La elección del centrismo y sus consecuencias
En una jornada que parecía en la que solo el oficialismo tenía motivos de celebración, una curiosa algarabía inundó el búnker del Frente de Izquierda – Unidad. Los portales virtuales y periódicos así lo confirmaban: “Crecimiento de 150.000 votos de una elección a otra” (PrensaObrera); “Muy buena elección de la izquierda” (IzquierdaDiario); “Gran elección del FIT” (IzquierdaSocialista); “El FIT logró un resultado positivo” (PeriodismoDeIzquierda). Así las cosas, los resultados electorales muestran que el FIT conquistó 3 bancas en la Cámara de Diputados para el período que comienza a partir de diciembre.
Vistos con mayor detenimiento es importante desentrañar no solo los resultados electorales sino a qué fuerzas objetivas éstos responden. Suele ser una práctica común de la politiquería burguesa acomodar los números (fácilmente manipulables) para confirmar las conclusiones a las que uno previamente intentaba llegar. Esta práctica, como veremos, también es utilizada por el centrismo.
A grandes rasgos el FIT-U logró la elección de 3 diputados, dos por Provincia de Buenos Aires y uno por CABA, alcanzando los 4 diputados a partir de diciembre, frente a los 5 actuales. El diputado por Jujuy (Alejandro Vilca del PTS) que había logrado 100.000 votos en 2021 (25%) ahora cosechó la importante suma de 40.000 votos (casi un 10%), aunque insuficientes para ser reelecto al Congreso Nacional.
Tanto los resultados de Provincia de Buenos Aires como CABA indudablemente han sido importantes, ubicándose en 3° lugar en ambos. En la Provincia de Buenos Aires quedaron por encima del armado nacional de Provincias Unidas que llevaba a Randazzo, Stolbizer y Monzó. También por encima de los mediáticos Burlando, Santiago Cúneo y Alberto Samid; y del Intendente del populoso Partido de “Esteban Echeverría” Fernando Gray. En CABA superaron a importantes figuras como Manes, Lousteau y López Murphy.
Sin embargo, los 438.000 votos de la Provincia de Buenos Aires son bastante inferiores a la última elección legislativa de 2021 que fueron un poco más de 600.000. En Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en general, hubo mucha diferencia entre votaciones a diputados y senadores, que también se reflejó en el FIT-U. Donde la candidata fue Myriam Bregman -para Diputada- obtuvo 148.000 votos, en tanto con la candidatura del “Chipi” Castillo para Senador (también del PTS) fueron casi 60 mil votos menos (91.500). Los resultados para diputado pueden parecer similares a los 142.000 votos de las elecciones legislativas de 2021, con la salvedad que en aquella elección también se presentó Autodeterminación y Libertad (de Luis Zamora) con 56.369 votos, que en estas elecciones no presentó lista, llamando a votar al FIT-U.
Naturalmente estas cuestiones pasaron totalmente desapercibidas en el falso triunfalismo del centrismo, buscando los títulos autoproclamatorios y no la precisión en sus análisis. El fenómeno de la migración del voto también expresa que no es un programa lo que se termina votando, ni una sólida base política, sino más bien una figura que estas elecciones hizo campaña masiva fundamentalmente en la cuestión del “género y la diversidad”.
A nivel nacional el FIT-U cosechó 853.000 votos, lo que es superior a los 722.000 votos de las Ejecutivas del 2023. Pero debe medirse frente a las elecciones legislativas previas, donde el centrismo siempre ha obtenido mejores resultados que en las Ejecutivas. Por hacer solo un repaso, en 2021 obtuvieron 1.280.000 votos; en 2017 1.156.000; y en 2013 1.211.000 votos (sin contar los números del MST que hoy día integra el frente). Entonces, estamos frente a los peores resultados del FIT-U en elecciones legislativas desde su creación, no pudiendo capitalizar el descontento creciente frente a la crisis económica, política y social del Gobierno de Milei.
Las razones bien pueden buscarse en el tipo de intervención electoral del FIT-U que muy lejos está de encarnar la estrategia política de la clase obrera. No es posible encontrar tampoco la denuncia del papel del Congreso ni qué objetivos tiene un revolucionario en ese antro. La propaganda masiva de este frente electoral se ha centrado exclusivamente en la obtención de bancas electorales con distintos argumentos, todos con un denominador común: sembrar expectativas en el papel de esos diputados en el Congreso. Esto se tradujo en un papel activo por alimentar las ilusiones en las instituciones democráticas, hoy visiblemente podridas frente a gran parte la población.
El bloque de diputados del FIT-U interviene no para desenmascarar a ese Congreso corrompido, sino para buscar darle vida. Ha renunciado a enfrentar a Milei cuando éste compareció en su recinto; se ha prestado a las más lamentables maniobras, disolviéndose en el nacionalismo burgués por ejemplo, en la herramienta dilatoria de la Comisión $Libra, que no avanzó (ni avanzará) un paso en el esclarecimiento del caso; ha actuado no como un frente revolucionario sino como la dócil y domesticada socialdemocracia.
El Partido Obrero Revolucionario, aunque imposibilitado de presentar candidatos, ha realizado una campaña electoral desenmascarando el papel de las elecciones y del Congreso y el inútil intento de legitimarlo por las vías constitucionales. Partimos de caracterizar el régimen de dictadura civil instaurado por el gobierno servil y lacayo del imperialismo en su búsqueda de colonizarlo completamente. El enorme desinterés, hartazgo y apatía -que se traduce en los récords de abstención- resulta un campo fértil y permeable a las ideas revolucionarias, solo si logramos trocar ese instintivo rechazo a la farsa electoral y sus instituciones en consciencia política.
A esa valiosísima militancia del FIT-U que ha puesto enormes reservas de energía en una campaña francamente reformista, las invitamos a reflexionar y debatir este balance y estas ideas. El POR batalló y batalla solitariamente señalando el norte estratégico de la revolución y dictadura proletarias, y la acción directa de masas como la única posibilidad de derrotar la política más general de la burguesía. No señalarlo de esta forma es un engaño intencional.
(Nota de MASAS n°491)
