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Gran Acto del CERCI en San Pablo, en reivindicación de los 90 años del POR Boliviano, organizado por su sección brasilera, el POR de Brasil

El 1° de Junio se realizó un gran Acto en homenaje y reivindicación de los 90 años del POR boliviano convocado por el Comité de Enlace por la Reconstrucción de la Cuarta Internacional (CERCI) y organizado por el POR Brasil con la participación de delegaciones regionales.

Un acto con una preparación rigurosa tanto de la dirección del CERCI como por parte del Comité Central brasilero. Un acto altamente politizado que rescató los principales hitos de la historia del POR, la construcción de su programa, su lucha contra el nacionalismo burgués y pequeñoburgués, y contra todas las variantes del revisionismo. Destacamos la preparación de las intervenciones de todos los camaradas y la atención y disciplina del acto para aprovechar al máximo el esfuerzo colectivo.

La presentación del Acto estuvo a cargo del camarada Atilio de Castro, Secretario General del POR y miembro de la dirección del CERCI que refirió al contexto histórico de la construcción del POR, al significado de su larga existencia para la revolución proletaria en Bolivia, sus reflejos en América Latina y su importancia para la reconstrucción de la IV Internacional. Luego hicieron sus exposiciones los dirigentes de las secciones de Bolivia y Argentina.

Luego hubo pronunciamientos sobre aspectos particulares de los 90 años de existencia: 1) el origen del POR en los marcos de la constitución de partidos vinculados a la IV Internacional en América Latina; 2) principales etapas de la construcción del POR; 3) la experiencia parlamentaria del Bloque Minero; 4) el vínculo histórico entre la Revolución de 1952 y la constitución de la Asamblea Popular de 1971; 5) crítica programática a la experiencia foquista en Bolivia y en América Latina; 6)el lugar del POR en la IV Internacional. Luego se abrió para las intervenciones del plenario.

En el cierre del acto, fue leído el Manifiesto de los 90 años, cantado el Himno de la Internacional y hecho el último saludo ¡Viva los 90 años del POR de Bolivia! ¡Por la reconstrucción del Partido Mundial de la Revolución Socialista, la IV Internacional!

Tomaremos algunos pasajes de la exposición del camarada Atilio:

La construcción del Partido es una obra histórica, no se resuelve inmediatamente, pasa por varias fases de construcción y se construye en la lucha de clases, en los conflictos políticos con las corrientes, en enfrentamientos con el Estado”.

“Tenemos el ejemplo del POR de Bolivia, con una larga existencia que es una referencia para nuestra propia construcción. Sabemos que probablemente vamos a demorar en desarrollar el partido nacionalmente pero también sabemos por la propia historia del POR que hay momentos de la lucha de clases en que el proletariado entra al partido, momentos que esas luchas separan a los revolucionarios de los reformistas”.

“Las luchas que nos continúan motivando a entender que este camino es el camino de la historia, un proceso de lucha de la IV Internacional por construirse y transformarse en dirección internacional del proletariado, con un programa claro, un programa perfectamente ajustado al momento histórico, como lo es el Programa de Transición de la IV Internacional que fue aprobado en 1938. Sus ideas, sus fundamentos, sus principios, están completamente actuales”.

“Antes del Programa de Transición tuvimos la constitución de la III Internacional que también construyó un programa en los 4 primeros Congresos de la Internacional Comunista dirigidos por Lenin y Trotsky, esos documentos expresaron la primera victoria y conservación del poder del proletariado, que fue la Revolución Rusa…”

Cuando hablamos de 90 años de historia del POR hablamos de un partido que dio continuidad a esta raíz, a esa línea histórica”.

“Hoy el capitalismo está viviendo una retomada de la barbarie… Estamos con dos guerras, en Ucrania hace más de tres años y la otra en Palestina, con la masacre de una población indefensa que no tiene armas para combatir la capacidad de Israel y EE.UU., que respalda militar y financieramente”.

La promesa de paz del imperialismo no es posible. Hubo un período en que se hablaba de desarme, de acuerdos que se hicieron en el pasado para eliminar los arsenales atómicos. Todos esos acuerdos desaparecieron. Hoy tenemos una corrida armamentista que causa asombro, que muestra la tendencia a la guerra, son los síntomas previos a una gran conflagración”.

