Avanza el militarismo norteamericano sobre Argentina y sobre América Latina, una grave amenaza para la soberanía de nuestros países
Javier Milei autorizó por decreto el ingreso de tropas y medios de EE.UU. a la Argentina para realizar ejercicios en las bases navales argentinas de Mar del Plata, Puerto Belgrano y Ushuaia, en los espacios destinados para instrucción militar, marítimos y terrestres, entre el 20 de octubre y 15 de noviembre de 2025. Es el llamado ejercicio “Tridente”. No es la primera vez que esto sucede ya lo había hecho durante el mes de agosto, por el Cuerpo de Marines, también sin autorización parlamentaria, actuando como una dictadura civil que pasa impunemente por encima de la Constitución.
El decreto fue publicado bajo el número 697/2025, con las firmas del presidente, del canciller y de todos los ministros. El Ejecutivo reconoce que el Congreso no le dio la autorización para permitir el acceso de tropas extranjeras al territorio nacional. Dice que mandó “oportunamente” un proyecto con esa solicitud, pero fue ignorado, señala que “la naturaleza excepcional de la situación planteada hace imposible seguir los trámites ordinarios previstos en la Constitución Nacional”. No se sabe cuál es la urgencia ni el carácter excepcional de la medida.
EE.UU. es cabeza de la OTAN que mantiene con el Reino Unido la ocupación militar de Malvinas y ha instalado una fortaleza militar. Son ellos los que mataron a nuestros soldados en la Guerra. Son ellos los que violan flagrantemente nuestra soberanía. La mayoría de la población rechaza esta ofrenda.
Este permiso y la presión para permitir una base militar en Tierra del Fuego son parte de la política servil del gobierno de Milei y el gran capital nacional de entregar todo lo que pide el imperio a cambio de algún salvavidas.
Tierra del Fuego tiene relevancia geopolítica por la existencia de tres pasos bioceánicos (estrecho de Magallanes, canal de Beagle y mar de Hoces) que son naturales -y no artificiales como el canal de Panamá- y que le permitirán a EE.UU. realizar una maniobra de pinzas sobre China desde los océanos Atlántico Sur e Índico hacia el Pacífico, y acceder a los recursos del continente antártico.
De esta manera, tiene la posibilidad de utilizar el puerto en las Islas Malvinas, puede acceder a puertos chilenos y, en caso de concretarse, podría recurrir también a Ushuaia. En este último caso, no importa si es una base combinada entre la Argentina y los estadounidenses, sino que lo más relevante para ellos es contar con la ciudad fueguina como apoyo para su sostén logístico.
El desarrollo de los ejercicios militares que planifica el Ejecutivo le costaría a la Armada una suma millonaria e involucraría a la Aviación Naval, Flota de Mar, Fuerza de Submarinos, Comando de la Infantería de Marina, “así como las distintas bases navales y puntos de apoyo que la Armada dispone a lo largo del litoral marítimo y ribereño argentino”. El anexo que acompaña al decreto, dice que los ejercicios pretenden “incrementar la cooperación” entre las fuerzas argentinas y estadounidenses “así como aumentar la capacidad de defensa en los espacios de jurisdicción nacional y de interés estratégico para el país”. Quieren tomarnos por tontos, se burlan diciendo que actuando conjuntamente con los invasores vamos a poder defender el interés estratégico del país.
EE.UU. nos impone su guerra comercial contra China pretendiendo utilizarnos como base, y presionando para romper todos los acuerdos. Las centrales hidroeléctricas en Santa Cruz estuvieron detenidas por años debido a su intervención.
Como ha quedado demostrado en Tierra del Fuego y en todo el país, es la clase obrera la que tiene que ponerse a la cabeza de la lucha en defensa de la soberanía nacional, con sus propios métodos de lucha, para expulsar al imperialismo opresor.
(Artículo de Masas N°490)
