Los marxistas y el ausentismo electoral
Los marxistas, regidos por el materialismo dialéctico, partimos de las condiciones materiales en las que se desenvuelve el individuo para explicar la conciencia, por tanto, cualquier intento de explicar los resultados electorales partiendo de una hipotética apatía o hartazgo resulta a todas luces una mirada antimarxista.
Los analistas y enamorados de la coyuntura son incapaces de ver las tendencias históricas y fuerzas predominantes, por lo que hasta llegan a preguntarse acerca del deseo o no de votar por parte de la votación. Una correcta formulación del problema parte en cambio por analizar las condiciones objetivas que expliquen esta apatía, hartazgo o descontento que se traduce en una alta abstención electoral.
Nadie que haya venido siguiendo los artículos de nuestro periódico puede acusar sorpresa ante los resultados legislativos del año en curso. El asombro, extrañeza e incredulidad ante las enormes cifras de ausentismo, es un fenómeno hartamente retratado desde nuestras páginas desde, por lo menos, el año 2021.
Sin embargo, no es el único fenómeno sobresaliente de la etapa actual. Llamamos la atención no solo sobre un alto ausentismo electoral, que hasta el observador menos preparado remarcó luego del resultado en CABA. Señalamos también otros hechos complementarios que acompañaban el ausentismo y han sido conscientemente pasados por alto.
Mientras desde las más variadas tiendas políticas (desde los partidos patronales, medios periodísticos tradicionales o hasta incluso el centrismo) se habló de una derechización en la población, el POR alertó que la derechización era propia de la burguesía y los partidos del régimen, pero no de los oprimidos. Guardamos en señalar que las masas conservaban su predisposición a luchar, cada vez más huérfanas políticamente y con sus direcciones sindicales y políticas incapaces de desmovilizarlas.
Por eso mismo no nos tomó por sorpresa la rebelión de Jujuy en 2023 escasos días después de una contundente victoria oficialista; ni mucho menos el inicio de grandes luchas ni bien asumido el Gobierno de Milei con el 56% de los votos en el ballotage. Los miopes creyeron que el resultado electoral era un cheque en blanco, un veredicto definitivo por largos meses o incluso años, lo que los llevó a colocarse de espaldas a las tendencias subterráneas que se agitaban en las masas.
¿Qué significado tiene la escasa participación?
En no pocas oportunidades, maliciosamente se ha tratado de atribuirnos a los revolucionarios un embellecimiento sobre el ausentismo electoral, otorgándole propiedades inexistentes. No nos hacemos cargo. Los marxistas solo buscamos colocar el fenómeno en sus justos términos.
Ni duda cabe que el ausentismo no refleja una comprensión de las tareas políticas del momento ni una consciencia desarrollada. Exhibe un bajo nivel de politización y su forma reviste en la mayoría de los casos un carácter individual, aislado. Pero expresa, en cambio, una intuitiva pérdida de las ilusiones democráticas: ese es su arista más poderosa. Ese rechazo a la politiquería burguesa, a sus instituciones que se descomponen a un nivel intolerable, completamente inútil e inservible a los ojos del sufragante.
Por esto mismo, constituye un terreno permeable para la penetración de las ideas marxistas puesto que esa desconfianza o apatía por la democracia burguesa -por lo que esta democracia le ha ofrecido- permite presentar un horizonte distinto, revolucionario.
Ahora bien, los resultados electorales mostraron, en general, la victoria de los oficialismos. En San Luis el partido de Poggi obtuvo una amplia victoria sobre los demás. En Jujuy también el oficialismo logró sumar más que LLA y el Partido Justicialista (segundo y tercero, respectivamente). En Salta si bien la victoria oficialista provincial fue contundente, cayeron derrotados contra LLA en la Capital. En Chaco el oficialismo se alió con “La Libertad Avanza” y logró el primer lugar. Capital Federal fue la excepción donde el oficialismo cayó derrotado ante LLA que se fortaleció a costa de acaparar los votos del macrismo en los sectores más acomodados.
