La campaña del FIT U no es obrera ni socialista
Los revolucionarios intervenimos en las elecciones para desenmascarar el papel del Congreso como una institución del Estado burgués, de la dictadura del capital, para combatir cualquier ilusión de que pueda ser reformado.
Decimos que ni 5, ni 10, ni 50 legisladores cambiarán el carácter del Congreso. Luchamos por destruir el Estado burgués, no por reformarlo.
Los militantes de izquierda intervienen en las luchas en las calles, en las huelgas, lo cual es muy valioso, pero es falso que sus bancas hayan sido “claves”. Las bancas deben ser utilizadas para denunciar implacablemente al Congreso como una institución contraria a los intereses de la Nación y de los trabajadores. Es cómplice de todo el saqueo.
“Más izquierda en el Congreso” no derrotará la política de Milei. Sólo la acción directa de masas puede derrotar al gran capital y al imperialismo, que son los que mandan, los que tienen el poder. Debe decirse así de claro. No es con votos, no es con leyes, no es con candidatos que se derrota al FMI, a las grandes corporaciones nacionales y extranjeras.
En nuestra campaña decimos que el Congreso no puede defender ni la salud, ni la educación, ni las jubilaciones, ni los derechos de las mujeres trabajadoras, porque su función es someterse a los dictados del gran capital. Es esencial para los revolucionarios ayudar a superar cualquier ilusión en el voto o en el Congreso. Esa ilusión es contraria a la independencia de clase de los trabajadores.
Bajo el régimen de la democracia burguesa se gestó la dictadura civil de Milei, un régimen que abiertamente declara la guerra contra todos nuestros derechos y conquistas para defender la gran propiedad y la máxima rentabilidad. Los revolucionarios decimos que es necesario terminar con la deuda, con el FMI y con la gran propiedad de los medios de producción, que esa es la base de este régimen que no se derrota con votos, ni con leyes.
La izquierda electoral, al igual que el peronismo, no plantean que para terminar con la decadencia y pudrición del capitalismo debemos romper con el imperialismo expropiando la gran propiedad. Que no hay otro camino para salir de la catástrofe que vivimos.
La política de la clase obrera es luchar por la liberación nacional y social, por el gobierno obrero y campesino (de la mayoría oprimida no explotadora), por la revolución social, única vía para colocar todos los recursos al servicio de la planificación de la economía que beneficie a la gran mayoría. Y que ese será el camino para unir a los pueblos de Latinoamérica en los Estados Unidos Socialistas de América Latina, enlazando todas las revoluciones triunfantes.
(Nota de MASAS n°491)
