A 50 años del operativo Serpiente Roja del Paraná
Tardó 50 años el comienzo del juicio a los empresarios y responsables civiles de la represión en Villa Constitución -VILLAZO-, además de los crímenes del Ejército y las bandas fascistas de la Triple A, bajo el gobierno de María Estela Martínez de Perón (Isabelita); que prueba que el terrorismo de Estado comenzó antes del 24 de marzo de 1976.
En marzo de 2022 la secretaría de Derechos Humanos de la Nación intentó señalizar el centro clandestino de detención en Acindar con un cartel que indicaba que la represión comenzó en 1976. El reclamo de las víctimas, familiares y organismos de derechos humanos lograron que se juzguen también los hechos represivos previos al golpe militar de 1976. Hubo 69 víctimas y 22 imputados, entre ellos 2 civiles que eran jefes de personal de la empresa Acindar. En los Tribunales Federales de Rosario comienza a declarar Juan Actis, miembro de la Lista Marrón y fue transmitido fuera de los Tribunales. La querella reclamó que el juicio se lleve a cabo en Villa Constitución y que sea público, donde puedan ingresar los familiares, organismos de derechos humanos, políticos y sindicales que acompañan esta causa.
La historia del movimiento obrero desde los años 50 del siglo XX supo tener a la Unión Obrera Metalúrgica como su vanguardia, el gremio que dirigía las luchas por las relaciones laborales del conjunto de los trabajadores, salarios, horarios y condiciones laborales, aguinaldos y vacaciones, etc. Los programas políticos: La Falda, Huerta Grande, CGT de los argentinos que elaboró la clase obrera tuvo a la UOM como su fuerza motriz. Siempre hubo lucha interna en el gremio metalúrgico y en la CGT por desplazar a la dirección burocrática que se había enquistada en la dirección y ahogaba toda participación efectiva de las bases del movimiento obrero y de la vanguardia de la clase obrera. La dirección del movimiento obrero -CGT- estuvo desde la llegada de Perón al gobierno (1945) subordinada a su dirección política y regimentando la participación sindical, los debates y las decisiones de las asambleas obreras.
Esta situación comienza a revertirse desde el mismo derrocamiento de Perón y durante la década de los 60` donde aparece la gesta de una nueva generación de obreros que pugnan por recuperar el funcionamiento democrático de todos sindicatos, de los gremios del movimiento obrero, y se entabla una lucha feroz contra la burocracia sindical de Timoteo Vandor, José Rucci y de Lorenzo Miguel desde la CGT, la UOM nacional y las 62 organizaciones peronistas.
En todo el país se entabla la lucha de los trabajadores por recuperar de las manos de la burocracia sindical sus sindicatos para ponerlos al servicio de sus propios intereses dirigidos por los propios trabajadores desde sus lugares de trabajo. Poniendo en pie cuerpos de delegados y comisiones internas subordinados a las decisiones de sus asambleas.
En 1974 hay elecciones para la Comisión Interna de Acindar, donde ganan los delegados antiburocráticos. Lorenzo Miguel y la patronal desconocen la elección, echan a ocho compañeros y entonces se arma la toma de fábrica, que dura una semana exigiendo la reincorporación y elecciones en toda la seccional. La burocracia se niega a convocar a elecciones porque sabía que perdía.
La clase obrera reacciona de inmediato ocupando la planta de Acindar. Miles de obreros se quedan adentro junto a directores y personal jerárquico que son tomados de rehenes. Este método fue impuesto desde la dictadura de Onganía como forma de evitar la represión policial. Se inicia en Acindar, se pliegan Metcon y Marathon, y después Villber (importante fábrica de heladeras). Se suman el apoyo de docentes, ferroviarios, textiles, comerciantes y vecinos en general. Todos saben que esa comunidad vive alrededor de lo que producen y consumen esos obreros.
Deja de ser una lucha sindical y se transforma en una lucha política contra la burocracia sindical y del gobierno que la apaña. Este hecho pone en crisis el gobierno de Isabel. La firmeza de los obreros y el apoyo popular consiguen un gran triunfo: Se reponen a los delegados y dirigentes combativos. El 16 de marzo se festeja con una multitud calculada en 12.000 personas que los acompañan por las calles.
Finalmente en noviembre de 1974 se llevan adelante las elecciones y la oposición antiburocrática gana la Seccional de Villa Constitución con Piccinini como secretario general.
El 20 de marzo de 1975 Villa Constitución -con una población de 25.000 habitantes- fue invadida por unos 4.000 efectivos de distintas fuerzas de seguridad, por agua, tierra y aire. Allanaron casas, detuvieron a más de 300 trabajadores y asesinaron a otros 17 compañeros. Intervinieron la UOM y allí llevaban a los secuestrados y los torturaban. La policía de Santa Fe torturaba en las comisarías de Villa Constitución; la Policía Federal torturaba dentro de Acindar, en un albergue para solteros, bajo la supervisión del presidente de la empresa Martínez de Hoz. A este operativo lo llamaron “Serpiente Roja del Paraná” por referencia a la Lista que había ganado las elecciones en la UOM. La Seccional fue intervenida y disuelta su dirección.
Ante esta situación 7.000 obreros comenzaron una huelga que duraría 59 días. Durante una semana se mantuvo ocupada la planta de Acindar y el resto de las fábricas de la zona, hasta que el 27 de marzo fue finalmente desalojada por la policía. Se registraron centenares de detenciones ilegales con la complicidad de las patronales de la zona, que siguieron por varias semanas más. A la cabeza de las patronales estaban las de Acindar, Marathon y Metcon (fundía blocks de los motores). El 22 de abril se realiza una marcha por el centro de la Ciudad que congrega a miles de manifestantes.
Esta experiencia represiva fue un ensayo general que luego aplicaría la dictadura militar en todo el país: el terrorismo de Estado, secuestrando, torturando, asesinando y haciendo desaparecer 30.000 compañeros.
La represión contra el movimiento obrero fue a nivel nacional. Dálmine-Siderca (1975-2025) también en juicio contra las represiones en varias localidades del Gran Buenos Aires, Zarate – Campana, también sobre la responsabilidad empresarial con el genocidio tuvieron la condena perpetua de dos responsables del “área 400”. Esta causa lo llevan adelante Juan Manuel Aoita de APDH, Pablo Llonto y Elizabeth Alcorta (abogada querellante) entre otros. Luego de más de 50 años de los crímenes cometidos comienzan a ser juzgados los responsables civiles. Dos gerentes de Ford.
Una radiografía de cómo la patronal y su Estado garantizaron mediante la represión más brutal la dirección de la burocracia, impidiendo que la clase recupere su organización. La burocracia eternamente agradecida por el reconocimiento a su papel esencial de preservar la gran propiedad contra los trabajadores.
(Artículo de Masas N°490)
