Para conquistar “Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo” es necesario liberar al país del sometimiento al imperialismo
→ Desconocer el programa del FMI, desconocer toda la deuda pública fraudulenta. Recuperar todos los recursos, terminar con el saqueo.
→ No será con el voto y no será en el Congreso, que podremos terminar con el gobierno de las grandes corporaciones nacionales y extranjeras.
Esta Marcha coloca los reclamos más importantes de la mayoría oprimida. Adhiere la CGT, las CTAs, el Frente por la Soberanía, el Trabajo y el Salario, organizaciones estudiantiles, de desocupados, de jubilados y de derechos humanos.
Estamos frente a un régimen de dictadura civil, que gobierna con el presupuesto de 2023 aprobado en 2022, que gobierna por decreto, que ahoga financieramente a las provincias, que ajustó brutalmente las jubilaciones, que terminó con la obra pública, que provocó una fuerte recesión que va dejando en la calle a cientos de miles de trabajadores, que niega presupuestos para educación y salud, que ahoga y vacía al Garraham, que quita apoyo a discapacitados y tratamientos médicos, que quitó alimentos a los comedores populares, que destruyó el poder adquisitivo de la gran mayoría, lo que explica la gran caída del consumo de pan, leche, carne, yerba, etc. Un régimen que reprime violentamente las protestas y amenaza todo el tiempo a los que reclaman. Gobierna para una ínfima minoría que ha hecho grandes negocios con la especulación financiera, puro parasitismo.
Esta Marcha objetivamente apunta contra el Gobierno y sus políticas. Hemos protagonizado cientos de movilizaciones, paros, actos, luchas enfrentando la política de este gobierno antinacional y antiobrero, servil del gran capital. Pero necesitamos un pliego concreto de reivindicaciones que guíe un plan de lucha generalizado de los trabajadores ocupados y desocupados, formalizados y precarizados, activos y pasivos, estatales y privados, para golpear como un solo puño. Debemos debatirlo en los lugares de trabajo, en los barrios, en las escuelas, los hospitales, preparando un nuevo gran paro activo nacional, por:
▪ Un salario y una jubilación que como mínimo cubran lo que cuesta la canasta familiar, hoy aproximadamente 2 millones de pesos;
▪ no a los despidos y suspensiones; basta de precarización laboral;
▪ basta de tarifazos en transporte, gas, luz, agua, teléfono; los alquileres no deben superar el 20% del salario;
▪ plan de obras públicas para resolver los problemas más urgentes de la población; viviendas, cloacas, agua potable, red de gas, hospitales, escuelas;
▪ no a la reforma jubilatoria, mantener las moratorias, no subir la edad jubilatoria; restablecer la gratuidad de los medicamentos; no a los pagos de bonos y coseguros en la obra social;
▪ no a la reforma laboral; defensa de los convenios colectivos, defensa de los sindicatos;
▪ Rechazo de todas las privatizaciones, recuperar las privatizadas para el Estado. ¡Basta de saqueo del patrimonio nacional! Recuperar los ríos, el mar, los lagos, los puertos.
▪ Estatización de la banca y el comercio exterior, terminemos como el parasitismo financiero y la fuga de divisas. Cerrar las importaciones a los productos que se pueden producir localmente; importar lo imprescindible;
▪ industrializar el país creando puestos de trabajo genuino;
▪ Desconocer toda la deuda pública, que se devora el presupuesto nacional. ¡Hay plata! Se la llevan los parásitos chupasangre.
▪ Estatizar la minería y toda la explotación hidrocarburífera y toda la generación y distribución de energía;
▪ Expropiar a la oligarquía terrateniente.
Cuando hablamos de recuperar el ingreso, recuperar puestos de trabajo genuino, recuperar la producción, cuidar a nuestros viejos, a nuestros niños, recuperar la salud y educación pública, terminar con el hambre y la miseria, tenemos que decir qué medidas vamos a tomar para terminar con el desastre que han producido todos los gobiernos, y que Milei ha extremado, ¡ya los hemos probado a todos!, todos son responsables en mayor o menor medida. No queremos más discursos, no queremos más promesas demagógicas. Las fuerzas productivas están bloqueadas por la enorme deuda y por la gran propiedad monopólica de los principales medios de producción, en manos de un puñado de grandes capitalistas nacionales e internacionales que pisotean nuestros derechos y la soberanía nacional.
Tenemos que desalojar a los capitalistas del poder antes que terminen de destruir todo. Tenemos que debatir cómo vamos a hacer para que la clase obrera y la mayoría oprimida de la ciudad y el campo tome las riendas del país para ordenarlo sobre otras bases. El frente que debemos conformar es un frente único antiimperialista dirigido por la clase obrera. No un frente electorero o limitado a terminar con Milei. No olvidemos que detrás de Milei está el poder real que ordenó el golpe genocida del ´76 y lo mantuvo desde la dictadura.
Esto nos obliga a debatir cómo se impone la independencia política de los sindicatos y los movimientos sociales, independencia de los partidos que defienden el orden capitalista, independencia de las instituciones del Estado, independencia de los patrones. Los intereses de los trabajadores son distintos, antagónicos, contradictorios con los intereses de los capitalistas que buscan defender y mejorar su ganancia, incrementar su patrimonio. No hay forma de conciliar sus intereses con los nuestros. Ellos están sometidos completamente a las órdenes del capital financiero.
Solo con la acción directa de masas podremos imponer nuestro programa de reivindicaciones, nuestra política, nunca mediante el voto. Una y otra vez nos han llevado a apoyar a nuestros verdugos y terminamos de frustración en frustración, es necesario abandonar toda ilusión de que puede haber voto útil, o voto castigo, o voto antiMilei, ya se cayó varias veces en esa trampa. Una gran parte del electorado ya le está dando la espalda a las elecciones harta de tanta mentira, de tanta politiquería.
Enfrente tenemos un gobierno respaldado por EE.UU. e Israel que sostienen a Milei que se ha alineado completamente con ellos, apoyando la guerra en Ucrania contra Rusia y apoyando el genocidio del pueblo palestino. Le siguen prestando plata para que pueda sostener su política que ha fracasado, porque quieren ajustarnos más, porque lo necesitan para enfrentar a otros países de la región. Ellos votan con miles de millones de dólares que nos hacen pagar a nosotros. Ellos votan con las campañas permanentes de sus medios de comunicación. Exigen al Gobierno más rebajas impositivas para las empresas, plena libertad para transferir al exterior, una profunda reforma laboral antiobrera, terminar con los sindicatos, bloquear los negocios con China, su injerencia es total, es grosera, prepotente… Debemos derrotar esta política en defensa propia, por nuestro futuro, de lo contrario terminaremos en la barbarie, nos quieren hacer retroceder 120 años.
Es necesario decir que el Congreso facilitó la gobernabilidad de Milei, le permite gobernar por Decreto, le aprobó las leyes que necesitaba. El Congreso es cómplice de todas las políticas antinacionales. Avaló la deuda externa fraudulenta y se negó a investigar a dónde fue a parar esa deuda gigantesca fugada. No debemos alentar ninguna ilusión de que pueda desarrollar una política diferente. La Justicia ha dado pruebas de su corrupción negándose a investigar los peores crímenes contra la Nación.
Las marchas de San Cayetano son una tradición para los trabajadores como la de fines de 1981, bajo la dictadura. Es importante la participación con estas banderas que ponemos en discusión. Exigiendo a las direcciones sindicales que se coloquen a la altura de la respuesta política que exige la dramática crisis que vivimos.
07-08-2025