El fuerte crecimiento de las importaciones deja sin dólares al país y ¡sin trabajo!
Crecen las importaciones mes a mes y no se podrá sostener el pequeño superávit de la balanza comercial de los primeros meses que puede revertirse desde junio.
La demanda de dólares para importaciones se incrementó un 35,7%. En los primeros 4 meses la importación de bienes fue de 24.078 millones de dólares. U$S 6.341 millones más que el año pasado.
El saldo comercial (exportaciones menos importaciones) de ese período es de U$S 1.265 millones. El año pasado fue de U$S 6.208 millones, una disminución del 79,6%.
Las exportaciones crecen alrededor de 2% y 3%, y las importaciones casi 40%. Esos porcentajes son solo de bienes, a eso hay que agregar servicios donde el turismo tiene un resultado cada vez más rojo.
El Gobierno necesita desesperadamente dólares y compensar la fuga por turismo, pagar los vencimientos de la deuda y ahora también para compensar el desequilibrio de la balanza comercial por la avalancha de importaciones.
El Gobierno apuesta a que el campo siga liquidando exportaciones para evitar un mayor drenaje de reservas del Banco Central. Por eso extiende la baja de retenciones a la cosecha fina. Y presiona nuevamente para privatizar empresas estatales.
Importaciones en niveles históricos y creciendo. Las importaciones en el primer cuatrimestre fueron récord, superado por el mismo período de 2022, que fue de U$S 24.851 millones, tras la salida de la pandemia del Covid.
Se señala que el monto importado aún no alcanzó su techo debido al atraso cambiario, la baja generalizada de Derechos de Importación, menores controles aduaneros (respecto de la seguridad de los productos), desaparición de barreras paraarancelarias y trámites engorrosos y, que empresas fabricantes comenzaron a importar los productos que ellas manufacturaban en Argentina.
El producto importado gana un mayor espacio de mercado frente al nacional, que se expresa en la caída de la producción industrial del 10% en comparación con 2023.
Desde la fundación ProTejer señalaron que “en el primer trimestre del año, las importaciones incrementaron significativamente su participación en el consumo textil e indumentaria. De hecho, el componente de productos importados tiene una presencia en el 67% de las prendas que se consumen en el país, el nivel más alto de la serie”.
“Las importaciones de ropa y textiles del hogar se dispararon en el primer trimestre del año marcando un récord histórico: crecieron un 86% y 109% interanual en volumen, respectivamente. Lo más preocupante es que, si bien las cantidades importadas prácticamente se duplicaron, los valores en dólares crecieron mucho menos. Esto indica que muchos de estos productos están ingresando al país a valores significativamente más bajos que en 2024 e incluso por debajo de los valores registrados en los últimos 11 años”.
El sector energético contribuye a que el resultado no sea más desastroso. En 4 meses la balanza energética tuvo un superávit de U$S 2.684 millones. La moderación en la cantidad de combustibles importados en los últimos años le quitó un peso enorme en la balanza comercial. Desde 2024 Argentina volvió a tener superávit energético, luego de 18 años. El avance de Vaca Muerta y la puesta en marcha del gasoducto hicieron que las importaciones se desplomaran desde 2022.
El turismo es la otra canilla de salida de dólares.Durante el primer trimestre viajaron más de 5 millones de argentinos al exterior. Significó una salida de U$S 2.750 millones, que no se compensó con turismo receptivo, provocando un déficit de U$S 1.236 millones.
La “solución” desesperada del Gobierno es tomar más deuda en dólares para compensar los desbarajustes que ha armado, generando una situación más crítica para el país además de la destrucción de puestos de trabajo. Por esa vía logra contener los índices de inflación.
La solución de la clase obrera es que el Estado monopolice el comercio exterior y la banca de manera tal que no se importe nada que se produce o pueda producir en el país y se cuide cada dólar que se exporta para poder aplicarlo a la compra de bienes imprescindibles para industrializar el país y aquellos bienes necesarios que no se podemos producir.
(Artículo de MASAS n°482)