No obstante, como señalamos más arriba lo más interesante fue el ausentismo electoral. Analizado más en detalle podemos ver que, a diferencia del 2023, este ausentismo ha prevalecido en las zonas más empobrecidas y más golpeadas por el desastre económico. En Capital Federal el ausentismo fue altísimo en la zona sur; en Salta prevaleció en los cordones más pobres de la Capital y en los departamentos de Oran y General San Martín (2 de cada 3 pobres de la Provincia viven allí); igual tendencia en Santa Fe Capital y Rosario. En esos lugares se produjo una transferencia efectiva de votos hacia el ausentismo.
Así, las 6 elecciones dejaron como resultado los datos más bajos de participación electoral que, si sumamos los votos blancos y nulos, constituyen un dato alarmante para la burguesía y sus instituciones. En Jujuy un 64% de participación con 8.2% de nulos y blancos; Salta con 58% de participación con 5.6% de nulos y blancos; Chaco con 52% y 2.6%, respectivamente; San Luis (con la dificultad en el que algunas localidades elegían diputados y otros senadores provinciales) con 59% y 12.5%; CABA con 53% de participación y 2% nulos y blancos.
Presentado así el panorama, la escasa participación es un duro golpe contra el régimen democrático-burgués empeñado en encarrilar el descontento hacia los caminos constitucionales. Comienza a quebrarse la ilusión sobre el supuesto carácter del voto como potencial transformador de la realidad, como gustan decir los defensores del capitalismo.
Sumado a esto es posible advertir la enorme dificultad que encuentran los militantes para hacer campaña por sus principales candidatos, meras figuras intercambiables que hoy están aquí y mañana allí. A nadie puede escapársele cómo los candidatos podían ser, hasta ayer, críticos acérrimos de lo que hoy les toca defender; o viceversa, candidatos encargados de continuar una supuesta línea política hoy se han convertido en figuras encolumnadas de otros espacios. Huelga destacar los Bullrich, Massa, Scioli, Larreta, por no mencionar directamente a todos.
La militancia que en otras elecciones mostró un entusiasmo genuino, ha quedado reducida a una simple reproducción de spots virtuales, interacciones en redes y otros mecanismos inconducentes. La escasa participación se conjugó, de esta forma, con un exiguo entusiasmo militante, con las esquinas de las principales ciudades prácticamente despobladas.
¿Qué conclusiones podemos extraer?
Bien puede medirse la capacidad de un partido revolucionario para intervenir en la lucha de clases por su capacidad por elaborar pronósticos de la etapa en curso y ver la justeza de los mismos. Su precisión colaborará con el ajuste sistemático de la línea de intervención del Partido en la lucha de clases. El POR ve confirmadas sus elaboraciones políticas en estas primeras 6 contiendas electorales: Santa Fe, Chaco, San Luis, Jujuy, Salta y CABA.
No es casualidad sino una conclusión esperable, que las masas comiencen a desinteresarse por las instituciones del régimen y desilusionarse sobre sus posibilidades. Como pocas veces, el Parlamento (y también la Justicia burguesa) ha quedado expuesta: los enjuagues en sus recintos, la compra y venta de voluntades, los vetos presidenciales, los DNU elaborados por orden directa de los organismos financieros internacionales (con la mediación de cipayos locales). Pero sería temerario señalar que esta tendencia está consolidada.
Por esto mismo, de esta caracterización emergen las tareas que los revolucionarios debemos encarar en la etapa actual. Es preciso trocar en consciencia la instintiva repulsión que se evidencia en el ausentismo, erigiendo la acción directa de masas como el único camino posible para ver satisfechas nuestras demandas. Esto implica una lucha tenaz contra las ilusiones que aun conservan las masas y contra los intentos que los partidos del régimen y el centrismo democratizante, pretenden insuflarle a los oprimidos para las próximas elecciones.
Por la comprensión estratégica y su solitaria lucha contra los caminos oportunistas, solo el POR se encuentra munido del programa de la clase obrera de revolución y dictadura proletarias, ofreciendo la única respuesta consecuente a la barbarie actual.
(Artículo de Masas n°481)