Así la cuestión de la construcción del partido se transformó en una cuestión de vida o muerte, porque sin el partido del proletariado, sin el partido de la clase obrera que tome en sus manos la lucha contra el capitalismo, (se potenciarán) las tendencias bárbaras de desintegración del capitalismo, …”

El POR es un ejemplo de construcción de partido, en condiciones difíciles. Inició su construcción en 1935. Trotsky estaba liderando el movimiento de oposición de izquierda rusa desde 1929 y decide construir la IV Internacional que se funda el 1938. El POR se estaba integrando a ese movimiento y abrió un camino de 90 años en la historia de la Internacional. Si se tomara una escala de la historia, debemos explicar cómo un partido se preserva 90 años. Merece una explicación histórica, porque es un partido que nunca hubo”.

Un partido que no tiene rentados, nunca hubo un rentado en el POR. Todos los partidos aquí que se legalizan y reciben 3 millones de reales del Estado, PCdoB, PCB, PSTU, PSOL, PT, entonces pueden tener una camarilla profesionalizada. El POR nunca tuvo militancia paga. El POR tiene un profesional de otra naturaleza, la naturaleza del profesional que vive y muere por la construcción histórica del partido de la revolución proletaria. Eso implica formar cuadros militantes que pueden soportar golpes militares, como enfrentó el POR el asesinato de sus militantes y no cae, el POR es ese ejemplo de 90 años que nos inspira”.

“Debemos enormemente a Guillermo Lora que estuvo aquí en Brasil en nuestro nacimiento. Debemos mucho a las Obras Completas de Guillermo Lora, una obra de 70 volúmenes, de 500 páginas cada uno. Eso en un país pobre, miserable. Tiene una obra extraordinaria, construida en un país atrasado …”

A continuación intervino el camarada Ariel Román. Destacamos algunos pasajes de su intervención:

“Estamos comprometidos con la misma tarea: establecer el Partido Mundial de la Revolución Socialista. Un problema que ni ustedes ni nosotros sabemos cómo resolver. Avanzamos, intentamos establecer este Partido porque, entendemos que el principal problema que enfrentan nuestros países, en Latinoamérica y el mundo, es la evidente crisis de liderazgo, que se manifiesta en la lucha de los pueblos contra la opresión. La tragedia en Gaza, las rebeliones en África, las luchas en Argentina, Bolivia y en todas partes ponen de relieve este problema. A medida que el capitalismo se desintegra, este problema se vuelve cada vez más vital de afrontar y resolver. Y estamos aquí, intentando resolverlo”.

“Veo, en el caso del POR de Brasil, un partido que está perfeccionando sus herramientas programáticas para penetrar en las masas explotadas del país, para penetrar en el proletariado, el sector social más importante de Latinoamérica, que debe ser liderado por el POR brasileño”.

“Me doy cuenta de la importancia de lo que se hizo en Bolivia. No viví el período de 1946, cuando Guillermo Lora y los militantes del POR de entonces lograron la hazaña de fusionar el partido con el proletariado minero. El POR, que existía como una organización embrionaria, debido a las circunstancias de su actividad política, vio a militantes de La Paz refugiarse en las minas; por esta vía, entraron en contacto con los mineros. Los conocieron, entendieron cómo piensan, cómo creen, cómo protestan, cómo hablan, cómo sienten. Este acercamiento vincularía las ideas rudimentarias del programa del partido, legadas por José Aguirre Gainsborg, con el proletariado. El gran éxito de Aguirre Gainsborg, fundador del POR, fue que, al unirse a la Oposición de Izquierda en el Partido Comunista de Chile, afirmó que, en el caso boliviano —a pesar de ser un país tan pobre y atrasado—, era necesario organizar un partido bolchevique con una estructura celular, con la convicción de que, si bien el proletariado boliviano no era la mayoría, su condición de clase no propietaria lo convertía en la clase revolucionaria. Esta fue la idea de Aguirre”.

“Aguirre organizaría a la izquierda trotskista boliviana en torno a esta idea y, junto con otros grupos, fundaría el POR en 1935 en Argentina. Pero aún quedaba un largo camino por recorrer antes de que pudiera penetrar en las masas”.
“Aguirre murió en este empeño y no vio cristalizarse este pronóstico programático, que se verificará en la realidad. Eso vendrá después. Será necesario que este grupo de militantes acumule experiencia, lo que los preparará para penetrar en la clase. Veo que esto es lo que está sucediendo en Brasil. Se están preparando para penetrar en la clase y están avanzando por ese camino”.

