CERCImasas-487

Hipocresía gigantesca: EE.UU. y la Unión Europea no pueden hablar de paz, impulsan las tendencias hacia la guerra mundial

Sólo podrá haber paz duradera derrotando y desarmando al imperialismo, disolviendo la OTAN, expulsando sus bases militares en Europa y en todo el mundo 

En las “negociaciones de paz” sobre Ucrania no hay quien represente los intereses del pueblo ucraniano, llevado a la guerra por imposición de las potencias imperialistas, utilizado como carne de cañón. Ucrania ha perdido cientos de miles de hombres en la guerra, cientos de miles de heridos y mutilados, millones que migraron, ha perdido el 20% de su territorio, ha sufrido fuertes daños en su infraestructura.

EE.UU. y la OTAN impusieron una guerra que produjo una gran crisis militar, política y económica y nunca supusieron su derrota, Alemania y Francia que no estaban de acuerdo inicialmente, se sometieron a la imposición de EE.UU. Todos ellos decidieron por Ucrania. EE.UU. redobló desde los años ´90 la operación de asedio y acoso sobre la Federación Rusa.

EE.UU. dice que se quiere retirar, que parezca que esta derrota es solo de Biden, Trump quiere aparecer como promotor de la pacificación, como si fuera un mediador, afirmando que él nunca hubiera hecho esta guerra. Y que de ahora en más Europa se haga cargo, si es que quiere prolongarla. Y que en ese caso EE.UU. podría venderle armamento para que lo suministre a Ucrania. EE.UU. no quiere cargar con los perdedores y quiere sacar la mayor ventaja de la negociación con Rusia. En medio de las conversaciones “de paz” Zelensky anunció la compra de armamento a EE.UU. por 90.000 millones de dólares a través de Europa y “expresó especial interés en adquirir más sistemas de defensa aérea Patriot” e incluir sistemas de aviación. “Un acuerdo de esa magnitud sería un paso sustancial para garantizar que las fuerzas ucranianas continúen luchando contra Rusia y cuenten con una defensa sólida en caso de que se alcance un acuerdo de paz”.

EE.UU. quiere concentrar sus energías para el enfrentamiento con China, tratando de meter una cuña en su fuerte relación con Rusia. Negocia con Putin sobre el dominio del Ártico donde Rusia es potencia naval; quedarse con las “tierras raras” de Ucrania; y tratará de neutralizar su relación con Venezuela a la que está amenazando militarmente. Y también renegociar el Tratado de Nueva Reducción de Armas Estratégicas que vence en febrero 2026.

Mientras Trump habla de paz viene de realizar un bombardeo sin precedentes sobre las plantas nucleares en Irán y alentar la ofensiva terrorista del sionismo sobre el pueblo palestino. Ha vuelto a instalar en Europa misiles con cabeza nuclear de medio alcance (retirados por Ronald Reagan) y obtuvo la concesión por 99 años del Corredor de transporte de Zangezur, en la frontera norte de Irán, en Armenia y Azerbaiyán (conectando su parte continental con su énclave). Esta operación parece un ataque directo a la Nueva Ruta de la Seda china, a los BRICS, a la influencia rusa en las ex repúblicas de la URSS y también a Irán.

EE.UU. es el principal responsable de la guerra en Ucrania, la que dirigió desde su base en Alemania, dió el principal soporte de inteligencia, armas y financiamiento, habría ofrecido una amplia revocación de las sanciones y nuevos acuerdos comerciales con Rusia a cambio del congelamiento de las acciones en la actual línea de separación. Al mismo tiempo presiona a los clientes más importantes de Rusia para cortar sus exportaciones de gas y petróleo, entre ellos la India.

Trump presiona a Zelenzky diciendo que podría poner fin a la guerra “casi de inmediato, si así lo desea, o puede continuar la lucha”. La verdad es otra: si EE.UU. deja de suministrar armamentos, financiamiento e inteligencia la guerra se termina inmediatamente.

Europa sabe que sin la participación activa de EEUU no hay forma de seguir la guerra. La amenaza de retirarse del frente aplacó momentáneamente los discursos belicistas de Macron, Mertz y Starmer. Igualmente Macron insistió con nuevas sanciones contra Rusia si no se llega a un acuerdo para terminar la guerra (como si fuera posible superar el récord de las 20.000 ya aplicadas).

El apuro por el “alto el fuego” es porque Ucrania no tiene hombres para sostener la guerra, los que quedan están desmoralizados, la población rechaza mayoritariamente la guerra y también a Zelensky (debió dar marcha atrás con las medidas contra los organismos que controlan la corrupción que descubrieron un importante esquema de corrupción en la compra de armamentos). No se puede sostener una guerra por mucho tiempo con tanto rechazo. La población ucraniana es la primera víctima de esta guerra a la que fue arrastrada. Quieren evitar que se llegue a una situación de hundimiento completo de sus líneas de defensa.

Cuando hablan de “garantías de seguridad” están diciendo que quieren armarse hasta los dientes, gastar cientos de miles de millones en armamento, porque esa es su “garantía”, es la excusa para prepararse para reabrir la guerra en cuanto puedan, si es que esta etapa se cierra. Alimentan la rusofobia, repiten “sentirse amenazados” porque necesitan justificar su armamentismo. Putin dice que es “necesario una solución sostenible que erradique las raíces del conflicto”, lo que parece sensato se vuelve en lo contrario cuando explica de qué se trata: “restaurar el balance de fuerzas en Europa y garantizar la seguridad nacional de Rusia y también de Ucrania”.

