruebas se construyen y se dispone de los medios de comunicación para difundir la condena antes que se produzca el juicio.

El diario Clarín había anticipado en septiembre de 2022, pocos días después del atentado «La bala que no salió y el fallo que sí saldrá». Emparentando claramente la decisión de eliminarla físicamente y eliminarla políticamente por vía judicial. La investigación sobre la familia Caputo y la financiación de la banda que quiso matarla no avanza ni un centímetro, como tampoco sobre el papel de Milman y cómo sabía del atentado. En estos días es demasiado obvio cómo los principales medios gráficos y televisivos del gran capital han sincronizado la presión sobre la Corte Suprema para que confirme con urgencia la condena a Cristina Kirchner.

La Embajada norteamericana y la Cámara de Comercio Amcham intervienen activamente para marcar el paso a la Justicia que tienen domesticada para condicionar a los otros poderes, acompañados por el trabajo que hacen los medios de comunicación. Al día siguiente de las elecciones en Capital ordenaron a Macri y a Milei que deben hacer un frente de toda la derecha para derrotar al peronismo. 

La Justicia es de clase, defiende a los capitalistas, defiende la gran propiedad, defiende sus crímenes contra la Nación y contra los trabajadores, y actúa como una verdadera mafia. Nunca perdemos de vista esta caracterización. Los mayores crímenes no son juzgados o demoran el juzgamiento tantos años o décadas que impiden castigar a los responsables. Todavía hay en proceso juicios por los crímenes de la última dictadura. No han sido castigados quienes ordenaron el genocidio, quienes se beneficiaron. Blaquier murió recientemente sin ser condenado. Todos sabemos del saqueo del país y quiénes se enriquecieron a más no poder. Sin embargo no hay ningún empresario poderoso preso. Conocemos el fraude de la deuda externa pero la justicia no quiere abrir el secreto bancario, ni bursátil, ni impositivo, para determinar quiénes se fugaron las divisas. Todos sabemos que el grupo Macri no pagó la deuda del Correo desde hace más de 20 años… Todos sabemos que Yaciretá fue el “monumento a la corrupción” pero ninguna de las empresas beneficiadas ha sido expropiada. Nunca se recuperan las fortunas que se roban del Estado.

Por eso decimos que la Justicia fue dirigida hacia la condena a Cristina Kirchner para proscribir su intervención política en cualquier cargo, además, ella es la Presidenta del Partido Justicialista. Este operativo es parte del régimen de dictadura civil que vivimos. El imperialismo quiere cerrar el camino a que Kirchner pueda volver al gobierno cuando estalle Milei.

No decimos que no hubo corrupción. Decimos que la corrupción es la excusa para proscribir. La corrupción no empezó con Kirchner sino que es inherente al capitalismo, y especialmente la dictadura militar y los gobiernos de Menem y Macri se encuentran entre los más corruptos de la historia, ¿alguien puede creer que sólo hubo corrupción en la obra pública en la Provincia de Santa Cruz? La confirmación de la condena y la proscripción atentan claramente contra las libertades democráticas.

Cristina Kirchner es defensora del capitalismo, de la gran propiedad, bajo su Gobierno crecieron las ganancias de las multinacionales y su concentración. El gran crecimiento de la economía bajo sus mandatos ni siquiera terminó con la precarización laboral. La mayor corrupción es haber pagado la deuda externa fraudulenta, decenas de miles de millones de dólares imprescindibles para impulsar la industrialización del país, para resolver obras urgentes. Bajo su gobierno no se revirtieron las privatizaciones de Menem (Aerolíneas Argentinas, YPF y las AFJP fueron estatizaciones parciales y puntuales debido a la crisis que abrieron).

Solo habrá Justicia cuando pongamos en pie tribunales populares como representación directa de la mayoría oprimida que juzgue y castigue todos los crímenes del capitalismo. A Cristina Kirchner deberán juzgarla los oprimidos. Rechazamos cualquier intervención del imperialismo diciéndonos a quién debemos enjuiciar, a quién castigar y a quién votar.

Para impedir la proscripción de Cristina Kirchner se debe movilizar a los oprimidos contra el imperialismo, contra las multinacionales, contra el Gobierno, contra sus medidas. Por eso la respuesta del peronismo todavía es tan débil, porque hay que enfrentar a los más poderosos. No es en la Justicia, no es en el Congreso, no es con discursos que se derrota la dictadura civil. Si no hay una respuesta generalizada de las masas no se puede detener la política agresiva del imperialismo que busca imponerse por todos los medios.

Partido Obrero Revolucionario, 10/06/25