“¿Cuándo podremos decir que el POR de Brasil ha penetrado en la clase obrera brasileña y que es la expresión política del proletariado brasileño? ¿Cuándo podremos decir eso? Considerando nuestra experiencia, digo: este momento comienza cuando aprendemos a dar forma política al instinto comunista de la clase. Estamos escuchando, observando cómo habla, cómo protesta, cómo se organiza. Y, por supuesto, el Partido, utilizando el método marxista, intenta dar expresión política a este sentimiento. Eso es lo que hizo Guillermo Lora. Eso es lo que consta en las Tesis de Pulacayo. Es una situación particular, porque no en cualquier momento puede darse la fusión entre la rebelión instintiva y las ideas políticas marxistas. No es cualquier hecho el que genera este encuentro. En el caso boliviano, nuestra experiencia demuestra que es una situación particular. El gobierno de Villarroel había caído. La oligarquía liquidó al presidente Villarroel, quien se presentaba ante los trabajadores como el redentor del proletariado. Fue el gobierno el que creó el Ministerio de Trabajo, organizó la Federación Minera, celebró el primer congreso indígena y se presentó ante las masas como un gobierno redentor que avanzaba hacia la emancipación de los oprimidos del país. Esa era la idea”.

“Y entonces llegó el golpe contrarrevolucionario de la oligarquía en junio de 1946, y los mineros percibieron una amenaza: «Nos van a quitar todo lo que hemos logrado». «No podemos permitirlo». Este sentimiento fue percibido por el Partido. El Partido lo entendió, supo cómo operar. Y así, la tesis de Pulacayo pudo dar una respuesta: «Si no queremos ser destruidos, debemos tomar el poder. Podemos hacerlo ahora. Nosotros, los trabajadores, mantenemos el país con nuestro trabajo. Podemos tomar el poder». Y esto era una esperanza”.

“No es que los mineros hubieran leído la tesis de Pulacayo. Los trabajadores comunes no la leyeron. Simplemente sintieron que allí estaba la respuesta. Sintieron que esta era su idea. Que decía: «Aquí, vamos a poner fin a nuestra desgracia». Y como el país estaba bajo tensión, el mensaje se extendió por todo el país”.

“Guillermo cuenta que, al día siguiente de la aprobación de las tesis en el Congreso de Minas Gerais en noviembre de 1946, la empresa Minas Patiño, uno de los oligarcas más ricos de Bolivia, pagó para publicar en la prensa la denuncia de los planes comunistas en Bolivia, originados en las minas y promovidos por los trotskistas”.

Tuve la suerte, cuando era militante —me había afiliado recientemente al partido— de estar vendiendo el periódico del Partido en la calle. Subimos a un autobús con gente de diferentes sectores y un viejo campesino me llamó y me dijo: «Este es mi periódico, tráelo». Y me mostró la hoja amarilla que había guardado durante años, de la publicación de la tesis de Pulacayo en el periódico La Patria de Minas Patiño”.

“Guillermo dijo una vez: «No éramos plenamente conscientes de lo que habíamos hecho». «Habíamos desatado los impulsos de la rebelión social, esas fuerzas que transformarán el mundo, que cambiarán el país». Y sí, eso sucedió. Esta reunión, esta apropiación de las ideas revolucionarias por parte del proletariado, llevada a cabo por los militantes del partido, transformará al proletariado. Lo animará. Lo hará sentir empoderado. Le hará creer que puede tomar el poder. Y esto transformará al Partido. El Partido no puede seguir siendo el mismo. Tendrá que ajustar su funcionamiento. Tendrá que mejorar su herramienta programática. Cambiará el país”.

“¿Por qué este acontecimiento, en el que el proletariado interviene en la lucha social del país como fuerza políticamente consciente, influirá en las universidades, la enseñanza e incluso en el ejército? ¿Por qué transformará el país? ¿Por qué? Porque estamos tocando la fibra sensible de la historia. Porque las fuerzas que mueven la historia, que transforman el mundo, se han desatado. Esta es la revolución. Y está aquí. No es para las calendas griegas. No es que la revolución esté a la vuelta de la esquina, no. ¡Eso está mal! Está aquí y ahora, concretamente, en lo que estamos haciendo, cuando decimos que estamos comprometidos con la tarea de resolver el problema del Partido Mundial, eso es todo: la revolución aquí y ahora, no a la vuelta de la esquina. Porque estamos impulsando este proceso.