No es posible alcanzar una paz duradera ni erradicar de raíz el conflicto mientras exista el imperialismo. No hay coexistencia posible. El objetivo principal de EE.UU. es fortalecer su papel hegemónico en decadencia impidiendo el crecimiento de cualquier potencia que pueda obstaculizar su unilateralismo. Se debe terminar con el armamentismo, expulsar las bases militares de EE.UU. de Europa, desarmar la OTAN. Esa lucha unificará a los oprimidos de Ucrania y Rusia y de toda Europa.

La política de la clase obrera es restaurar la URSS, la unidad de todos los pueblos sobre la base de restaurar el poder de los soviets, sobre la base de imponer gobiernos obrero-campesinos, bajo la estrategia de los Estados Unidos Socialistas de Europa. 

Las últimas negociaciones:

Trump se reunió con Putin y funcionarios de alto nivel de ambos países en Alaska el viernes 15 de agosto. Pese a los reclamos desde Europa no invitó ni a Zelensky ni a los líderes imperialistas de Europa. Dos días antes les garantizó en una videoconferencia que no tomarían decisiones sin consultar a Ucrania.

Es la primera vez, en más de tres años, de una reunión personal de un dirigente de las potencias imperialistas con Putin. Trump rompió el “aislamiento diplomático” de occidente, al que fue sometido Putin. Desde 2015 que no pisaba suelo norteamericano.

Trump dejó de lado en ese momento todas las amenazas públicas realizadas hasta pocos días antes del encuentro. Había amenazado con “graves consecuencias” si Putin no aceptaba rápidamente un alto el fuego.

Las potencias de Europa operaron para que el encuentro no se lleve a cabo o fracase. El secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, conminó a los dirigentes de la Unión Europea a «cerrar la boca».

Trump hizo viajar a Zelensky y a los principales dirigentes de Europa a EEUU, con 24 horas de aviso, el lunes 18, para aprobar las negociaciones que está haciendo con Putin.

Según el diario New York Times los líderes “Se resistieron a dejar sin respuesta el mensaje de Vladimir Putin durante la cumbre del viernes en Alaska con Trump”. Fueron para respaldar a Zelensky en un frente unido. Todos ellos reclamaron con distinta energía “garantías de seguridad y alto el fuego”. Trump presentó a Putin como “genuinamente interesado en encontrar una manera de poner fin a la guerra”. Los líderes de las potencias europeas no repitieron su retórica belicista de los últimos meses. Estuvieron presentes el primer ministro británico, Keir Starmer; el canciller alemán, Friedrich Merz; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; el presidente finlandés, Alexander Stubb; Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea y el jefe de la OTAN.

Trump llamó a Putin para informarle sobre las conversaciones del día mientras los dirigentes estaban en la Casa Blanca. Y volvería a hablar cuando se marcharon.

El canciller de Alemania Friedrich Merz abogó por un alto el fuego antes de nuevas negociaciones con Rusia, pero fue rechazado por Trump, que puso en duda el “alto el fuego” diciendo que varias guerras se terminaron sin que lo hubiera previamente. Y fue ambiguo en su compromiso con las “garantías de seguridad” que no se terminan de definir en qué consisten.

Gran parte de la reunión se centró en las “garantías de seguridad” que las naciones europeas y EE.UU. proporcionarían a Ucrania si Zelenski aceptara un acuerdo para poner fin a los combates. Los líderes europeos presionaron a Trump para que proporcionara una garantía de seguridad similar al Artículo 5 de la OTAN: un ataque a Ucrania se consideraría un ataque a todos los países de la OTAN. “Es importante que Estados Unidos dé señales de que ayudará”, declaró Zelenski. Mark Rutte, secretario general de la OTAN, “reconoció que el compromiso de la administración Trump de brindar garantías de seguridad a los ucranianos seguía siendo impreciso” (Fox News).

El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que los líderes europeos querían reafirmar la necesidad de un ejército fuerte en Ucrania. “Tendremos que ayudar a Ucrania con tropas sobre el terreno para asegurarnos de que no haya intrusiones de Rusia en el futuro”. Esta posición fue cuestionada por otros presidentes europeos que entienden que es una bravuconada que dificulta las negociaciones.

Trump mencionó varias veces la posibilidad de un encuentro entre Putin y Zelensky y que él mismo podría sumarse en una “trilateral”. Rusia afirma que podrían nombrar negociadores de mayor rango para las conversaciones directas entre Rusia y Ucrania sin comprometer la presencia directa de Putin.

Las potencias imperialistas ya no hablan de no ceder ningún territorio, sino qué territorio Ucrania estaría dispuesta a ceder y en todo caso no ceder territorios que no han sido conquistados militarmente.Trump se refirió explícitamente a “posibles intercambios de territorios en Ucrania”. El comunicado de los países que apoyan a Zelensky, previo a la reunión en Alaska dice que “La línea de contacto actual (entre los dos ejércitos) debería ser el punto de partida de la negociación”, un aspecto resistido hasta ahora por los países imperialistas de Europa. El diario alemán Bild, citando fuentes ucranianas, escribió que Putin quiere el pleno control de las regiones de Donetsk, Luhansk, Zaporizhia y Kherson, (Marcelo Caracoche, El Cohete a la Luna).

Los líderes imperialistas quieren mostrar en sus conferencias qué discuten, mostrar algunas de sus diferencias, para mejor ocultar qué negocian en secreto, al margen de la voluntad del pueblo ucraniano al que pisotearon cuando llevaron a la guerra y vuelven a pisotear cuando negocian el fin de la guerra que ocasionaron. Todos ellos están unidos por la grave crisis en que se encuentran y se preparan para enfrentar a China en todos los terrenos. Alimentan la política genocida de Netanyahu y los ataques contra Irán. Son un peligro para la humanidad.

(Articulo de MASAS N°487 – POR Argentina)