Aumenta la producción en todas sus variables en Vaca Muerta y también las cesantías
Los datos sobre la productividad del fracking continúa en ascenso en valores mes a mes y los que es más importante en términos interanuales, mostrando su contracara dentro de un modelo económico recesivo para la industria y el consumo masivo, donde, según las cifras oficiales como señala el Diario Río Negro (21/08/2025) “la producción de Neuquén llegó a 529.291 barriles diarios en julio último, según el registro que tiene la Secretaría de Energía de la Nación, un 6,5% más que en junio anterior y un 27,9% más interanual. Y en el segmento del gas fueron nada menos que 113,9 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d), una nueva marca para el gas neuquino que implica una suba del 0,9% respecto a junio y 4,4% interanual”.
Observando el desagregado, hay un crecimiento en dos sentidos, en términos mensuales e interanuales, algo que “parece” a priori contradictorio respecto del cesanteo masivo, de unos 3000 operarios (como señalábamos en la edición anterior) y también dentro del sector jerárquico y profesional. La razón capitalista, del capital transnacional, busca “explicaciones” en las tarifas del gobierno de Trump que marcó el descenso de 80 a 65 dólares el precio del barril del crudo, y con ello la baja de trabajadores petroleros. Por su parte tanto el Sindicato del Personal Jerárquico y Profesional del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa y su homónimo que agrupa a los trabajadores, se jactan de “poner el hombro” y garantizar la “paz social” según la burocracia sindical de Arévalo y Rucci, de los citados gremios respectivamente.
Sostenemos la necesidad de organizar la lucha de clases, porque las contradicciones flagrantes entre el incremento de la actividad en Vaca Muerta visto desde los datos oficiales marcan que el “derrame” teórico que provoca el “círculo virtuoso” de crecimiento económico y por ende de la demanda de trabajo es la gran falacia capitalista. Por ello, debemos recuperar el control de los recursos estratégicos y ponerlos en manos de la clase obrera la única capaz de organizar y revolucionar a la sociedad y desterrar las políticas imperialistas de los gobiernos de Trump, Milei y Figueroa.
(Articulo de MASAS N°487)