“Pienso en el Partido Bolchevique de Lenin. ¿Cómo empezó? Como un grupo de intelectuales, en los círculos de la Emancipación del Trabajo, fuera de la clase”.

“¿Y cuándo penetró el Partido Bolchevique en la clase obrera rusa? Tuvo que conocer Rusia, buscando penetrar en el proletariado. Nosotros también nos vimos obligados a conocer el país. Llegamos a lo que llamamos “las leyes de la revolución boliviana”. El POR desarrolló el programa de la revolución en Bolivia. Y, por supuesto, hubo un momento —no sé exactamente cuándo— en que el Partido Bolchevique de Lenin se convirtió en la expresión política consciente del impulso instintivamente comunista y revolucionario del proletariado ruso. En Bolivia, podemos decir que somos eso. ¿Por qué? Porque —y yo no estaba allí en ese momento— aprendimos en el Partido que lo más importante de la actividad militante, dondequiera que estés (en la universidad o en cualquier otro lugar), es transformar la rebelión elemental de las masas en política. Criticar lo que sucede a la luz del programa. Debatir con las masas. Demostrar, por ejemplo, que el camino de seguir al Movimiento al Socialismo (MAS) no conduce a la revolución. Creer en el disparate del indigenismo es el camino para perder la perspectiva revolucionaria. Y así, todos los entresijos del proceso político nos obligan a desarrollar el programa, para comprender mejor cómo se puede constituir la revolución”.

“Creo que conocen este camino. Y, sin duda, la penetración en la clase obrera cristalizará, no solo cuando puedan hablar formalmente el lenguaje de los trabajadores —lo cual ya está sucediendo, porque la burocracia sindical sabe cómo imitarlo—, sino también en términos de la capacidad de formular políticas y permanecer allí, dialogando con la clase. El partido será el líder del proletariado si logra consolidar su presencia organizada dentro de la vanguardia de la clase. Esto ocurrió en 1946. Guillermo y los militantes ya contaban con una célula de militantes de Minas; se integraron a la vanguardia de la clase, que se organiza y dialoga con sus capas atrasadas, condicionada por otros partidos. Los nacionalistas del MNR, el estalinismo y las variantes actuales del centrismo revisionista no se habían creado como tales, pero las capas atrasadas se expresaron a través de esta línea. Lo fundamental es que el Partido se desarrolle dentro de la clase, como expresión organizada de la vanguardia de la clase, en polémica con las capas atrasadas dentro de la misma clase. Y esta polémica no se limitará a las minas, llegará a las universidades, a todos lados, marcando a fuego todo el proceso histórico.

“Entonces, ¿cuándo podrá el POR en Brasil decir que es una expresión del proletariado brasileño? Cuando, habiendo aprendido a dar forma política al instinto comunista, se haya organizado dentro de la vanguardia del proletariado brasileño. Creo que aquí son los metalúrgicos, que son uno de los sectores más importantes. No podemos pensar en la revolución si no tenemos presencia en los sectores fundamentales del proletariado en cada país. En Bolivia son los mineros, aunque su número es pequeño, siguen existiendo, debido a sus tradiciones y al lugar que ocupan en la producción. Dado el tamaño de la economía brasileña, en el momento en que el POR en Brasil comience a liderar a la clase obrera y a definir sus reivindicaciones, será importante para indicar el rumbo de la revolución mundial. Lo digo con base en nuestra experiencia. En Bolivia, estamos aprendiendo al ver lo que hacen y que a veces pasamos por alto, por no considerarlo sustancial. O nos parecen importantes, pero no tan vitales como ahora, en cuanto a la tarea de fundar el Partido Mundial de la Revolución Socialista, de asimilar la experiencia que nadie más tiene, salvo el Comité para la Reconstrucción de la Cuarta Internacional (CERQUI), es vital. Vemos a las otras corrientes, sin ánimo de ofender, comportándose como actores teatrales del trotskismo. Corrientes que se unen, se separan y se vuelven a unir, dando todo tipo de volteretas sin siquiera llegar a la esquina. No pueden expresar cómo el POR boliviano, que ha existido durante 90 años y nunca ha bajado la bandera, posee una rica experiencia en la lucha de clases con miras a la revolución social. Y que, por ello, siempre ha sido una expresión viva del proceso político.

