Sobre el ataque de EEUU a Brasil
Resolución del Comité Central (CC) del POR, aprobada el 13 de julio
1. La carta de Trump al gobierno de Lula, que contiene los aranceles del 50% a los productos exportados a Estados Unidos y critica al Supremo Tribunal Federal (STF) por condenar a Bolsonaro, fue enviada poco después de la reunión de los BRICS y de la firma de un acuerdo para construir un ferrocarril que unirá Brasil con el puerto chino de Chancay, en Perú. Se enmarca en la guerra comercial que mantiene Estados Unidos con China, que implica la denuncia de Trump sobre la intención de los BRICS de sustituir el dólar por otro tipo de moneda;
2. La ofensiva de Trump contra el gobierno de Lula incluyó la participación de Eduardo Bolsonaro, que viene realizando una embestida en Estados Unidos para evitar la detención de su padre. Esto significa responsabilizar al Tribunal Supremo, Alexandre de Moraes, por el proceso de condena a los líderes del intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023;
3. Los aranceles de Trump sirvieron para desviar la atención de la crisis política, centrada en el rechazo del Congreso Nacional al proyecto de ley del gobierno para elevar el Impuesto sobre las Operaciones Financieras (IOF);
4. La reacción de la fracción burguesa vinculada a Bolsonaro promovió la reunión de Tarcísio de Freitas con uno de los representantes diplomáticos estadounidenses. El objetivo era proponer al gobernador de São Paulo que abriera negociaciones con los sectores afectados por la medida de Trump. Así se establecería una organización paralela a la del Gobierno federal;
5. Es cierto que el impuesto y el pedido de amnistía para Bolsonaro favorecieron al PT, en particular a Lula, que mostraba resultados negativos en las encuestas electorales. El gobierno organizó una campaña en torno a la soberanía nacional y contra la injerencia de Estados Unidos en el país;
6. De esta forma, la manifestación del 10 de julio en São Paulo, bajo el lema «Congreso enemigo del pueblo», para defender al gobierno de Lula ante el rechazo a su proyecto de IOF, la exigencia de gravar a los multimillonarios y exigir el fin de la escala 6X1, se convirtió en una enorme protesta contra las medidas de Trump;
7. Dirigentes sindicales y populares que se negaron a convocar las manifestaciones, como fue el caso de las acciones contra el genocidio del pueblo palestino, llevaron a obrero y trabajadores en general, como el Sindicato de Metalúrgicos ABC, la central sindical UGT y el MTST. Ocuparon disciplinadamente el centro de la manifestación y corearon consignas contra la imposición y la amnistía de Bolsonaro. Y en defensa de la soberanía nacional y la legitimidad de las instituciones brasileñas. No faltaron gritos de «Brasil es de los brasileños», «Lula en 2026» y críticas al gobernador Tarcísio. La burocracia frenteamplista progubernamental aprovechó para ponerse la máscara del patriotismo burgués y pequeñoburgués;
8. La burguesía brasileña está sometida al imperialismo norteamericano, lo que la hace incapaz de defender la soberanía nacional. Las formulaciones estratégicas del programa del POR pasan a primer plano, así como las tácticas correspondientes. La defensa del frente único antiimperialista permite incorporar el problema internacional a los problemas nacionales. La lucha contra el intervencionismo estadounidense pone la defensa de la nación oprimida en manos de los explotados;
9. La respuesta del PT y sus aliados es la «unidad nacional». Así, la soberanía para los defensores de la «unidad nacional» significa una alianza con partidos de derecha, centro y reformistas para «negociar» una salida con la administración Trump. Este es un intento de unir a las fracciones burguesas en torno al gobierno de Lula y arrastrar a los sindicatos detrás del patriotismo burgués;
10. El gobierno de Lula no puede recurrir a la táctica de la lucha antiimperialista, porque su gobernabilidad depende del frente amplio que se ha formado desde que asumió el poder. Así, la línea política de Lula es de capitulación, es decir, de «negociación» subordinada a las fracciones burguesas más estrechamente vinculadas a los Estados Unidos. Sin embargo, no puede someterse a la exigencia de amnistiar a Bolsonaro, dadas las abrumadoras evidencias del golpe de Estado fallido;
11. El POR denuncia la imposición de Trump, combatiendo el entreguismo de la ultraderecha y la línea de conciliación burguesa bajo la estrategia reformista de la «unidad nacional». Esta línea es una unión entre el capital y el trabajo, de forma que somete a las organizaciones obreras, campesinas y populares al gobierno y sus aliados. Sostiene que sólo la clase obrera organizada puede luchar por la independencia y la soberanía nacionales. La lucha antiimperialista forma parte del programa de la clase obrera. En ese momento, esta bandera se hace más concreta y permite diferenciar la línea revolucionaria de la de las corrientes de izquierda y del reformismo/estalinismo. Sitúa a la clase obrera como la única clase capaz de responder con el programa de la revolución social a la ofensiva imperialista sobre los países semicoloniales.
13 de julio de 2025
(POR Brasil – Massas N°744)