“Todo este recorrido es un proceso controvertido, que nos ha obligado a afinar diversas cuestiones relacionadas con los problemas del desarrollo, la teoría del foquismo aventurero, la respuesta a la debacle del nacionalismo burgués, la respuesta a lo que representa la forma imitada de nacionalismo bajo la apariencia indígena del MAS, etc.

“Probablemente, con semejante capital político, organizativo e ideológico, todavía nos dirán: «Son pocos y están al margen del proletariado». Y, de hecho, como consecuencia del proceso político general en América Latina y Bolivia, la derrota sufrida por el proletariado boliviano con la derrota de la Asamblea Popular dejó una huella imborrable en todo lo que vino después. ¿Qué pasará? Desde el ascenso que comenzó en 1946, pasando por la revolución de 1952, hasta la Asamblea Popular de 1971, llegamos al punto en que los mineros fundaron el primer soviet latinoamericano. Indicaron claramente que su objetivo era tomar el poder. Buscaban materializar lo dicho en Pulacayo. Pero el Plan Cóndor y las acciones de la reacción aplastaron y derrotaron a la Asamblea Popular, y el proletariado se replegó.

“Creo que el Partido no era plenamente consciente de la magnitud del retroceso. Creíamos que era un asunto pasajero. Me uní al Partido en la época de la caída de Banzer. Cuando me uní al POR, estaba convencido de lo que decía: que el retroceso era temporal. Que el proletariado volvería rápidamente a sus altas posiciones anteriores. Pero solo más tarde pudimos evaluar la magnitud de la derrota. Se había producido un retroceso político. Este proletariado que en 1970 dijo: «Tomemos el poder ahora y nos preparamos para hacerlo ahora», terminó renunciando a esta idea y afirmando que el camino para tomar el poder es la democracia burguesa, dejándose guiar por partidos reformistas electorales. Y todo esto allanó el camino para su derrota y su dispersión con la reubicación de los mineros y la implementación de políticas neoliberales. El POR quedó al margen de la clase. La antigua vanguardia de las minas se disolvió y el proletariado que quedó fue y es un proletariado joven, desconectado de su tradición. No lo comprenden, no lo encarnan, y el partido se ha visto obligado a sobrevivir en la clase media y en el magisterio. Pero, claro, no pueden destruirlo. Porque entre nosotros está el programa, esta experiencia sintetizada en el programa de este fenómeno que explicaba, el de haber aprendido a dar forma política al instinto comunista de la clase. No pueden borrar eso y, por lo tanto, no pueden liquidarnos. Por lo tanto, el POR no puede desaparecer. Incluso la muerte de Guillermo Lora, para muchos, significó su fin. Se decía que los trotskistas bolivianos nunca volverían a levantarse. Nuestros adversarios estaban completamente equivocados. Esto se debe a que nuestro programa es la síntesis de esta experiencia, de este proceso. La clave está ahí: el Partido aprendió a transformar el instinto comunista del proletariado y se arraigó en la clase, estructurándose en ella.

“Creo que este camino del POR boliviano puede servir de experiencia. Estamos aprendiendo cómo funciona el partido mundial de la revolución socialista. La reciente experiencia de la controversia sobre si Rusia ya es un estado obrero nos ha hecho comprender cómo debería funcionar el centralismo democrático a escala internacional. Pero apenas estamos empezando. Estamos aprendiendo. Quisiera pedirles que, antes del Congreso del POR boliviano, que se celebrará el próximo mes, como ya es práctica en el CERQUI, los documentos se discutan en las secciones nacionales. Deben ser conocidos por los militantes de todas las secciones para que puedan opinar. Por supuesto, vamos a votar, porque este es un problema de la revolución en Bolivia. No podemos pedirles que voten, pero sería muy útil que nos dijeran qué creen que está mal, qué creen que es excesivo o excesivo. Vamos a discutir de qué se trata, la discusión que busca abordar el problema de cómo dirigir a las masas en el país y, obviamente, en el continente”.

¡Vivan los 90 años del POR!